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El tridente de Vox: sigue caminando solo en mujer, inmigración y memoria histórica
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QUÉ HA OCURRIDO EN ANDALUCÍA

El tridente de Vox: sigue caminando solo en mujer, inmigración y memoria histórica

El partido de Abascal en el Parlamento andaluz votó las mismas veces solo que con PP y Cs en tres meses de legislatura. Las coincidencias se reservan a sanidad, educación y economía

Foto: El portavoz de Vox en el Parlamento de Andalucía, Francisco Serrano. (EFE)
El portavoz de Vox en el Parlamento de Andalucía, Francisco Serrano. (EFE)

La izquierda habla del "trifachito" andaluz, alerta de que la alianza de "las tres derechas" se exporte a España. Es pronto para valorar qué papel está jugando Vox en el Gobierno andaluz. De momento no ha sido necesario para ninguna de las medidas que ha sacado adelante el Ejecutivo de PP y Cs. Hasta que llegue al Parlamento la bajada de impuestos que entró en vigor esta semana y preste sus votos para convalidar el decreto-ley el único apoyo de Vox al bipartito fue el de la investidura de Juan Manuel Moreno. A partir de ahí, hay mucha retórica y poco efecto real. Ha influido en los discursos pero no ha movido a los partidos de sus posiciones en temas clave.

La convocatoria de elecciones generales se coló muy pronto en la actividad del nuevo Gobierno de Andalucía. PSOE y Adelante Andalucía alertan de "una agenda oculta de recortes" que se aprobará con el voto de Vox y que se retrasará hasta que pasen las elecciones generales. Más allá de las alarmas y las suposiciones lo único cierto hasta ahora es analizar cómo se han desarrollado las votaciones en estos tres meses de legislatura en el Parlamento andaluz. Vox ha estado tantas veces solo y aislado del resto como unido en el voto a PP y Cs. Depende de cómo se mire se puede decir que funciona el cordón sanitario en los asuntos más polémicos o que hay una triple alianza en materia de economía, sanidad o educación, donde los tres partidos, por ejemplo, coinciden en un modelo de conciertos con la privada o de menos intervención política.

Foto: Santiago Abascal, durante un acto en Córdoba. (EFE) Opinión

Los números dicen que Vox es el partido que más veces se queda solo en la Cámara. Votó en solitario, sin coincidir con ningún otro partido, un total de ocho veces de 18 iniciativas votadas. El 44% de las votaciones se resolvieron con el partido de Santiago Abascal aislado del resto de grupos. Exactamente las mismas veces que Vox votó en alianza con PP y Cs. El trío que logró la investidura en Andalucía repitió su alianza para votar en asuntos referidos a la defensa de la unidad de España, en contra de la subasta pública de medicamentos, en materia presupuestaria, en iniciativas económicas por ejemplo de apoyo a los autónomos, en materia educativa o en asuntos como la custodia compartida. El PP también se ha aproximado a Vox en asuntos que entienden que le dio el voto al partido a su derecha en la Andalucía rural y de interior como es la caza o los toros.

Vox se quedó solo en asuntos clave que movilizan a su electorado. PP y Cs rehuyeron alinearse con este partido en asuntos clave como la violencia de género, el feminismo, con motivo del 8 de marzo, en inmigración, memoria histórica o asuntos como medio ambiente, al abordar la situación de Doñana, o transporte y movilidad. En estos temas los postulados de Vox no han cosechado ningún tipo de apoyo. En todas estas iniciativas frente a Vox sí que se unieron los votos de PP, Cs, PSOE y Adelante Andalucía.

Únicamente, hasta la fecha, una iniciativa sobre un programa de retorno de profesionales sanitarios obtuvo la unanimidad de todos los partidos del arco parlamentario. Igualmente, una iniciativa de Adelante Andalucía, Podemos e IU, en contra del rescate a la banca, unió a PSOE, PP, Cs y Vox frente al partido más a la izquierda.

placeholder Juanma Moreno saluda a Francisco Serrano. (EFE)
Juanma Moreno saluda a Francisco Serrano. (EFE)

El análisis pormenorizado de las votaciones desarrolladas hasta la fecha en la Cámara autonómica apuntalaría la idea de que Vox ha logrado monopolizar parte del debate político andaluz en estos meses pero no ha ido más allá del eco mediático o el rifirrafe político. Ninguna de las iniciativas presentadas por este partido ha cosechado respaldo de ningún partido. Se podría decir que ha funcionado más el cordón sanitario que el llamado "trifachito", que entonan PSOE y Adelante Andalucía. Por ejemplo, su iniciativa sobre Salvamento Marítimo, servicio que denominaron "autobuses de las mafias" de inmigrantes, no fue apoyada por ningún otro partido. Su iniciativa contraprogramando el 8-M finalmente fue retirada.

Lo que más ha conseguido la formación de Santiago Abascal es poner en aprietos al Gobierno en Andalucía, cuyos socios han capeado los envites tratando de ignorar las peticiones más comprometidas de la formación. Ocurrió por ejemplo con la solicitud de Vox vía Parlamento de tener un listado con nombres y apellidos de los trabajadores en las unidades de violencia de género. En este caso Cs no dio la información, las "listas negras", amparándose en la ley de protección de datos pero sí que la vicepresidencia de Juan Marín atendió en parte la queja de Vox y admitió que muchos de estos trabajadores, pese a que lo exigía la ley y había informes jurídicos en ese sentido del anterior Gobierno, no estaban colegiados, anunciando que iba a proceder a cumplir este requisito legal.

Igualmente, días atrás, el consejero de Presidencia, Elías Bendodo, dio los pasos para sentar a los partidos andaluces a negociar "un gran acuerdo contra la violencia de género en Andalucía", según reza en el comunicado oficial. Cuando se le preguntó si estaban dispuestos a abrir el concepto de violencia como pide Vox más allá de la mujer, Bendodo contestó que sí, que condenaban cualquier tipo de agresión o maltrato, pero lo cierto es que no especificó si eso ocurriría en el seno de la reunión ofertada y desde luego no era eso lo que ponía por escrito en la referencia posterior que se entregó a los medios, donde se apela al artículo 73.2 del Estatuto de Autonomía para hablar de "lucha contra la violencia de género".

Vox se reafirma en llamar "buscadores de huesos" a los defensores de la Memoria Histórica

Igualmente, en memoria histórica, PP y Vox pactaron derogar la ley actual y aprobar una ley de concordia. Cs aseguró que no apoyaría derogar la actual pero si se abrió a aprobar esa otra norma. Más allá de la retórica, la realidad es que la consejería de Cultura, que ostenta estas competencias, sigue librando partidas para exhumaciones y para dar cumplimiento a la memoria económica de la norma andaluza en vigor. Todo quedó en el exabrupto de Vox en el pleno, donde habló de "buscahuesos", pero sobre el papel no ha habido cambios, de momento, en estas políticas y el plan del anterior Gobierno del PSOE sigue cumpliéndose sin cambios.

Desde luego lo que no apuntala en ningún caso el análisis de las votaciones del Parlamento andaluz es esa teoría de que Vox y Podemos son partidos semejantes con puntos en común. Los extremos del arco parlamentario no se han tocado en ninguna ocasión más allá de esa votación unánime en una iniciativa para el regreso a Andalucía de profesionales sanitarios.

Estos datos desmontan tanto el titular del peligro del "trifachito" del que alertan las izquierdas como ese otro que brinda el propio presidente del PP, Pablo Casado, donde dice que "el votante de Vox no tiene ningún motivo para no volver al PP". Claro que puede que el PP andaluz sea más de centro que el discurso de Casado en campaña o que sea Cs quien esté frenando el movimiento hacia la derecha de los populares. En campaña, por supuesto, cada uno arrimará el ascua a su sardina pero los datos dicen que Vox ahora mismo sigue siendo el partido marciano de la Cámara andaluza y el que menos coincide con el resto de grupos.

La izquierda habla del "trifachito" andaluz, alerta de que la alianza de "las tres derechas" se exporte a España. Es pronto para valorar qué papel está jugando Vox en el Gobierno andaluz. De momento no ha sido necesario para ninguna de las medidas que ha sacado adelante el Ejecutivo de PP y Cs. Hasta que llegue al Parlamento la bajada de impuestos que entró en vigor esta semana y preste sus votos para convalidar el decreto-ley el único apoyo de Vox al bipartito fue el de la investidura de Juan Manuel Moreno. A partir de ahí, hay mucha retórica y poco efecto real. Ha influido en los discursos pero no ha movido a los partidos de sus posiciones en temas clave.

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