La Guardia Civil reconstruye la caída de Julen para contemplar todas las hipótesis

Mientras la búsqueda del niño Julen continúa en modo contrarreloj en el cerro de Totalán (Málaga), la Guardia Civil quiere saber con detalle dónde estaba cada miembro de la familia y de los amigos de José y Vicky, los padres de Julen, quienes disfrutaban el pasado domingo de un estupendo día de sol y paella.

Según confirmaron a El Confidencial fuentes del Instituto Armado, se está reconstruyendo la caída de Julen para contemplar todas las hipótesis. No se descarta nada. “Podrían introducir cámaras que detectaran si en el tubo hay restos de sangre. Eso ayudaría bastante”, señalan otras fuentes de la Guardia Civil.

Aunque de manera oficial todos los esfuerzos del centenar de personas que conforman el dispositivo se están volcando en el rescate del niño de dos años, no se descarta “ninguna posibilidad”, admitieron fuentes cercanas al caso.

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Agustín Rivera. Totalán (Málaga)

A primera hora de la noche de este lunes empezó un ligero apunte optimista. La máquina que empezó a succionar la arena que había entrado en el tubo de 20 centímetros de diámetro funcionaba a buen ritmo, mejor de lo esperado.

Tres sistemas

La Guardia Civil tiene claro que el mejor de los tres sistemas posibles es la extracción del material del pozo. Las otras opciones se centran en construir un tubo paralelo y en iniciar una excavación a cielo abierto. Se desconoce lo que hay al final del pozo. También incluso la profundidad del propio tubo. La empresa dijo que se elevaba a 110 metros, pero la medida es orientativa; no es exacta.

Familiares y amigos de los padres se desplazaron hasta un punto de la carretera, distante 1,5 kilómetros de la zona donde desapareció el pequeño, para arropar los trabajos de rescate. Eso sí, ellos no entienden cómo se ha desarrollado la capacidad de respuesta, ni los mecanismos de coordinación.

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“¿Por qué han esperado un día a traer más medios para rescatar a Julen del pozo?”, se preguntan amigos próximos a la familia del niño de dos años que sigue atrapado en Totalán. “Han estado toda la noche especulando y de cháchara. Nosotros no lo entendemos”, comentaban.

La familia no deja de pensar en la historia de una niña que estuvo 57 horas con vida en el fondo de un pozo. También el tubo tenía 20 centímetros de diámetro, pero solo a nueve metros de profundidad (aquí son más de 100). Los hechos ocurrieron en 1987 en Estados Unidos. La pequeña se llamaba Jessica McClure, tenía 18 meses y permaneció casi tres días sin comer ni beber. Los hechos ocurrieron en la ciudad de Midland (Texas).

“El trabajo es muy lento y el problema es que no sabemos dónde está o en qué circunstancias", admite el portavoz de la Guardia Civil

Sobre las 22:00 de este lunes, según informó a El Confidencial Francisco Delgado Bonilla, diputado del Consorcio Provincial de Bomberos de la Diputación Provincial de Málaga, se rompió un tubo de los que se estaban instalando en paralelo. “Aunque se va con mucha precaución, esto es normal que pueda pasar. Aprovecharemos esto para que el personal pueda descansar. Estamos doblando turnos y no se para”, explicó Delgado Bonilla.

El tiempo es oro, no perdemos la esperanza y vamos a pensar en un milagro. Son frases que son tópicos, sí, pero dan lugar a un resquicio de luz para encontrar con vida a Julen. Los padres continúan en una carpa, ayudados de psicólogos, esperando cualquier novedad que se pueda producir.

“El trabajo es muy lento y el problema es que no sabemos dónde está o en qué circunstancias. Ayer, en 24 horas, solo habíamos pasado 24 centímetros. No hay otra manera de hacerlo”, remató Moltó en declaraciones a este diario.