Susana Díaz se pone ‘agro’: de la capital a los pueblos con la bandera de España

Susana Díaz estuvo el pasado jueves en La Roda de Andalucía (Sevilla), un pueblo de 4.278 habitantes. Su visita tenía la intención de prestar apoyo al sector de la aceituna de mesa tras la demanda de EEUU que amenaza las exportaciones españolas. Su mensaje más mediático versó sin embargo sobre la aplicación del 155 con una advertencia clara a Carles Puigdemont, sobre quien se preguntó si es consciente del daño que está haciendo a Cataluña, y un mensaje de cierre de filas con el Gobierno para que restituyera la legalidad cuanto antes.

La presidenta de la Junta de Andalucía, tras perder estrepitosamente las primarias frente a Pedro Sánchez, trasladó que a partir de ese momento iba a centrarse en Andalucía con la vista puesta en las elecciones autonómicas de 2019. Ahora también con la intuición de que habrá generales en pocos meses. Pocos la creyeron. Desde entonces sus movimientos están medidos.

El martes la presidenta de la Junta estuvo en la capital en la feria de Fruit Atraction pero su mensaje estaba volcada al ‘agro’ andaluz

No quiere perder el foco en el debate territorial pero su agenda ha cambiado sustancialmente. Antes no había hueco para visitar pequeños pueblos y volver la vista al medio rural, donde el PSOE ha reinado sin problemas. Ahora sí. Las visitas a Madrid y a otros territorios fuera de la comunidad andaluza están mucho más medidas. El martes estuvo en la capital en la feria de Fruit Atraction pero su mensaje estaba volcada al ‘agro’ andaluz. Habrá más en esta línea, confirman desde su gabinete.

Taponar a Cs y PP

Los socialistas andaluces se afanan por no dejar huecos para el crecimiento de otras fuerzas políticas, ni a izquierda ni a derecha. Preocupa casi más que Ciudadanos o el PP ganen espacio en mitad del desafío secesionista catalán a que Podemos e IU den el ‘sorpasso’ por la izquierda.

Fuentes del equipo de la presidenta aseguran que no es tanto un giro premeditado en su agenda ni un cambio de rumbo para reforzar la presencia de Susana Díaz en pequeños municipios como cumplir el objetivo de “pisar tierra”, estar “lo más pegada posible al territorio”. Sí admiten que en esta etapa las prioridades políticas y de agenda son diferentes a las que la ocupaban hace un año, enfrascada en convertirse en la secretaria general del PSOE.

Los socialistas andaluces, con una estrategia electoral invasiva a izquierda y derecha que casi siempre han ejecutado con éxito, están dispuestos a no dejar huecos. Aquí cuando se les pregunta por la posibilidad de que Podemos e Izquierda Unida, en plena confluencia, roben votos a su izquierda hasta hacerles perder el gobierno prácticamente se echan a reír. Esa posibilidad la estiman remota. Más ahora con Cataluña y el discurso territorial en primer plano.

Están convencidos de que el discurso de Pablo Iglesias, “reescribiendo la historia de Andalucía”, llevará a su partido a desfondarse en la comunidad. “Aquí vamos a defender un discurso constitucional y de Estado sin complejos. Eso está muy claro. Y si el nuestro tiene que ser más nítido que el de Ferraz, pues será. No hay problema”, señalan desde el Gobierno andaluz.

En el PSOE-A están convencidos de que el discurso de Pablo Iglesias, "reescribiendo la historia de Andalucía", llevará a su partido a desfondarse aquí

Desde el PSOE-A reflexionan en voz alta sobre el sentimiento que impera en los pueblos de Andalucía, donde los balcones se han llenado de banderas de España. Aquí, insisten, la figura del rey Felipe VI o la monarquía no está en cuestión de forma mayoritaria. “Solo hay que ver cómo se recibe a la Casa Real en sus visitas a la comunidad y el cariño que recibe de la calle. Ignorar eso sería absurdo”, insiste un dirigente del PSOE andaluz. Por eso llaman a achicar espacios a Ciudadanos y al Partido Popular. “Si sobre algo no hay dudas es sobre que Susana Díaz ocupa el centro político en Andalucía”, reflexiona alguien de su equipo. A la líder socialista, a quien desde sus propias filas la han acusado en muchas ocasiones de ser de derechas, eso no le preocupa nada, aseguran. Al revés.

No esconder la bandera de España

Es más, parece que la estrategia pasa más bien por convertir ese retrato de mujer de Estado, envuelta en la bandera de España que muchos señalaron como una debilidad, y por la que posiblemente perdió las primarias socialistas, en un activo electoral en Andalucía. “Ella no tiene ningún complejo porque sabe que es de izquierda. Punto. Nadie le tiene que dar un carné”, ironiza un diputado andaluz. “La mayoría de los policías y guardias civiles que están en Cataluña han salido de Andalucía. ¿A quién le puede extrañar que la presidenta de la Junta cierre filas con estos agentes?”, preguntan de forma retórica desde el Gobierno andaluz. “¿Es que no había militantes socialistas entre los cientos de andaluces que salieron a despedirlos cuando marchaban a Cataluña? Porque estamos seguros de que sí los había”, añaden.

El PSOE-A siempre ha tenido en el voto rural y en las ciudades medias su gran fortaleza electoral. En el seno del partido hay voces que llaman a no confiarse con esto y volver la mirada más a este espacio electoral. “Ahora parece que Pedro Sánchez ha virado de forma importante, pero el titubeo del PSOE hace quince días, las dudas que llevaron a desdibujar el papel de los socialistas en esta crisis de Estado, no puede cambiar el discurso del PSOE andaluz. Aquí siempre se ha reivindicado la bandera de España sin complejos. Nos sentimos tan andaluces como españoles”, asegura alguien en el puente de mando del actual PSOE-A.

"Vienen días muy duros. Confiemos en que todos estemos a la altura", defiende un veterano socialista

La consigna interna más concreta es no tener complejos, no permitir que “Podemos nos acompleje”, repiten. De hecho se constata una preocupación opuesta a la de Ferraz. Si en Madrid preocupa que no se entienda la foto de Pedro Sánchez ahora al lado de Mariano Rajoy, aquí más bien asusta que el PSOE pierda su posición de “partido de Estado” o que titubee al dar apoyo a la aplicación del 155 de la Constitución por el Gobierno. “Vienen días muy duros. Esperemos que todos estemos a la altura”, asegura alguien con muchos trienios en el carné socialista.

En el PSOE andaluz han pasado en dos semanas de mostrar en privado angustia por el papel que estaba jugando el partido frente al desafío secesionista a preguntarse qué habrá pasado para que Pedro Sánchez vire hacia las posiciones que ellos defendían. “Es curioso pero ahora oyes hablar al secretario general y dice lo mismo que Susana Díaz”, aseguran, ‘copiando’ la idea que lanza Podemos. “Aquí lo tenemos claro, vamos a ocupar el centro político e ideológico y volver al ADN del PSOE. Eso es lo que defendió Susana Díaz en las primarias y exactamente lo mismo que vamos a hacer ahora”, zanjan.