Caluroso homenaje de Sevilla a las Fuerzas Armadas entre vítores al Rey

Los 37 grados de temperatura que marcaba el termómetro, a la sombra, del Paseo Colón de Sevilla mientras llegaban los Reyes y accedían a la tribuna para presidir los actos del Desfile de las Fuerzas Armadas no han sido inconveniente para que las calles se abarrotaran. La ciudad ha dado un caluroso homenaje, en todos los sentidos, al Ejército español. Sevilla ha hecho de Sevilla más que nunca y no ha escatimado en bullas, calor y vítores a los Reyes y a los mandos militares que han tomado la ciudad por la tierra, el agua, con el río Guadalquivir y un submarino como protagonista, y el cielo. Los aviones poniendo color rojo y amarillo al azul entre las nubes han sido aplaudidos por un enfervorizado público.

La Reina Letizia, con un vestido rojo, no ha sido tan aclamada como el Rey Felipe, con quienes los asistentes se han volcado en piropos. Destacaban los sombreros y las sombrillas de mano para combatir las altas temperaturas. Las madres untando a los niños en crema solar se mezclaban con turistas despistados por la aglomeración de personas en una de las arterias principales de la ciudad, entre la Torre del Oro y la Torre Pelli, emblemas de la historia y la modernidad de la capital andaluza. La tribuna principal tenía como fondo la plaza de toros de la Real Maestranza.

Pasada la una y media de la tarde, tras una larga hora con el público sin perder entusiasmo, la megafonía pidió silencio en señal de respeto al son del himno nacional a tambor y después a los soldados que "dieron todo por España". 173 familiares de militares fallecidos en misión internacional han asistido al reconocimiento liderado por el Rey. No han faltado, confirmaron en Defensa, familares de quienes perdieron la vida en el accidente del Yak-42.

El acto central del Día de las Fuerzas Armadas tiene como lema ’30 años defendiendo la paz en el mundo’. Un total de 2.600 efectivos, 2.300 hombres y 300 mujeres, han desfilado en una parada militar que ha conmemorado el trigésimo aniversario de la primera misión en el exterior. Fue en Angola en 1989 bajo bandera de la ONU. 177 vehículos, 34 motos, 49 aviones y 36 helicópteros han participado en el acontecimiento acogido por la capital andaluza. Paco, el poni de la Legión, ha sustuido a la cabra, al acompañar en esta ocasión a la unidad de caballería. Los niños se peleaban por intentar acariciarlo. A las seis de la mañana ya había gente desplazada en el Paseo Colón para coger sitio en primera fila, contaban los dueños de los bares de la zona.

También fue muy llamativo el cortejo de la guardia real en motos Harley Davidson y la patrulla Águila sobrevolando la Catedral y la Giralda sevillana camino del Paseo Colón para poner el broche final. Los cazas Eurofighter de la base aérea sevillana de Morón también fueron muy aclamados con palmas sordas por el ruido de los motores surcando el cielo sevillano.

A su llegada, los Monarcas fueron recibidos por el jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad), general Fernando Alejandre, y por la ministra de Defensa en funciones, Margarita Robles. También asistieron el ministro de Asuntos Exteriores en funciones, Josep Borrell; el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla; el alcalde de Sevilla en funciones, Juan Espadas; el jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra (Jeme), general Francisco Javier Varela; el jefe de Estado Mayor de la Armada (Ajema), almirante general Teodoro López Calderón; el jefe de Estado Mayor del Ejército del Aire (Jema), general Javier Salto; el director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Félix Sanz Roldán, y otras autoridades civiles y militares.

El desfile coincide esta noche con el concierto que abre la gira del cantante Alejandro Sanz y ha colgado el cartel de lleno en los hoteles sevillanos.Las bodas clásicas un sábado de junio llevaban a los invitados perfectamente ataviados con trajes y pamelas entre quienes eligieron el panamá para combatir el sol. Por si fuera poco, la Feria del Libro, la afluencia habitual de turistas, despedidas de solteros y un total de 35 procesiones que, pese a que ya pasó la Semana Santa, tenían previsto también su desfile, convirtieron el centro de la capital andaluza en un escenario muy variopinto sin espacio para caminar y capaz de superar la mezcla y la fantasía de un parque temático cualquiera. Se podía ver perfectamente la enorme afluencia de público en el metro, colapsado como si fuera Domingo de Ramos. Según el Ayuntamiento un total de 65.000 turistas e ingresos de más de once millones de euros.