La nueva cruzada de la primera laboralista andaluza: ‘esclavos’ en el servicio doméstico

“Si tuviera que empezar a vivir sería abogada laboralista porque es lo más hermoso que he hecho en mi vida, aparte de mi familia, mis hijos y mis nietos, claro”. Así concluía Aurora León (Sevilla, 1946) su réplica al homenaje que le dedicaron compañeras como Manuel Carmena o Cristina Almeidaen la Facultad de Derecho de la Universidad de Sevilla.

León, la primera abogada laboralista de Andalucía, sigue en activo a sus 72 años. Aprovechó el homenaje que le rindieron, por la tarde se sumaría CCOO en otro acto, para lamentar indignada que acababa de recibir señalamiento para un juicio por una cesión ilegal de trabajadores para 2021, que un juicio por despido no puede dilatarse un año o por una incapacidad tardar hasta dos. “Es un atentado flagrante”, lamentó entre el aplauso de los compañeros y la mirada huidiza de los políticos asistentes. Reclamó más medios personales y materiales para los juzgados.

Sus advertencias sobre el deterioro del mercado laboral fueron muy contundentes. Esa “normativa laboral que padecemos”, aseguró, conlleva “una pérdida de derechos y un gravísimo retroceso en las relaciones de poder dentro de las empresas”. Hay instrumentos para luchar contra la precariedad laboral, defendió, y apuntó alguno como el incremento de la cuota empresarial de las empresas a la Seguridad Social en función de la temporalidad del contrato. “Las conductas abusivas no pueden tener el mismo tratamiento”, zanjó, para luego advertir de las consecuencias del modelo de contrato único que propone Ciudadanos. “Con esa reforma poco podrían decir los jueces”, alerta.

Como signo de que sigue peleando, su despacho llevó a la Inspección de Trabajo hace siete meses una denuncia contra varias supuestas asociaciones o empresas multiservicios que se dedican a hacer de intermediarias. Simulan ser empresas de trabajo temporal (ETT) pero no están legalizadas. Ceden personas, fijan lo que cuesta su valor, reciben todo el dinero y deciden de forma unilateral cuánto se quedan por la mediación, explicó León en una reciente entrevista en 'El Correo'. La abogada Aurora León tiene claro que estos contratos son ilegales y se utilizan sobre todo en el empleo doméstico. De la mano de la Asociación Claver, del Servicio Jesuita a Migrantes, decidieron que había que actuar. La mayoría de las víctimas son latinoamericanas y africanas. Viven como internas en los domicilios donde trabajan y no tienen derechos, apenas la mitad de las vacaciones que deberían ser normales. Es el intermediario el que habla y negocia con las familias. Ellas no tienen nada que decir. Incluso a algunas le retiran el pasaporte. Aurora León lo tiene claro: “es una nueva forma de esclavismo”.

Nacida en el seno de una familia acomodada, su padre era militar, su conciencia crítica se forjó con los movimientos cristianos de base y de la mano de los jesuitas obreros. Se enteró hace semanas de que el Ayuntamiento de Sevilla le rotulará una calle con su nombre cerca de su despacho y de los juzgados sevillanos porque se lo dijeron sus hijos, tiene cuatro y tres nietos.

Recuerda a los estudiantes que “lo primero es la dignidad de la persona”, que deberán asumir “riesgos” y “estar dispuestos a confrontar con los más poderosos”. Ella los asumió. Porque se siente letrada pero sobre todo “defensora”. La alcaldesa de Madrid, Manuel Carmena, recordó que fueron las mujeres las que impulsaron los despachos laboralistas, claves para la conquista de derechos en España tras la caída del régimen franquista, porque ellos “estaban en la mili, que era durísima”. “Fuimos las creadoras, fue un ejercicio de emprendimiento social apasionante porque no se parecían a nada”.

Cristina Almeida recordó anécdotas sobre reuniones clandestinas en Sevilla con la policía a las puertas del despacho mientras huían camino de Córdoba para despistarlos del seguimiento. “Ahora que están muy en discusión los títulos que se dan”, dijo entre risas del público y refiriéndose a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, “a mi cuando me dieron mi título sentí que era el arma más eficaz para luchar contra la dictadura”.

León ganó sentencias pioneras en Sevilla contra el acoso, como aquella que fue un caso de libro con una mujer que tras incorporarse a su puesto de trabajo de una baja por maternidad vio como la ‘castigaban’ sentándola de cara a la pared, logró declarar improcedentes despidos por huelgas, bregó con un derecho, el laboral, que como dijo el catedrático Antonio Ojeda “hace sudar, es de primera fila”. Hubo n el homenaje añoranza de cuando los convenios colectivos los asesoraban los abogados laboralistas, junto a los sindicatos y los trabajadores. “Dilaciones indebidas en la jurisdicción de lo social que hacen que la justicia se vaya al garete”, señaló el abogado Santiago Fernández-Viagas.

El acto, organizado por el Centro de Estudios Andaluces, también contó con Antonio Baylos y Juan Gorelli. La presidenta de la Junta, Susana Díaz, se ausentó en el último momento por motivos de salud y mandó una carta para dar las gracias a “las imprescindibles”.