Pedro Sánchez se invita al Día de Andalucía tras reabrirse la crisis con Susana Díaz
El secretario general del PSOE anuncia a través de los medios su asistencia al 28 de febrero y la Junta asegura que será “bienvenido” y que no habrá elementos para la confrontación
Pedro Sánchez no estaba invitado porque el ‘mailing’ que se hace desde protocolo de San Telmo, sede del Gobierno andaluz, “no incluye a los líderes políticos sin responsabilidades institucionales”. Pero él o cualquier otro responsable político que quiera estar en Sevilla el próximo 28 de febrero, Día de Andalucía, “será bienvenido”. Eso sí, Susana Díaz se enteró por las redes sociales de la asistencia del secretario general de su partido al día de su comunidad.
La relación de 'normalidad' entre Pedro Sánchez y Susana Díaz tendrá un episodio más en el Día de Andalucía. Este periódico preguntó el pasado lunes tanto a dirigentes de Ferraz como a responsables del Gobierno andaluz por la presencia de Pedro Sánchez en la celebración institucional y ambas partes negaron que fuera a asistir. Tampoco estará en el gran mitin que celebrará el PSOE andaluz este sábado 24 de febrero, donde su presencia hubiera sido lo normal en otros momentos del partido.
Horas más tarde, después de que la tensión soterrada de las últimas semanas empezara a desbordarse, desde el equipo de Sánchez comunicaron que finalmente sí estaría en Sevilla para conmemorar la efeméride institucional. En concreto, el líder del PSOE tiene previsto asistir a la entrega de medallas de Andalucía que se celebra en el sevillano Teatro de la Maestranza. Los galardonados se harán públicos este jueves.
Díaz defiende a Valenciano
Horas antes de que se hiciera pública esa decisión, Susana Díaz dejó entrever su malestar por la decisión de la dirección federal del PSOE de no postular a Elena Valenciano como responsable del Eurogrupo. Lo hizo en una entrevista en Telecinco. “Elena Valenciano es una persona muy reconocida. Quien va a Bruselas sabe que tiene prestigio, reconocimiento y capacidad”, defendió Díaz en un momento en el que ya era más que notable el malestar de una parte del PSOE por la decisión de Ferraz de no aupar a Valenciano al frente del grupo socialista europeo. Dijo desconocer que no sabía la línea de negociación de su partido e insistió en que “no puede ni pensar” en que la dirección federal no vaya a apoyar su candidatura por el hecho de que Valenciano la hubiera respaldado a ella en primarias.
La última vez que Pedro Sánchez estuvo en Sevilla, la situación era muy distinta. El líder del PSOE volvió a encontrarse con la presidenta andaluza a finales de enero en un desayuno informativo y ambos se esforzaron por dejar en el pasado las diferencias. Con todo, pese a la escenificación de una nueva etapa donde la guerra está supuestamente enterrada, se notó cierta tensión.
"Me niego a pensarlo", dijo Díaz sobre el veto de Ferraz a Elena Valenciano por su apoyo a la andaluza en las primarias
Sánchez y Díaz se entrevistaron algunos minutos antes de llegar juntos a la conferencia informativa del líder del PSOE. Después, los afines a Díaz se quejaron de la frialdad de Sánchez y de que hubiera hecho esperar a la presidenta andaluza para ese encuentro que pidió ella. Por su parte, los partidarios del secretario general insistieron en reprochar que las preguntas que tuvo que contestar en el desayuno estaban pensadas para deteriorar al dirigente socialista. Todos pusieron el foco en las avenencias, pero desavenencias hubo y muchas.
Rota la tregua
Los gestos de paz quedaron atrás hace unos días. La primera escenificación de que los dos bandos del PSOE volvían a enfrentarse llegó con el último comité federal del PSOE, que aprobó el reglamento interno. Susana Díaz no asistió y de su delegación andaluza acudieron tres de 40 representantes. Ninguno votó ese reglamento, que resta poder a los barones y diseña un partido donde la militancia tiene más margen y el secretario general se blinda con maniobras internas y se reserva la última palabra.
La tensión se destapó cuando el veto de Ferraz a Elena Valenciano, destacada susanista en las últimas primarias, desbordó el enfrentamiento. Destacados dirigentes del PSOE andaluz, como Mario Jiménez o Verónica Pérez o la exportavoz Soraya Rodríguez, hicieron público su malestar. También hubo discusión dentro del grupo de socialistas europeo. Alfredo Pérez Rubalcaba dejó claro que no había confirmado su asistencia a la escuela política de invierno que Pedro Sánchez vendió como un gesto para escenificar su reconciliación con los exdirigentes clásicos del PSOE. Susana Díaz también dijo en su entrevista en Telecinco que no había recibido información puntual de esa escuela de los socialistas prevista para marzo. Desde Ferraz, aseguran que fue el secretario de Organización, José Luis Ábalos, quien conversó este lunes con su homólogo andaluz, Juan Cornejo, para trasladarle la invitación de este acto de partido a la presidenta de la Junta.
Sánchez no estaba invitado al acto institucional del 28-F, pero "será bienvenido" y acogido con "cordialidad", insisten desde el Gobierno andaluz
Fuentes cercanas a Susana Díaz insisten en que no van a permitir que la presencia del secretario general el 28 de febrero enturbie o contamine con la guerra orgánica “el día más importante de la comunidad”. El formato tradicional del 28-F incluye un pleno institucional en el Parlamento andaluz y un solemne acto de entrega de distinciones por el Día de Andalucía en el teatro de la Maestranza, que incluye un discurso de la presidenta de la Junta y del Hijo o Hija Predilecta galardonado ese año. El mensaje oficial es que es “bienvenido” y que no van a caer en ningún tipo de discusión, y menos por cuestiones orgánicas, que empañe la celebración. “Lo recibiremos con cordialidad”, insisten. La realidad es que habrá muchos ojos pendientes de cómo es la relación entre ambos líderes del PSOE. Pedro Sánchez, insisten desde Ferraz, ha acudido también a la celebración del Día de Extremadura y a efemérides en otras comunidades, e insisten en que Andalucía es una comunidad estratégica en la agenda del líder socialista.
Este 28-F está envuelto en más simbolismo del habitual en un momento en que el desafío soberanista de Cataluña colapsa la política española. Fuentes cercanas a la secretaria general del PSOE andaluz aseguran que se están “librando batallas muy importantes” en el debate territorial y que el mensaje que se dé desde Andalucía va a estar “por encima” de enfrentamientos internos en el partido.
Pedro Sánchez no estaba invitado porque el ‘mailing’ que se hace desde protocolo de San Telmo, sede del Gobierno andaluz, “no incluye a los líderes políticos sin responsabilidades institucionales”. Pero él o cualquier otro responsable político que quiera estar en Sevilla el próximo 28 de febrero, Día de Andalucía, “será bienvenido”. Eso sí, Susana Díaz se enteró por las redes sociales de la asistencia del secretario general de su partido al día de su comunidad.
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