Pablo Iglesias vuelve a liarla en Andalucía y anima a distancia el debate político

La presidenta de la Junta, Susana Díaz, tiene un blanco favorito y no está en el hemiciclo andaluz. Han sido dos jornadas de debate gris y algo tedioso y solo al final Cataluña y Podemos han animado el patio. La socialista cargó contra el líder de Podemos, Pablo Iglesias, y a él le dedicó el cierre del debate sobre el estado de la comunidad que acoge el Parlamento. Las palabras de Iglesias un día antes, durante la presentación en Madrid del libro 'Repensar la España plurinacional', fueron el detonante. Una vez más, el líder de Podemos volvió a hablar de cuatro nacionalidades, refiriéndose a España, País Vasco, Cataluña y Galicia. En ese momento, de nuevo, se 'olvidó' de Andalucía.

Podemos distribuyó un vídeo en el que acusaban de nuevo a los periodistas de manipular las palabras de su líder. En este se podía oír a Iglesias defender durante ese mismo debate: "En Andalucía fue una movilización del pueblo andaluz la que forzó una vía constitucional no prevista para Andalucía, que hizo que hubiera que cambiar la ley del referéndum. Nuestro país es plurinacional, complejo territorialmente e identitariamente, conviven diferentes ordenamientos civiles". Por más acusaciones que hagan contra 'la prensa manipuladora', Iglesias dijo ambas cosas. Excluyó Andalucía como nacionalidad y después, en otro momento, se refirió al proceso autonómico andaluz.

Susana Díaz vio el cielo abierto para volver a coger vuelo político y desde la tribuna cargó contra el líder de Podemos. Sostuvo que Iglesias quiere volver a una fórmula de tres autonomías de primera que "rompió el 4-D" en Andalucía. "Estoy en absoluto desacuerdo con lo que ayer dijo Iglesias y estaré en desacuerdo lo diga quien lo diga", sostuvo. También Pedro Sánchez excluyó a Andalucía hace pocos meses como nacionalidad histórica.

La presidenta andaluza trató de poner contra las cuerdas a Podemos e IU insistiendo en hacer aflorar sus contradicciones y reclamándoles que aclaren si están de acuerdo o no con "ese disparate". Horas antes lo había hecho con Teresa Rodríguez. Díaz no quería que se le acusara de tapar los problemas y la realidad de Andalucía con Cataluña y caminó con cuidado con ese tema durante las dos jornadas de debate, pero también dejó claro que cree que tiene un arma contra la líder de Podemos y su socio Antonio Maíllo (IU) con este asunto y piensa explotarla.

En el debate territorial, sostuvo, "no caben ropajes, ni disfraces, ni ponerse de perfil ni silencios tácticos". Dejó claro que está "radicalmente en contra" del derecho a decidir porque eso supone que unos cuantos decidan sobre aspectos que afectan a todos "mientras otros nos quedamos mirando". Este cierre de Díaz, que no daba derecho a réplica a la oposición, indignó a los partidos a su izquierda. Teresa Rodríguez no quiso atender a los periodistas y se limitó a poner un mensaje en su cuenta de Twitter. "Andalucía es una realidad nacional, entre otras razones porque fue lo que su pueblo exigió un 4-D, aprobó en el referéndum un 28-F y así consta en su Estatuto, igualmente refrendado por el pueblo andaluz en 2007", puso como aclaración a las palabras de Iglesias.

Este también intervino desde las redes. Iglesias trató de zanjar un debate muy perjudicial para los intereses de Podemos en Andalucía a golpe de tuit. "Andalucía se ganó movilizándose y votando su reconocimiento como nacionalidad histórica para ser como la que más. Sin Andalucía no se entiende la plurinacionalidad en España. Así lo dijimos ayer".

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Iván Gil

El líder de IU en Andalucía, Antonio Maíllo, salió a auxiliar a Iglesias, tras conversar con él, acusando a Susana Díaz y al portavoz parlamentario socialista, Mario Jiménez, de mentir "a sabiendas". Este último también le respondió con un vídeo de la intervención del líder de Podemos donde sostiene: "En España hay cuatro naciones que comparten un mismo Estado: la española, la vasca, la gallega y la catalana". En definitiva, estaban todos en el Parlamento y sin embargo la parte política más interesante del debate se libró por las redes sociales.

Los malentendidos de Iglesias con Andalucía se han convertido ya en algo habitual, para preocupación de sus compañeros de filas. Algunos lo achacan solo a la manipulación de Susana Díaz y los medios de comunicación, otros admiten en privado que "debería de venir más y preocuparse de conocernos mejor". A finales de octubre, el líder de Podemos participó junto a Teresa Rodríguez en unas jornadas de la SER en Sevilla donde invocó el espíritu andaluz de 40 años atrás para allanar el referéndum catalán. Entonces fue muy cuidadoso, pero aun así Susana Díaz le acusó de "reescribir la historia del pueblo andaluz". Iglesias defendió el proceso autonómico andaluz y la movilización de su pueblo como "un ejemplo útil" para dar hoy una salida a Cataluña, ya que el Estado accedió modificar en 1981 la ley orgánica de referéndum por la presión de Andalucía, tras cuatro años de movilizaciones.

Iglesias ya recibió políticamente desde el PSOE andaluz, cuando en el debate electoral de las generales celebrado en Antena 3, hablando del derecho de autodeterminación de Cataluña, apeló al 4 de diciembre de 1977 en Andalucía, fecha de inicio del proceso autonómico andaluz. Entonces, le recordaron, los andaluces salieron a pedir autonomía y no independencia. En Andalucía no hay sentimiento nacionalista, dicen todas las encuestas a este respecto, pero sí una idea muy arraigada de que la comunidad debe estar en pie de igualdad con el resto. Si Podemos prima a Cataluña en el debate territorial, aquí posiblemente le pase factura electoralmente. Y Susana Díaz lo sabe.