Gámez: "Espero no ser ni la última ni la única directora general de la Guardia Civil"

María Gámez ya no es la subdelegada del Gobierno en Málaga. Sonriente y con ganas de asumir su nuevo puesto como directora general de la Guardia Civil, Gámez espera no ser "ni la única ni la última mujer" que asuma esta responsabilidad. "Eso es lo más importante", destacó. “Siento un enorme orgullo. Y este Gobierno feminista tiene muy claro los pasos que se tienen que dar para que se queden y vengan muchas más”.

La nueva alto cargo del Ministerio del Interior, cuyo nombramiento saldrá mañana publicado en el Boletín Oficial del Estado, se siente “abrumada” por toda la confianza puesta en ella “frente a toda la Guardia Civil y los agentes. Es ante ellos a quien hay que responder para dar la seguridad que hay que prestar”.

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Gámez estuvo al frente del dispositivo del rescate de Julen y recuerda que esa experiencia de 13 días, de la que justo ahora se cumple un año (la próxima semana será el juicio), se transformó en “un curso acelerado”. “Otras personas han tenido que hacer un simulacro. Me tuve que enfrentar a una situación excepcional donde muchos colectivos trabajaron, y en especial la Guardia Civil. Eso me permitió dar una visión muy cercana durante muchos años de cómo son y de su valía”.

Cierre de etapa en Málaga

La nueva directora general de la Guardia Civil "intuye" que su trabajo como subelegada del Gobierno en Málaga ha influido en la decisión de Grande-Marlaska, sin acuerdo de consenso previsto con la ministra de Defensa, Margarita Robles. "Voy a trabajar con las mismas capacidades que hasta ahora", avanzó.

La política andaluza, nacida en Sanlúcar de Barrameda en 1969 y afincada desde la infancia en Málaga, cierra una etapa en la provincia malagueña donde ha sido delegada del Gobierno de la Junta de Andalucía, portavoz municipal del PSOE y desde hace año subdelegada del Gobierno.

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Su nombre siempre estuvo en las 'quinielas' para ser consejera de un Gobierno de Susana Díaz, pero nunca quiso hacer carrera orgánica dentro del PSOE. Se siente más identificada con Pedro Sánchez que con Díaz, pero nunca ha hecho declaraciones fuera de tono. Siempre ha cuidado mucho su perfil institucional.

En agosto de 2016 dijo al despedirse del Ayuntamiento de Málaga: "La política es un estado transitorio”, no es una ocupación permanente; es saludable y buena la renovación de las personas. Quiero compartir más tiempo y mejor con mi familia”. El lunes empezará una nueva vida en Madrid.