La cárcel con siete muertos en lo que va de 2019: la "barbaridad" de Alhaurín de la Torre

No había pasado hasta ahora. Siete muertos en siete meses. Es el triple de las cifras del año pasado, según denuncia el sindicato ACAIP-UGT. El último fue en la madrugada del pasado 15 de julio. Un recluso del módulo 13, con las iniciales G.C.C., de 40 años, apareció muerto en la cama con signos de violencia. El compañero de celda avisó al funcionario momentos antes de realizar el recuento de población reclusa del turno de mañana.

G.C.C. no respiraba. El médico de guardia fue avisado y se certificó la muerte del interno. “¿Por qué no actúan?”, denuncia a este diario el abogado Guillermo Jiménez. “Es una barbaridad lo de los siete muertos. Lo normal es morirse en el hospital, no en la cárcel. Cuando los abogados vamos de visita, las esperas son largas porque no hay personal para mover a la gente entre la prisión”.

En octubre del año pasado una cliente nigeriana de Jiménez falleció en un hospital público de Málaga sin saber él que había salido de la prisión. Estaba en tratamiento y no hablaba ni una sola palabra de español. Se comunicaba con su letrado y el personal del centro penitenciario a través de una compatriota.

Cuando llamaron al abogado avisándole de la muerte este preguntó de qué había fallecido. “Por protección de datos no se lo podemos decir’, me argumentaron”. “Me consta”, explica, “que ella explicó su enfermedad, pero nunca le hicieron caso”. Guillermo Jiménez tiene otro cliente que está interno. Tiene 74 años. El pasado 28 de marzo pidió que le excarcelaran por su edad “y padecimientos”, pero no lo le han contestado a su solicitud. Le han denegado también el paso al tercer grado. Habla ruso, muy poco inglés y nada de español. “No le atienden. La falta de personal médico es tremenda”.

Se incumple la RPT

El Confidencial contactó con el director de la cárcel de Alhaurín de la Torre, Andrés Enríquez, en el cargo desde enero de 2017. Fuentes penitenciarias consultadas por este diario admitieron la cifra de siete fallecimientos durante 2019, pero de los tres de los que ya hay autopsia, todos han sido por muerte natural. “Del resto se tardarán bastantes meses en tenerlo todo. Veremos si aparecen otros problemas, como los psicológicos”.

“No hay problemas en atención médica. En 2017 y 2018 solo se produjeron dos muertes: una por suicidio y la otra por muerte natural. El nivel de los funcionarios es el mismo. Otra cosa es que pueda haber escasez de personal. Siempre si hay más plantilla, mucho mejor, claro”.

En el centro penitenciario de Alhaurín de la Torre trabajan ocho médicos (uno de ellos está de baja de larga duración), hay 11 enfermeros y siete auxiliares de enfermería. La cifra total de empleados, entre personal funcionario y laboral, asciende a 500 efectivos. La RPT (Relación de Puestos de Trabajo) no está completa ni en el personal médico (faltaría uno), enfermería (faltarían dos) y auxiliares de enfermería (faltaría uno también).

Fuentes oficiales admiten “limitaciones de personal” con una plantilla “que debe crecer”. La población reclusa asciende a 1.200 internos

Estas mismas fuentes oficiales admiten “limitaciones de personal” con una plantilla “que debe crecer”. La población reclusa asciende a 1.200 internos. El centro está especializado en presos preventivos, los pendientes de juicio. La cifra varía en función del número de detenciones.

Desde Instituciones Penitencias señalan a El Confidencial que en la cárcel solo disponen de médicos de atención primaria. “Si un recluso tiene cita con un especialista para dentro de seis meses estará en lista de espera, como cualquier otro ciudadano. No se pueden adelantar citas con el SAS (Servicio Andaluz de Salud)”.