El traslado del Cristo de Mena que se perdieron Casado, Rivera y Abascal

Ya estaba entronizada la imagen. El director espiritual tomó el micrófono y habló de Manuel Alcántara, del pregón de la Semana Santa de 1984. He aquí:

"Al Cristo de la Buena Muerte le he dicho alguna vez, porque lo tengo en mi corazón y en la cabecera de mi cama, que quiero pedirle cosas no para el trayecto sino para el final".

Alcántara falleció este miércoles y sus palabras fueron escuchadas por la multitud que se congregaba en el traslado del Cristo de la Buena Muerte, una de las imágenes más populares de la Semana Santa española. Este es el traslado que se han perdido Pablo Casado, Albert Rivera y Santiago Abascal por expreso deseo de la Congregación de Mena, para que no se devaluara el aspecto religioso de esta cofradía malagueña vinculada a la Legión.

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“Es nuestro protector, lo llevamos siempre. La gran mayoría de legionarios llevamos la cadena con el Cristo en el pecho, y es todo para nosotros. Pocas palabras hay para definirlo”. A este cabo primero de la Legión le gustaría sacar el trono algún día, ahora que le queda muy poco para pasar a la reserva (tiene 53 años). Lleva desde los 18 años en el Tercio. “Perdón, no puedo seguir hablando, que se me van mis jefes”.

Sonó el cornetín de oración. La tropa ya se ha ido. El traslado ha sido muy corto. Justo cuando empezó a salir el Cristo de la iglesia de Santo Domingo, cayó un fuerte chaparrón que provocó un cambio de planes con ‘El novio de la muerte’ sin pasar de la primera estrofa. “Así es más épico”, comenta un hombre de unos 40 años que va con traje oscuro y corbata.

'¡Mena sale!'

"No se trata del camino sino de la llegada. Bien está lo que bien termina. Al Cristo de la Buena Muerte le he dicho alguna vez que debería hacerme ese favor último y se lo voy a decir otra vez dentro de 15 días cuando lo vea hecho un cristo por la calle Larios".

Son las palabras de Manuel Alcántara de hace 35 años. Y precisamente lo que acababa de pasar (la lluvia maldita) podría impedir que el Cristo de Mena y la Virgen de la Soledad pudieran salir esta tarde por las calles de Málaga. En la cofradía hay un lema: '¡Mena sale!'. Y es verdad que algunos años, con amenaza e incluso con lluvia, se ha procesionado.

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Antiguos mandos de la Legión habían quedado en abrazarse nada más terminar el traslado. Uno hablaba de su experiencia en Mali y el otro, en Sarajevo. Las misiones internacionales, que son de paz “y también de guerra”, explica un militar, que no es legionario, pero que siente una especial devoción por el Cristo de Mena. Venía acompañado de su mujer. Lágrimas en los ojos, como esta lluvia que arreciaba.

“No sé cómo explicarlo. Esto es lo mejor de la Semana Santa”, decía una mujer de unos 60 años que también tenía previsto acudir a la salida de la tarde. El crucificado, con su corona de espinas, cuenta con una clara inspiración barroca, como este teatro de religiosidad popular andaluza.

Las tres voces de la Buena Muerte

"Al Cristo de la Buena Muerte, que cuando dio las tres voces las oyeron en Santo Domingo, en las tinieblas y en la Legión, se lo estoy pidiendo ahora que lo tengo a mi lado".

A su lado se encuentra ya el poeta Alcántara. Poco a poco, había menos público en los alrededores del salón de tronos. 'El ‘novio de la muerte’ seguía sonando en lo más íntimo del corazón. Esa canción del legionario, “tan audaz y temerario”, se había transformado en oración. Aún quedaría buena parte del Jueves Santo para estrenar un nuevo recorrido y, como cada año, una vida.