El taxista más honrado: devuelve a su dueño una mochila que contenía 5.500 euros

Jorge Núñez Ramos es un taxista sevillano de 36 años, padre de tres hijos, de 8,6 y 4 años de edad, y con 13 años de experiencia al volante. Esta semana, cuando subía con su familia a su vehículo de trabajo para comenzar su jornada laboral, su hija daba la alarma: había una mochila en el asiento trasero del taxi.

Jorge tenía prisa, así que guardó la mochila y llevó a sus hijos al colegio. Cuando los dejó fue cuando buscó de nuevo la mochila y la abrió para ver si había alguna pista que le permitiera conocer la identidad de su dueño. Descubrió que había una cartera, pero cuando la abrió se llevó un gran susto: estaba llena de billetes por valor de 5.560 euros.

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Tal y como publica el Ideal, llamó a la sociedad a la que pertenece, Solidaridad del Taxi, para poner en marcha la busca del propietario. Así, descubrió que éste ya se había puesto en contacto con la asociación de taxis, dando algunas señas sobre su identidad, ya que habían estado hablando sobre su familia y sabía que el conductor tenía tres hijos.

Un italiano con suerte

El dueño de la mochila era un italiano residente en Alcalá de Guadaira. Llevaba dos meses trabajando fuera de su domicilio y Jorge le había recogido en el Aeropuerto de Sevilla. Durante el trayecto fueron hablando plácidamente de sus respectivas familias y, cuando llegaron a su destino, el hombre se bajó rápidamente deseoso de ver a su familia.

Llevaba dos meses sin ver a su hijo de 6 años, así que se bajó del taxi corriendo y se olvidó la mochila

Se llama Marcello Domenico y ha explicado que tenía tantas ganas de ver a su hijo de 6 años que pagó y se bajó del taxi casi como un resorte, olvidándose por completo de la mochila que traía. Jorge le dejó y se marchó a seguir con su jornada de trabajo, con la suerte de que nadie más se fijó en la mochila que había en los asientos traseros del taxi.

Marcello y Jorge quedaron este jueves para proceder a la devolución de la mochila. El italiano afincado en Sevilla dio al taxista una propina de 100 euros por su gesto de honradez, lo que éste agradeció. Después, dado que el hombre tenía que trasladarse a otro punto de la ciudad, Jorge le llevó en su coche, por supuesto, sin cobrarle la carrera. Aquí ha nacido una bella amistad.