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La madre de Gabriel se enfrenta a Ana Julia Quezada sin biombo: "Eres mala, muy mala"
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ESTE MIÉRCOLES CONTINÚA EL JUICIO

La madre de Gabriel se enfrenta a Ana Julia Quezada sin biombo: "Eres mala, muy mala"

Patricia Ramírez quería ver la cara de la acusada y se lo dijo sin la ayuda del biombo que la mayoría de los testigos utilizaron al declarar en la Audiencia Provincial de Almería

Foto: Ana Julia, este martes, en el juicio. (A. R.)
Ana Julia, este martes, en el juicio. (A. R.)

"Eres mala, muy mala". Patricia Ramírez, la madre del niño Gabriel Cruz, se enfrentaba a la complicada situación de hablar de su hijo muerto. A su derecha, apenas a un par de metros, estaba Ana Julia Quezada. Patricia quería ver la cara de Quezada y se lo dijo sin la ayuda del biombo que la mayoría de los testigos utilizaron al declarar en la Audiencia Provincial de Almería.

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Antes de Ramírez, lo hizo Ángel Cruz, ex pareja sentimental de la acusada. Ambos declararon a puerta cerrada. Una prima de Cruz fue a la finca de Rodalquilar (Níjar) donde estaba enterrado el cadáver del niño, para poner unos maderos. Se lo pidió Quezada, que tuvo una intervención plagada de lágrimas, confesiones de haber planeado suicidarse y peticiones de perdón.

Foto: Ángel Cruz, padre del niño asesinado en Níjar, y su pareja Ana Julia Quezada, que será juzgada como autora del crimen. (EFE)

A la acusación particular le ha llamado mucho la atención que la acusada se refiriera este martes al suicidio. "Eso es surrealista, es nuevo", manifestó el abogado de los padres, Francisco Torres. "Ha pasado año y medio de los hechos; podría haberlo intentando de otra forma". La defensa de Quezada argumenta que antes "nadie" le había preguntado.

Ruido mediático

La jueza del caso ha insistido una y otra vez en pedir a cada una de las partes preguntas concretas. No admite divagaciones y cuestiones que no se refieran al caso en sí. Se trata de un claro mensaje a los miembros del jurado para que dicten justicia según lo que escuchan en la sala, intentando que se alejen del ruido mediático.

Lo primero que dijo Quezada era que mató a Gabriel Cruz. Señaló que la relación con el niño "era muy buena" y que era un niño "muy educado", que únicamente una vez le dijo: "Qué nariz más fea tienes, parece que tengas una hostia en la nariz, pero no se lo tuve en cuenta, me reí".

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"Sí", ha dicho Quezada, escueta, a la primera pregunta de la fiscal Elena Fernández Lora, quien, de forma directa, le ha espetado si "dio muerte al hijo de su pareja sentimental", pero ha afirmado que se ve "inocente", ratificando su relato previo, el que sostiene que mató a Gabriel de forma accidental.

Dice no recordar si ejerció una fuerza "desproporcionada" o si se echó encima de él: "Le tapé la boca y la nariz con la mano, de lo demás no me acuerdo, cuando lo dejé, ya no respiraba".

placeholder Ana Julia Quezada, a su llegada este martes a la Audiencia Provincial de Almería. (EFE)
Ana Julia Quezada, a su llegada este martes a la Audiencia Provincial de Almería. (EFE)

"Estaba chillando 'negra, fea, tú no me mandes que no eres mi madre, quiero que mi madre se case con mi padre, no quiero que esté contigo, vete a tu país', y yo estaba muy nerviosa, solo quería que se callara pero no quería matar al niño, simplemente le tapé la boca", ha dicho para derrumbarse con las manos en la cara.

"Utilicé las dos manos, la derecha seguro en su boca, la izquierda no lo sé, en la nuca, en la frente, fueron momentos muy rápidos, estaba muy nerviosa", ha dicho la acusada.

Ha reiterado que se dio cuenta de que no respiraba cuando lo soltó porque le puso la mano en el pecho y que entonces se quedó "bloqueada". "Me quedé un rato y luego me fui a fumar como una loca, salía, entraba, salía, entraba y no sabía lo que hacía". Entonces vio una pala y decidió "hacer un agujero".

La ya autora confesa de la muerte del niño Gabriel ha explicado que colocó la camiseta del menor que ella misma simuló encontrar porque "quería que" la "cogieran, porque no era capaz de decirlo" con sus propias palabras. "Yo quería que me atraparan", ha sentenciado.

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Aunque previamente había manifestado que lo hizo para dar "esperanzas al padre del niño", Ángel Cruz, este martes ha sostenido que quería que la "encontraran porque no podía aguantar más ese secreto".

Ha relatado que había guardado la ropa de Gabriel en el cuarto y que el 3 de marzo del año pasado le dijo: "Vamos (...) al barranco de Las Negras, por las Agüillas, por esa zona". "Le dije, vamos a dar un paseo. Cogí la camiseta del armario. La metí en la mochila, cogí mi coche. Vamos Ángel y yo a ese sitio. Yo fui a colocar la camiseta allí".

Aprovechó que el padre estaba "hablando por teléfono con un médium o un periodista" y que subió a ver un cortijo para dejar la camiseta en un cañaveral y entonces simuló encontrarla.

Foto: Ana Julia Quezada, ante el juez

Quezada ha confesado que había planeado suicidarse con pastillas por no aguantar la presión de haber asesinado a Gabriel. Además, pensaba dejar el cadáver en el garaje de Vícar, donde fue detenida, escribir dos cartas (a su hija y a Ángel, su entonces pareja sentimental, el padre del niño).

También ha resaltado que no tenía "roces" con Patricia Ramírez, madre del menor. "Nunca he tenido ningún problema".

Quezada, entre continuas lágrimas, no ha querido reconocer que había dicho que Ramírez era "mala persona", pero el Ministerio Fiscal ha exhibido un audio y ha demostrado que sí lo dijo en una grabación del 5 de marzo de 2018.

La acusada ha explicado que no conocía a Patricia Ramírez, aunque alguna vez coincidieron en su casa.

En su interrogatorio, la acusada por delitos de asesinato y lesiones psíquicas a los padres del menor, que manifestó que solo respondería a las preguntas del ministerio fiscal y de su propio letrado, hizo el relato de la secuencia de cómo cometió el hecho.

Ha relatado cómo llegó a Las Negras, en Níjar (Almería), junto a una anterior pareja de Burgos, y que conoció a Ángel Cruz, el padre de Gabriel, en el bar que había montado con su expareja en la Nochevieja de 2016, e inició su convivencia en la casa del progenitor en Vícar (Almería) en septiembre del año siguiente.

Foto: Los padres de Gabriel Cruz acompañan el féretro a la salida de la Catedral de Almería. (EFE)

Quezada ha indicado que los martes por la tarde recogía a Gabriel del colegio porque Ángel "tenía que ir a trabajar y a las ocho de la tarde lo llevaba el padre con su madre", ya que el régimen de visitas establecido entre los progenitores establecía que este tuviese al niño los fines de semana alternos, martes y jueves.

Ha añadido que pasaban tiempo de forma habitual en la casa de la abuela del menor en Las Hortichuelas Bajas, en Níjar, porque al niño "le gustaba" el sitio.

"Eres mala, muy mala". Patricia Ramírez, la madre del niño Gabriel Cruz, se enfrentaba a la complicada situación de hablar de su hijo muerto. A su derecha, apenas a un par de metros, estaba Ana Julia Quezada. Patricia quería ver la cara de Quezada y se lo dijo sin la ayuda del biombo que la mayoría de los testigos utilizaron al declarar en la Audiencia Provincial de Almería.

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