La guerra de la sanidad se recrudece con denuncias de instalaciones obsoletas
Spiriman comenzó hace un año las reivindicaciones. La muerte de una joven en un ascensor del hospital sevillano dispara las críticas contra la gestión sanitaria de la Junta de Andalucía
Sin tregua alguna. Ni en agosto la hubo, ni ahora en septiembre, a la vuelta de las vacaciones del Gobierno de Susana Díaz. La sanidad pública andaluza se ha convertido en la gran baza de la oposición de Andalucía y la presidenta socialista sabe muy bien que en este asunto sus contrincantes políticos no han pinchado en hueso. Porque hay mucha materia de la que rascar y la situación, lejos de mejorarse, empeora.
Hace un año se empezó a notar Spiriman con sus convocatorias multitudinarias en Granada. El médico granadino no solo no se ha callado, sino que continúa con fuerza, apoyándose en las redes sociales y sus vídeos en YouTube, contra la política sanitaria del Gobierno socialista de la Junta de Andalucía.
El 15 de octubre, la vuelta a las calles de Spiriman, cada vez está más cerca, pero él no es el único obstáculo que tendrá que sortear la Consejería de Salud. La muerte de Rocío Cortés en el hospital sevillano de Valme ha centrado el problema en la obsolescencia de las infraestructuras hospitalarias en Andalucía.
Ciudadanos Andalucía rechaza la celebración de un pleno monográfico sobre el suceso de Valme. El PP critica que C’s “vuelva una vez más a ejercer de bastón del PSOE y haya votado en contra de celebrar este pleno”. Díaz tacha como “ruin” la crítica a su antigua “joya de la corona”, pero la realidad es que el desgraciado accidente del ascensor en Valme no es un caso ni menos aislado.
El “tercemundista” hospital Carlos Haya
Centros de referencia en Andalucía como el Hospital Regional Carlos Haya de Málaga se encuentran deteriorados. El Sindicato Médico denuncia el estado “de postración y abandono realmente preocupante” de la infraestructura a la que no dudan en calificar como “hospital de campaña y tercermundista”.
El Defensor del Paciente ya denunció que las urgencias del Carlos Haya eran “las peores de España”. “Su estado de insalubridad y deterioro no solo atenta contra el derecho a un servicio digno del paciente, sino también contra la moral y el ánimo de sus trabajadores que se dejan la piel en su servicio en un hospital que se cae de viejo”.
Y están las pruebas, documentadas de modo gráfico: mobiliario roto, sillas con las posaderas rajadas, marcos de puertas de madera carcomida, suelos que no se han cambiado desde su construcción, sucios y con roturas, muy gastada en algunas zonas, esquinas desportilladas por el paso durante décadas de camillas, puertas de emergencia que no cierran bien, ventanas que se mantienen herméticas con celo.
Acumulación de cajas de basura en otras, enchufes peligrosamente sin carcasa, esquinas rotas, salidas de ventilación con anomalías
También hay techos irregulares con zonas donde no existe el contratecho, suelos mugrosos en muchas partes, acumulación de cajas de basura en otras, enchufes peligrosamente sin carcasa, esquinas rotas, salidas de ventilación con anomalías, estructuras de consultas con la salida de emergencia erróneamente situada, zócalos deteriorados, cuartos de basura ínfimos, cajones con material sensible que no cierran.
“El hospital mantiene una gran superficie rehabilitada de Urgencias, completamente nueva y lista desde octubre de 2016 que ahora utiliza como almacén improvisado de mobiliario, de una manera caótica y que ya empieza a afectar al estado de sus flamantes consultas”, critica el Sindicato Médico que considera que se está “tirando” el dinero invertido. “Simplemente no se abre porque no se quiere contratar a más personal y no porque no haya presión asistencial”.
En Sevilla, la Marea Blanca ya se manifestó el pasado mes de junio contra el colapso de los servicios de urgencias de los centros del Servicio Andaluz de Salud debido a la falta de personal y los recortes económicos de la sanidad pública. Sebastián Martín Recio, portavoz de Marea Blanca en Sevilla, criticó el "empeoramiento de la calidad asistencial" de la sanidad pública, a consecuencia del "cierre de alas en los hospitales y la reducción del número de camas.
Pagos millonarios a directivos
A principios de agosto se conoció el informe de la Cámara de Cuentas de Andalucía que certificaba que en plena crisis económica el SAS (Servicio Andaluz de Sanidad) de la Junta de Andalucía pagó 2,2 millones de euros fuera de la ley a directivos y cargos intermedios de sus agencias públicas. Por ley, los topes salariales de los entes relacionados con la Junta, la llamada Administración paralela, fija sueldos por debajo de las nóminas de la presidenta y los consejeros.
La Junta de Andalucía también pagó otros cinco millones de euros fuera de convenio a personal del SAS (el informe no especifica si son trabajadores o directivos) en concepto de horas extraordinarias o dietas. El Gobierno andaluz suprimió 7.773 empleos de la sanidad pública andaluza con un ahorro en sueldos de 5 millones de euros. Se dispararon los contratos eventuales, en algunos casos (contratados por acumulación de tareas) hasta un 800% y además se ha incumplido la ley con los "adscritos temporales" a los servicios centrales del SAS.
Carlos Bautista, médico de atención primaria: “Esto se desmantela día a día. La desazón es terrorífica”
Y en julio, tras la publicación de El Confidencial de las polémicas instrucciones del Servicio Andaluz a los médicos de familia para que atendieran la norma de un paciente cada minuto, la Junta decidió, ante las críticas de todos los colectivos, que el médico atendería lo necesario. La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, se comprometió a mejorar la situación de la atención primaria en la Comunidad.
Las quejas de pacientes y médicos van en permanente aumento. “Estamos cansados de que se nos ningunee”, declaró Carlos Bautista, portavoz de Basta ya, la plataforma recién creada en la provincia malagueña para mejorar las condiciones del personal facultativo. “Esto se está desmantelando día a día. No tenemos respuesta para nuestros pacientes. La desazón es terrorífica”.
Sin tregua alguna. Ni en agosto la hubo, ni ahora en septiembre, a la vuelta de las vacaciones del Gobierno de Susana Díaz. La sanidad pública andaluza se ha convertido en la gran baza de la oposición de Andalucía y la presidenta socialista sabe muy bien que en este asunto sus contrincantes políticos no han pinchado en hueso. Porque hay mucha materia de la que rascar y la situación, lejos de mejorarse, empeora.
- La Junta paga 5 millones fuera de ley a directivos de su sanidad pública Agustín Rivera. Málaga Isabel Morillo. Sevilla
- Un paciente cada minuto: el plan de la Junta en la sanidad pública andaluza para verano Agustín Rivera. Málaga
- Spiriman no está solo: 50.000 personas contra los recortes en la Sanidad andaluza Agustín Rivera