72 horas de custodia policial: los migrantes ocultos en un polideportivo de Málaga

Seis policías nacionales y cinco bolsas de basura, listas para tirarse, flanquean la puerta del polideportivo José Paterna. Estamos en El Palo, uno de los barrios más populares de Málaga, donde hasta 170 migrantes pasan 72 horas después de arriesgar su vida en patera y ser rescatados por Salvamento Marítimo. En Málaga ya se han rescatado 2.600 inmigrantes, el mismo número que el total del año pasado.

No dejan entrar ni para saber su estado, ni mucho menos para fotografiarlos. Esta falta de transparencia informativa contrasta con la que se vive en toda la costa gaditana: donde se puede ser testigo de lo que ocurre. En Málaga, no; ni en el puerto de Málaga, con un bloqueo de las autoridades a la toma de imágenes, ni en este polideportivo.

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Agustín Rivera. Málaga

Cuando salen del recinto, se les ‘invita’ a andar rápido para entrar en los furgones policiales. Este jueves, a última hora del mediodía, había tres furgones dispuestos a llevárselos a otro lugar. Había 50. “¿Cómo están los migrantes?”. “¿Tienen aire acondicionado?”. Son las preguntas de este diario a la Policía. Y un agente que pasa justo en ese momento por allí zanja la cuestión: “Están extraordinarios”.

Más allá de 72 horas

Los servicios sociales del Ayuntamiento de Málaga trabajan en el recinto. Según fuentes municipales, el polideportivo se ha utilizado “más allá” de las 72 horas de custodia policial prevista en la ley, para que los inmigrantes pudieran permanecer allí unas horas más hasta que las ONG culminen los trámites para gestionar el desplazamiento hasta otras ciudades de acuerdo a sus peticiones.

Durante esas horas/días en que el ayuntamiento presta asistencia humanitaria, una vez superado el plazo, el consistorio sufraga los gastos de alimentación e higiene personal de las personas migrantes. Málaga también prevé destinar el parque de bomberos de una barriada (Campanillas), de forma temporal, a la acogida de estos inmigrantes. “Se propuso así tras conversaciones con la Subdelegación del Gobierno, si bien la medida no salió adelante por el voto en contra de los partidos de la oposición. Se previó este espacio como complementario”, indica un portavoz.

¿Por qué se tiene que utilizar un polideportivo? ¿Existen infraestructuras en una ciudad como Málaga para la acogida temporal de migrantes? Pues no. Las instalaciones de la Cruz Roja resultan insuficientes, y tanto esta institución como las ONG llevan años solicitando que el puerto de Málaga acoja una instalación permanente donde se puedan efectuar estas laborales de custodia policial y asistencia humanitaria.

La subdelegada del Gobierno en Málaga, María Gámez, lamenta que el anterior Ejecutivo no viera venir la llegada de migrantes a las costas malagueñas. “Ante la falta de previsión, mientras tanto, tendremos que seguir funcionando como hasta ahora. Esperamos seguir contando con la colaboración municipal”, indicó Gámez.

La intención es lograr una situación “estable” y así evitar tener que recurrir a polideportivos, siempre una solución rápida y que impide por ejemplo el disfrute de las instalaciones por los vecinos del barrio de El Palo, que duplica su población al ser una zona costera con gran aglomeración de pisos turísticos y chiringuitos.

Sin información

El Ejecutivo no facilita información de los migrantes que actualmente se encuentran en el recinto. Sí ofrece datos de la patera, cifrada internamente con el número 33, que llegó al puerto de Málaga el 24 de julio con 115 inmigrantes, 93 hombres y 22 mujeres. La mayoría (61) procedían de Guinea; 24 de Mali; 11 de Costa de Marfil y tres de Senegal, entre otros países. Todos procedían de la África subsahariana.

La realidad de los migrantes del polideportivo José Paterna contrasta con la difusión que se les dio a los que llegaron el pasado mes de junio en el Aquarius al puerto de Valencia. Permanecen ocultos, clandestinos. Sin testigos.