Casado inflama la campaña andaluza y va al combate con Sánchez y los independentistas

Susana Díaz, candidata socialista, quiere una campaña "happy flower power". Tono plano, sin crispación y sin responder a "los insultos". "Cuando llego a mi casa, mis vecinas que están en la calle, al fresquito en Triana, me dicen 'hay que ver Susana lo que te han dicho hoy, pero tú no respondas. Déjalos' porque la gente está cansada de tanta crispación". Es una cita literal de la presidenta andaluza, repetida en varias ocasiones, que explica a la perfección el tipo de campaña que busca.

A pocos metros de esta Triana de Susana Díaz, en la Isla de la Cartuja, el PP dejó claro que prepara todo lo contrario. Quieren sacar a la socialista de esa comodidad. Desde Génova se mostraron sorprendidos por los "publirreportajes", así los calificaron, que ofrecían algunos medios andaluces del encuentro de la andaluza con el presidente del Gobierno el día anterior. "No aprobaron nada y son páginas y páginas de fotos a todo color", comentó sorprendido un destacado líder nacional. "Si hasta hay alcaldes del PSOE que se han quejado por la falta de concreción en el Consejo de Ministros ante las inundaciones", agregó refiriéndose a las quejas del regidor socialista de Campillos (Málaga), uno de los pueblos más afectados por las lluvias, que calificó las ayudas aprobadas de "tomadura de pelo".

Rajoy, el ausente

Pablo Casado inauguró el sábado en Sevilla la 23ª Interparlamentaria del partido y dejó claro que hará una campaña andaluza, con caravana y agenda propia, claramente en clave nacional. Ayer sábado en la sede del PP de Sevilla se celebró una reunión de planificación de la campaña electoral con presencia de la dirección andaluza, la nacional y las direcciones provinciales.

También participará de forma activa el secretario general, Teodoro García Egea, que visitará las ciudades medias y se volcará en el contacto con la sociedad civil, con actos alternativos como charlas en universidades e institutos. No está prevista la presencia de José María Aznar ni de Mariano Rajoy, aunque si quieren tendrían sitio, aseguran desde el equipo de Casado, y sí se contará con los presidentes autonómicos.

Rajoy estuvo el viernes noche en Sevilla en la inauguración de un hotel a pocos metros del lugar que acoge la reunión del PP pero eludió acudir a la interparlamentaria, que reunió a unas 600 personas. "Es una decisión personal y su trato está siendo exquisito", se limitan a decir desde Génova. Un detalle, ese hotel en Torre Sevilla fue el mismo que acogió el almuerzo privado que Rajoy celebró con los principales dirigentes autonómicos en la otra convención nacional que se trasladó a la capital andaluza, la que el PP celebró en Sevilla el pasado abril y que estuvo marcada por el caso de Cristina Cifuentes. Desde entonces, en siete meses, en este partido ha pasado de todo.

Rajoy declinó acudir aunque estuvo a unos metros del cónclave, en el mismo hotel donde reunió a sus presidentes autonómicos en pleno caso Cifuentes

Durante las dos semanas de campaña, Casado montará en Sevilla su campamento base, se trasladará a Madrid para citas ineludibles y se repartirá el territorio con el candidato andaluz, Juanma Moreno. El líder del PP viene para inflamar la campaña andaluza, aunque lo diga "flojito", como ironizó para quienes le acusan de elevar la crispación. Su campaña será dura, llamará a convocar cuanto antes las generales y tendrá a Pedro Sánchez y los independentistas en el punto de mira. Todo puede resumirse en dos de sus frases sobre la socialista Susana Díaz: "Difícilmente aquella que perdió contra Sánchez ahora puede proteger Andalucía frente a Sánchez" y el cartel electoral del PSOE incluye a los socios de Ferraz, "Díaz presenta a Sánchez, Iglesias, Torra y Otegi".

Con Torra "pierden votos"

"Cada vez que Pedro Sánchez descuelga el teléfono para hablar con (Quim) Torra, Susana Díaz pierde votos", señalan fuentes populares. La sensación que deja la Interparlamentaria del PP no es precisamente de euforia aunque desde la dirección del partido defienden el "buen ambiente". Los augurios de resultados en Andalucía no son buenos aunque en la formación conservadora descartan tajantemente el 'sorpasso' de Cs. "Ninguna encuesta seria dice eso. Sí que PP y Cs pueden sumar para cambiar el Gobierno", defienden desde la cúpula popular.

Génova no se cree el 'sorpasso' de Cs y se muestran convencidos de que el PP puede sumar con este partido para llegar al Gobierno en Andalucía

Casado se juega mucho. Si el PP sufre una debacle en Andalucía el 'efecto Casado' sufrirá un serio revés. Génova ha intervenido directamente en las listas. Un proceso duro, cargado de reproches y donde algunas heridas internas fruto de las primarias han vuelto a escocer. Desde la dirección nacional del PP lanzan un aviso a navegantes. Todas las listas para las próximas autonómicas y municipales se harán "a la andaluza", es decir con la intervención directa de Génova.

Listas 'a la andaluza'

Desde el equipo de Casado aseguran que había dos opciones en Andalucía, donde la guerra interna se remonta aún más atrás de estas primarias, a 2014, cuando Juanma Moreno aterrizó con el 'dedazo' de Soraya Sáenz de Santamaría, a quien desde la cúpula del PP andaluz fueron fieles hasta el último minuto. "Podíamos arrasar con todo y cambiar todos los nombres o dejarlo todo como estaba y hemos optado por un camino intermedio, de equilibrio e integración", defendieron desde Génova. Algo que se extenderá en todos los territorios porque el PP, advierten, "no son 17 reinos de taifas". Solo habrá excepciones en Galicia, Castilla y León y Murcia, admiten, comunidades donde el PP tiene una hoja de servicio que no permite a la dirección nacional intervenir. Fuentes de la dirección del partido indican además que ya están viajando y entrevistándose con alcaldes de toda España para decidir sobre las candidaturas de las municipales.

El PP cree que el discurso más extremo de Casado tapona a Rivera, devuelve al partido al liderazgo de la derecha y que no perjudicará en las andaluzas

Tampoco creen en Génova que el mensaje más radical o extremista de Casado aleje al PP del centro que los expertos demoscópicos aseguran que hay que ocupar para ganar en Andalucía y que podrían dejarle a Ciudadanos. Acuden a la sesión de control en el Congreso el pasado miércoles, donde Pedro Sánchez se enfrentó a Pablo Casado en un rifirrafe muy duro en el que acusó al presidente de "participar en un golpe de Estado". En Génova están convencidos de que ese es el tono y el camino y que esa intervención dejó fuera de juego a Albert Rivera, que se quedó sin hueco. "Estamos aglutinando a toda la derecha. Todo lo que dice Casado lo puede asumir perfectamente un votante de Cs que al final antes había sido votante del PP", señalan desde Génova, avisando de que no se moverán de ese "extremo".

Zoido, el triunfador, Ruiz Sillero, la más castigada

Las reuniones y los acuerdos entre Génova y la dirección del PP andaluz se han saldado con listas donde nadie gana y todos pierden. Nadie está del todo contento. Pero bajando a los nombres propios sí que hay ganadores y perdedores.

El exministro de Interior y alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, que vuelve como número uno al Parlamento andaluz por Sevilla, tuvo gran protagonismo en la interparlamentaria popular. Irá por delante de la presidente del PP de Sevilla, Virginia Pérez, que convive en las listas con quien fue su gran enemigo interno y rival en las primarias del PP sevillano, Juan Bueno, hombre de Zoido y María Dolores de Cospedal.

Una de las diputadas más brillantes que ha tenido el PP andaluz y que ha sacado adelante más trabajo en la Cámara autonómica, Teresa Ruiz Sillero, una de las primeras que se pronunció en Andalucía a favor de Casado, va en el número 6 de Cádiz. En las últimas autonómicas salió hasta el cuatro. Se barajó como número uno por Cádiz y ha sido una de las más castigadas en las negociaciones. Ella llevó el peso de la comisión de investigación de los cursos de formación, fue quien preguntó a la presidenta Susana Díaz por la relación de su marido con UGT y ha sido el principal azote del Gobierno andaluz en el caso de la Faffe, la extinta fundación de empleo donde un directivo pagó en prostíbulos con dinero público.

Los números uno de Almería (María Isabel Sánchez), Cádiz (José Ortiz), Córdoba (José Antonio Nieto) y Sevilla (Juan Ignacio Zoido), son nombres de Génova. La dirección andaluza ha preservado los puestos de salida en Granada (Marifrán Carazo), Huelva (Loles López), Málaga (Juanma Moreno) y Jaén (Maribel Lozano).