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Del prostíbulo a la foto de la tortilla de Felipe González: el PP andaluz arriesga
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Del prostíbulo a la foto de la tortilla de Felipe González: el PP andaluz arriesga

El PP coge impulso para dejar atrás las diferencias de mensaje con Génova y las cuitas de las listas, y elige otra puesta en escena diferente reivindicando el socialismo moderado

Foto: El presidente del Partido Popular en Andalucía, Juanma Moreno. (EFE)
El presidente del Partido Popular en Andalucía, Juanma Moreno. (EFE)

Un pequeño autobús condujo a los periodistas al pinar de la Puebla del Río (Sevilla) donde hace 44 años, 1974, un grupo de socialistas pasaban un día de campo y dejaron una foto para la historia. Allí estaban Felipe González, Carmen Hermosín, Luis Yáñez, Manuel Chaves, Alfonso Guerra, Carmen Romero... La cámara era del fotógrafo Pablo Juliá, pero disparó el después alcalde de Sevilla Manuel del Valle y no hubo tortilla.

La imagen es un símbolo. Así quedó retratado el núcleo duro de un PSOE andaluz que después se haría con las riendas del PSOE de España y alcanzaría el poder del país en los primeros ochenta. Fue 'el clan de la tortilla' que refundó el socialismo en el país y se mantendría después años en La Moncloa. Cuando el PP andaluz informó de que habría excursión, todo hacia pensar que el mensaje iría sobre las cuatro décadas de socialismo en Andalucía, la falta de alternancia en el poder, propuestas de limitación de mandatos y regeneración democrática.

En parte fue así, pero no del todo. El PP andaluz se comprometió a limitar a dos legislaturas los mandatos si alcanza la Junta de Andalucía. Lo hizo recordando además que fue uno de los compromisos firmados por Susana Díaz en su acuerdo de investidura con Cs y que quedó en papel mojado. La presidenta andaluza eludió pronunciarse sobre este asunto en una entrevista en Onda Cero y se limitó a celebrar que la den ya por ganadora cuando se le preguntó si esta sería su última campaña electoral.

La "traición" a Felipe González

Pero, sobre todo, el presidente del PP andaluz, Juanma Moreno, rodeado de su número dos, Loles López, y otros dos miembros de su ejecutiva, Toni Martín y Maribel Lozano, reivindicó el socialismo que representaba Felipe González. Esa izquierda “moderada” cuyo espíritu traiciona Pedro Sánchez al “claudicar” ante los independentistas catalanes y Podemos. Una traición en la que también aludió a Susana Díaz por guardar un “silencio clamoroso”. La presidenta andaluza no está cómoda con los acuerdos con el independentismo, pero evita cuestionar a Sánchez públicamente ahora que es presidente del Gobierno.

Es raro oír al candidato del PP andaluz reivindicar nada que tenga que ver con el socialismo. La foto, como ocurrió con la que sirvió para arrancar la campaña a las puertas de un prostíbulo en Sevilla, se discutió mucho en el equipo de campaña y se midieron riesgos. Fuentes del equipo de Moreno reivindican las “ansias de cambio” que se forjaron alrededor de aquel clan socialista. Admiten que el objetivo es llegar a ese votante de la izquierda moderada que durante años ha podido votar al PSOE en Andalucía pero que ahora teme el entreguismo a Podemos o que Susana Díaz no tenga otra salida para gobernar que pactar con el partido de Teresa Rodríguez. Un votante que también quiere Cs. "El populismo o nosotros", viene a decir el candidato del PP-A en un mensaje que utilizó también días atrás, al oficializarse su candidatura al 2 de diciembre.

Fotos de riesgo

Desde el PP andaluz aseguran que tanto la foto en el pinar del clan socialista como la que llevó a Juanma Moreno a las puertas del prostíbulo Don Angelo, donde un directivo de la extinta fundación de Empleo gastó dinero público, son símbolos que quieren fijar el mensaje a imágenes potentes. Niegan que sean obra del nuevo gurú contratado por el PP para la campaña andaluza. Aleix Santamartín, consultor político, cordobés, amigo de las Juventudes Socialistas de Susana Díaz... tal y como avanzó ‘El Independiente’, uno de los fichajes estrella para esta campaña. "Lo decide todo el equipo", insisten.

En ambos casos, la puesta en escena puede resultar pero es arriesgada. En el caso del prostíbulo, se cuidó mucho, explican desde el equipo de Moreno, que se tratara de un edificio medio abandonado, lleno de jaramagos y no un negocio en funcionamiento y con luces de neón. “Era una buena metáfora”, aseguran fuentes del PP-A, "del socialismo en Andalucia y sus juergas con dinero público".

En el caso de la tortilla, buscaban claramente además meter el dedo en el ojo a Susana Díaz, que nunca deja de declarar en público su admiración a Felipe González y Alfonso Guerra, y dejar claro que ese socialismo moderado que rehuye a Podemos ya pasó a mejor vida. "¿Solo me lo parece a mí o esto es ridículo?", señaló en un mensaje en las redes sociales la número uno del PSOE de Sevilla, Verónica Pérez. Esa provocación es justo, aseguran, lo que busca el PP.

El PP andaluz buscaba un nuevo impulso después de días enredado en las cuitas internas y con mensajes desde Madrid que distorsionaban el eje de la campaña de Moreno, que busca el centro político y da argumentos al PSOE para hablar de "ofensas" e "insultos" a los andaluces. La configuración de las listas electorales ha sido un trago para el equipo de Moreno. Posiblemente, admiten fuentes del partido, el peor desde las primarias. Pablo Casado impuso sus nombres y relegó a personas clave del equipo del líder andaluz. La lectura además de que el presidente del PP quería no solo premiar a quienes le auparon en el cargo sino también preparar el terreno para el día después en caso de que Moreno se estrelle en las urnas, dando por hecho que habrá relevo, no gusta nada a la dirección andaluza.

Foto: El presidente del Partido Popular, Pablo Casado (i), junto al presidente del PP de Andalucía, Juanma Moreno (d). (EFE)

Los números dos, Teodoro García y Loles López, tuvieron que intervenir. Los peores tragos se dieron en Cádiz, donde el alcalde de Vejer, Pepe Ortiz, una de las personas que lideraron el apoyo a Casado en Andalucía desde el primer momento, será número uno. Cae Ana Mestre, persona de total confianza de Moreno y del presidente de Cádiz, Antonio Sanz, que llevó la campaña de Soraya Sáenz de Santamaría en Andalucía.

Los caídos del PP-A

En Sevilla, también el revés fue duro para la presidenta provincial, Virginia Pérez, desplazada por su principal enemigo interno en las filas del PP sevillano, el exministro de Interior Juan Ignacio Zoido, que además no tenía ningún interés en volver a la Cámara andaluza. Pérez se hizo con el control del PP en Sevilla frente al candidato de Zoido y María Dolores de Cospedal, y esta imposición de Génova es la principal desautorización que ha sufrido desde entonces. Fue también decisión directa de Casado.

Menos traumático ha sido todo en Córdoba, donde otro afín a Cospedal, José Antonio Nieto, no solo sea posiblemente el mejor cartel electoral —arrastra muchos votos en esa provincia— sino que era la propuesta del presidente provincial, Adolfo Molina, y contó desde el primer momento con el visto bueno de Juanma Moreno, cuentan desde dentro del partido. En Almería, la salida de la portavoz parlamentaria, Carmen Crespo, pieza importante en la última etapa del PP andaluz, tampoco ha sentado nada bien en las filas de Moreno.

El sábado y domingo, el PP desembarca en Sevilla. Pablo Casado, que se ha montado una caravana propia para las andaluzas, traerá a Sevilla a todos los diputados y senadores de España.

Un pequeño autobús condujo a los periodistas al pinar de la Puebla del Río (Sevilla) donde hace 44 años, 1974, un grupo de socialistas pasaban un día de campo y dejaron una foto para la historia. Allí estaban Felipe González, Carmen Hermosín, Luis Yáñez, Manuel Chaves, Alfonso Guerra, Carmen Romero... La cámara era del fotógrafo Pablo Juliá, pero disparó el después alcalde de Sevilla Manuel del Valle y no hubo tortilla.

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