Tres cuerpos sepultados bajo hormigón: podrían ser Sandra, su pareja y su hija

Sábado, 16 de septiembre, a las 14:30. Ese es el momento en el que se pierde el rastro de Sandra Capitán, de 26 años y embarazada de tres meses, y de su hija Lucía, de seis años. En la cocina de su piso de Bellavista (Sevilla) dejan unas patatas en la freidora y una hamburguesa medio hecha sobre la encimera, pero ninguna pista que explique su ausencia. Ante la falta de noticias sobre su paradero, los familiares acuden a la policía dos días después, y descubren entonces que una tercera persona también ha desaparecido: la pareja de Sandra, un ciudadano turco de 55 años llamado Mehmet.

En un primer momento se sospechó que podía tratarse de una huida voluntaria, y es que en el domicilio no se halló el bolso de ella. De todos modos, los agentes encontraron frente a la casa los dos coches de la pareja, lo que les indujo a pensar en un secuestro. De esta manera, la investigación pasó a centrarse en Mehmet, cuyos antecedentes por narcotráfico en España se convirtieron en el punto de partida de las pesquisas. A partir de entonces, la policía barajaría el ajuste de cuentas como una de las principales hipótesis.

Dado que el caso está bajo secreto de sumario, los agentes evitan por ahora dar más datos sobre este ciudadano turco, pero desde la embajada de su país confirman a El Confidencial que ha tenido problemas con la Justicia en los últimos años. “Salió de la cárcel en 2014”, aseguran, pero no profundizan en los delitos que cometió ni en el tiempo que estuvo entre rejas. “A nosotros solo se nos ha comunicado su desaparición. No sabemos nada más”.

De todos modos, mientras en la embajada esperan una llamada de la policía para conocer la última hora de la investigación, los agentes han ido un paso más allá y han detenido a tres personas que han pasado a disposición judicial este martes. Fuentes del cuerpo no han aclarado su grado de implicación en los hechos, pero sí han confirmado que uno de ellos señaló un domicilio concreto por su relación con el caso: el número 168 de la calle del Azofairón, en Dos Hermanas.

Tras desplazarse hasta el lugar, los agentes localizaron una masa de hormigón reciente que tapaba un pozo ciego, lo que les hizo sospechar que habían llegado demasiado tarde y que bajo el suelo se encontraban los cadáveres de los desaparecidos. Ante la dificultad que entrañaba el terreno, la policía pidió ayuda a la Unidad Militar de Emergencias (UME) de la Base de Morón, que con maquinaria pesada excavó en la zona hasta la madrugada de este lunes, cuando encontró restos humanos de dos adultos y un menor. Según han confirmado fuentes policiales, los cuerpos se encontraban enterrados en sosa caústica para acelerar su descomposición, lo que apunta a que fueron asesinados.

Las autoridades todavía esperan los resultados de la autopsia para confirmar la muerte de Sandra, Lucía y Mehmet, pero el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, ha reconocido este lunes que los más probable es que los restos hallados en Dos Hermanas sean de sus cadáveres. En declaraciones a los periodistas, Sanz se ha mostrado además confiado en que las confesiones de los detenidos aclaren las circunstancias de la muerte de estas tres personas, un suceso que ha calificado de “espantoso”.