Susana Díaz vende que “aporta estabilidad” a una España en vilo con Cataluña

El Gobierno andaluz aprobó este martes su Presupuesto para 2018, convirtiéndose en la primera comunidad autónoma en sacar adelante las cuentas del próximo ejercicio. Ocurrió días después de que el Ejecutivo central confirmara la prórroga de los Presupuesto Generales del Estado tras la retirada de apoyo del PNV en pleno desafío secesionista. El mensaje de Susana Díaz ha sido claro, defendiendo que “Andalucía aporta estabilidad a España” en un momento en el que España está en vilo por la Generalitat de Cataluña.

La Junta ha precipitado esta aprobación de las cuentas con el fin de lanzar un mensaje político y adelantando los plazos habituales. Lo normal es que el Presupuesto llegue a la Cámara a finales de octubre. Es parte de su estrategia, admiten fuentes del Gobierno andaluz, hablar “como presidenta” y “a través de actos y no palabras”. Los grupos de la oposición, excepto Ciudadanos, se mostraron contrarios a que se hurte tiempo en la tramitación parlamentaria.

Esa “estabilidad” con la aprobación de los Presupuestos fue el principal mensaje político en un día marcado por la intervención del presidente catalán, Carles Puigdemont, en el Parlamento. Susana Díaz sacará adelante las cuentas gracias al apoyo de Ciudadanos, como ocurrió en los tres ejercicios anteriores y en su investidura. La gran concesión al partido de Albert Rivera ha sido la rebaja del impuesto de sucesiones y donaciones para las herencias hasta un millón de euros. Un asunto que había cosechado miles de firmas, una gran movilización social y una demanda que había sido liderada por el PP.

Con Ciudadanos

La consejera de Hacienda, María Jesús Montero, eludió poner aquí el acento y pidió la reforma del impuesto para armonizarlo en toda España en el próximo modelo de financiación autonómica. Podemos e IU han criticado duramente una rebaja fiscal que consideran “de derechas” y han alertado de que Andalucía pierde fuerza recortando ingresos para elevar la voz y pedir más financiación ante el Gobierno central.

El Presupuesto andaluz, ya en el Parlamento autonómico, prevé un crecimiento de la economía andaluza del 2,6% en 2018 y da por buena la recuperación económica. Las cuentas crecen un 3,9%, hasta los 34.759 millones de euros. La deuda pública sigue aumentando, hasta los 4.556 millones de euros, un 9,5% más por las amortizaciones pendientes del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA). También crecen las inversiones, hasta los 3.709 millones de euros, un 10,7% más. Aunque en términos absolutos el mayor incremento, con diferencia, es para personal, es decir, para los 270.000 empleados públicos. Ese capítulo sube 425 millones de euros, hasta los 10.668 millones.

La Junta de Andalucía prevé un crecimiento del 2,6% en 2018 y da por buena la recuperación económica

Como grandes datos, el Gobierno autonómico subrayó que el próximo año Andalucía batirá récord con su PIB, con una estimación de 166.000 millones de euros, por encima del nivel previo a la crisis, superando los 157.147 millones de 2008. Un dato sobre la riqueza que no obstante deberá acompasarse con un elevado dato de desempleo, admitió la Junta. El Gobierno andaluz mantendrá el empleo creado con la jornada de 35 horas para sus empleados públicos, recurrida por el Gobierno y paralizada por el Constitucional, y no habrá despidos, insistió Montero. Se contempla además una subida salarial del 1,1%, según negocia el Ministerio de Hacienda.

Renta mínima y universidad gratis

Entre los anuncios, también destacó la consejera de Hacienda la puesta en marcha de una renta mínima de inserción social, la bonificación de las matrículas universitarias y que “ningún empleado público de la Junta a jornada completa cobrará menos de 1.000 euros”. El Gobierno andaluz también subrayó que el Servicio Andaluz de Salud (SAS) contará “con el mayor presupuesto en la historia”, en un momento en que las mareas blancas siguen muy activas.

Susana Díaz optó por aprobar sus Presupuestos como mensaje ante lo que ocurre en Cataluña, mientras que fuentes próximas a la presidenta aseguran que mantendrá un “perfil institucional” durante los próximos días, aferrada a su papel como presidenta de Andalucía e intentando mantenerse “al margen” de cualquier disputa orgánica en el seno del PSOE. Está confirmada en su agenda su presencia en Madrid en la fiesta del 12 de octubre.

La dirigente andaluza no ha podido evitar en los últimos días verse señalada, en muchas ocasiones desde Ferraz, como responsable de los movimientos internos en el PSOE contra el secretario general, Pedro Sánchez, mientras que existían dudas sobre el apoyo de los socialistas al Gobierno en caso de que se decidiera a aplicar el 155 de la Constitución.

Díaz no ha tenido interlocución directa con Moncloa pero sí habló con el Rey en una ronda de contactos de Felipe VI con varios dirigentes políticos

Desde el equipo de Díaz niegan que la presidenta andaluza tenga interlocución directa con el presidente Mariano Rajoy o con otros dirigentes del PP, e insisten en que ese papel no le corresponde como presidenta de la Junta. Sin embargo, sí que confirman fuentes próximas a la presidenta andaluza que habló con el rey Felipe VI antes de su mensaje público dentro de una ronda de contactos emprendida con varios dirigentes políticos. Susana Díaz trasladó entonces su apoyo sin fisuras al “orden constitucional”. Tras el mensaje televisado del monarca, Díaz fue de las primeras dirigentes en poner un tuit público mostrando su total apoyo al mensaje desde Zarzuela: “Comparto la defensa de la Constitución, la democracia y la convivencia de todos los españoles que ha hecho el Rey”.

Tensión con Ferraz

Desde el PSOE andaluz insisten en que mientras que Pedro Sánchez mantenga la actual hoja de ruta y después de que se haya aparcado la reprobación a la vicepresidenta, Soraya Saénz de Santamaría, Susana Díaz mantendrá “un perfil bajo” y evitará tener el foco en las reuniones del consejo territorial y el comité federal del PSOE convocados para los próximos días. No ocultan tensión con Ferraz, a quienes acusan de situar a Díaz en el ojo del huracán en “una operación para tratar de debilitarla”, aseguran.

La orden de Susana Díaz a los suyos pasa, hasta ahora, por vigilar de cerca los movimientos políticos evitando ser críticos abiertamente. Otra cosa es la desazón y el malestar que, en privado, han trasladado muchos dirigentes del PSOE andaluz en días pasados con la dirección de su partido.