PP y Cs tienden la mano a Vox en Andalucía y se abren a eliminar "chiringuitos de género"

El Gobierno de PP y Cs pide a Vox que no presente la enmienda a la totalidad a los Presupuestos andaluces, advierte de que si se registra no habrá nada que negociar, directamente caerán las cuentas, y asume, sin rodeos y por primera vez, el discurso del partido de Santiago Abascal en materia de violencia de género, uno de los escollos para aprobar las cuentas. Tanto el consejero de Presidencia, Elías Bendodo (PP), como la consejera de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, Rocío Ruiz, señalaron que en la lucha "contra los chiringuitos ideológicos nos tendrán de aliados".

El consejero de Hacienda, Juan Bravo, abrirá una nueva ronda de contactos con los grupos políticos del Parlamento, con Vox como aliado preferente. En estas reuniones contrarreloj, tratará de convencer al partido de Abascal de que no presente la enmienda a la totalidad, que supondría, de salir adelante, que el proyecto de ley se devuelve y se frena cualquier negociación. El plazo para registrar esa petición de devolución acaba el jueves a las 12 de la mañana. De momento, no está registrada. Una semana después, se celebrará el primer debate sobre esas cuentas en el Parlamento andaluz.

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Europa Press

El consejero de Presidencia se dirigió a Santiago Abascal después de que este rebajara la tensión anunciando que sus posiciones eran negociables. Alabó a Vox, que apoyó la bajada de impuestos y el desbloqueo de los órganos de extracción parlamentaria, y defendió que este partido "está formando parte activa del cambio".

"Vox tiene dos opciones, sentarse nuevamente, porque ya lo hemos hecho, para seguir avanzando en construir un Presupuesto de todos, o sumar sus votos a los del PSOE y Podemos para que Andalucía no tenga Presupuesto", advirtió Bendodo. "La enmienda a la totalidad no se negocia, se presenta o no se presenta, y si se presenta no hay negociación. Si la voluntad de negociación existe aquí, está la mano del Gobierno para sentarnos ya. Cuanto antes", añadió reclamando claramente a Vox que no dé pasos en falso porque si se registra, los márgenes de negociación serán "mínimos".

Bendodo también reclamó que no se mezcle ni se vincule el Presupuesto, que "significa estabilidad y da un mensaje para la sociedad y para los empresarios", con otras negociaciones nacionales.

Además, de forma llamativa, tanto PP como Cs dejaron claro que "no hay líneas rojas" y que serán "aliados" en luchar contra "los chiringuitos ideológicos de violencia de género", asumiendo directamente el lenguaje de Vox y del diputado Francisco Serrano a este respecto. "Lo que Vox reclama, así lo entendí, es que no haya chiringuitos políticos pagados con dinero público, en palabras del señor Serrano. Somos los primeros que no queremos chiringuitos, somos el Gobierno de la regeneración. Vamos a introducir políticas de evaluación y a acabar con las subvenciones nominativas con criterios poco transparentes. Contra eso sí vamos a luchar, nosotros queremos que el dinero vaya directamente a las víctimas", proclamó la consejera de Cs. "Todas las instituciones de mi consejería estaban muy politizadas, había un sesgo importante, había unas cuentas muy poco transparentes", agregó.

La titular de Igualdad anunció una evaluación de todas las subvenciones en todos los departamentos e institutos que dependan de su consejería mediante un acuerdo con Economía. Nunca, advirtió, se había hecho esa evaluación y "ha habido mucho descontrol". Insistió, respecto al Instituto Andaluz de la Mujer, la bestia negra para Vox, que habrá "más orden y más control para ser más sistemáticos y más eficientes".

Aún más allá llegó el consejero de Presidencia, Elías Bendodo. "No hay líneas rojas. Ningún grupo de la Cámara está en contra de las políticas de violencia de género y eso Vox también lo defiende. Vox ahí nos tiene como aliados, cuando habla de los chiringuitos ideológicos y la politización de la violencia de género", aseguró. Respecto a las partidas de memoria histórica, que Vox también pone en el punto de mira, defendió las subvenciones para exhumaciones e identificación genética parafraseando al Papa: "Una sociedad no puede sonreír al futuro teniendo sus muertos escondidos. [Respecto a] la politización de la memoria democrática, estamos en contra también".