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El ‘ex tres’ de Podemos alerta del peligro de ser “un partido errático y poco confiable”
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El ‘ex tres’ de Podemos alerta del peligro de ser “un partido errático y poco confiable”

Sergio Pascual avisa de que “Podemos no debe ser ‘Los Inmortales’, donde solo puede quedar uno” ante la guerra abierta entre Iglesias y Errejón

Foto: Sergio Pascual en el barrio sevillano de El Tiro de Línea. (Fernando Ruso)
Sergio Pascual en el barrio sevillano de El Tiro de Línea. (Fernando Ruso)

Sergio Pascual, el exsecretario de Organización de Podemos que fue destituido de forma fulminante el pasado mes de marzo, asegura que no respira por ninguna herida. Su destitución avanzó la guerra interna que hoy ha estallado en las tripas del partido. “Eso está completamente superado”, señala, aunque admite que desde entonces no ha tenido oportunidad de hablar cara a cara con Pablo Iglesias. ¿Ni cinco minutos? “No compartimos espacios”, alega aunque está sentado a pocos metros de su escaño. Pascual, mano derecha de Errejón hasta su destitución, es diputado por Sevilla y ha vuelto estas semanas a la primera línea en clave andaluza. Se integra en una de las tres candidaturas que pelearán por disputar la secretaría general de Teresa Rodríguez. Para muchos en Andalucía, como en Madrid, se libra el primer asalto de la verdadera batalla, la que librarán Iglesias y Errejón, en el congreso nacional de febrero o marzo.

“El tiempo da y quita razones y estoy trabajando donde creo que debo hacerlo”, explica el diputado sevillano durante un café con El Confidencial en el barrio sevillano de El Tiro de Línea, donde tiene su casa y los vecinos lo saludan al pasar. Cuando se le pregunta si la guerra interna es tan cruenta como proyectan públicamente y si la relación entre Iglesias y Errejón es tan mala como atestiguan sus pullas públicas y sus tuits, se muerde la lengua. ¿Esto es un pulso y el que pierda barrerá a la otra parte? “Honestamente espero que no sea así. Creo en un partido político donde existen los equilibrios, los contrapesos, los consensos, donde todas las almas caben y suman, y no un partido donde solo puede quedar uno, como en ‘Los Inmortales'”.

"Creo que ahora más que nunca hay que decir lo mismo que dijimos al nacer: somos los de abajo"

Él, insiste, no ha cambiado de discurso. Indirectamente lamenta que Pablo Iglesias, con quien no habla, sí lo haya hecho. “No hay que demostrar si el PSOE es más de izquierdas o más de derechas sino que hay una casta con intereses comunes, muy próximos, una coalición de intereses propia de estructura ‘mafiocráticas’ de PP y PSOE. Creo que ahora más que nunca hay que decir lo mismo que dijimos al nacer: somos los de abajo. Hay gente que viene de votar cosas muy diferentes que sufren los mismos golpes de quienes nos gobiernan”, insiste en clara línea con Errejón.

Cuando se le pregunta qué queda de aquel Podemos que en las pasadas elecciones abanderó la socialdemocracia y de aquel Pablo Iglesias que hablaba bien de Zapatero responde: “Tenemos el riesgo de caer en el cambio de opinión permanente que es normal en un ciclo electoral porque todo se acelera mucho pero que es tremendamente contraproducente cuando esto acaba. He señalado ese riesgo de que la gente nos lea como erráticos y poco confiables”. “Yo no he cambiado. Pregúntele a él. Hay que conectar con las mayorías y los grandes consensos sociales. No sé las razones que han llevado a otros a modificar parte de su discurso”, concluye.

Aunque en Andalucía la pelea clásica ha sido entre Teresa Rodríguez y Sergio Pascual, él ha decidido no dar esta vez un paso al frente. Está “muy comprometido” con la opción de Plaza a plaza pero cree que si se postulaba, “esto se iba a convertir en un debate de nombres y era un mal enfoque”. Podemos tiene en marcha su segunda Asamblea Ciudadana andaluza, un congreso que terminará el próximo 9 noviembre con la renovación de sus órganos de dirección y un nuevo proyecto político. La convocatoria lanzada por Teresa Rodríguez, del ala de Izquierda Anticapitalista, se solapa con otros congresos como el de Madrid y con el propio debate nacional. La intención de Rodríguez es acabar con el “boicot” de los críticos en la dirección andaluza, donde se sientan muchos errejonistas. Este fin de semana se abren las votaciones para que las opciones en liza cristalicen en candidaturas formales.

Negociando la suma de errejonistas

Junto a la candidatura Por una marea andaluza, de Teresa Rodríguez, Plaza a plaza, donde se inscribe Sergio Pascual, hay una tercera, Ahora Andalucía, que encarnan las diputadas andaluzas Carmen Lizárraga y Esperanza Gómez, ambas doctoras universitarias. Esta corriente ‘ilustrada’, muy lejos de Anticapitalistas, ha estado a punto de integrarse con la candidatura donde va Pascual. Él cree que, pese a que hay escollos, “hasta el último minuto” hay posibilidades de integración. Ahora Andalucía pide un cupo de cinco sillones en la dirección al margen de primarias. “No podemos dar posiciones de salida ventajosas ni decirle a la gente que hay algunos que sin presentarse a primarias van a tener privilegios”, insiste Pascual. Admite que esta división hace más fuerte a Teresa Rodríguez pero alega que tienen “un código ético”.

"Felipe González y Susana Díaz son las dos personas que mejor representan a esa casta del PSOE que ha torcido el brazo a la militancia de su partido"

“Tenemos que pensar en qué Podemos Andalucía construir para ser una alternativa al PP”, defiende Pascual, dando por sentado que tras abstenerse para dar paso a Mariano Rajoy el PSOE, especialmente en Andalucía con Susana Díaz al frente, va a dejar libre el espacio de la izquierda. “En estos momentos Felipe González y Susana Díaz son las dos personas que mejor representan a esa casta del PSOE que ha torcido el brazo a la militancia de su partido y a sus votantes demostrando que son primos hermanos de la casta del PP. De alguna manera le dan la razón a toda la gente del 15M que decía ‘PSOE-PP la misma mierda es’. Son una especie de mafia que funcionan y actúan con intereses comunes”.

Contra Felipe González

Pascual no condena con claridad la algarada en la Autónoma que impidió a Felipe González el pasado miércoles dar una conferencia. “El señor González tiene más posibilidades y más medios para dirigirse en estos momentos a los españoles que ningún otro ciudadano de este país, quitando quizás al presidente del Gobierno. Tengo serias dudas con ese relato que dice que se le coarta la liberta de expresión”, aduce. Cuando se le pregunta si ese retrato del Podemos más radical no es un regalo para el PSOE deja claro que esa manifestación no la convocó su partido. “Son estudiantes indignados con Felipe González por haber dado el Gobierno al partido de la Gürtel”.

"Hay que tener un pie en la calle y otro en las instituciones. La lógica de la resistencia de los Anticapitalistas solo tiene un fin, el agotamiento"

¿Esa algarada universitaria encarna lo que pide Iglesias cuando llama a volver a las calles? “Hay quien dice que hay que tener 1.000 pies en la calle y uno en las instituciones. Yo creo que la cosa tiene que ser mucho más equilibrada”. Recuerda que él ha militado en el mismo partido que Teresa Rodríguez, fue del SAT y de Izquierda Anticapitalista, y como funcionario lideró la marea naranja contra la llamada ley de enchufismo de la Junta que sacó a 50.000 personas a la calle. “No paramos la ley. Ahora desde el Parlamento podríamos haber hecho mucho más”.

“Tengo la firme convicción de que la gente nos ha votado para que hagamos cosas en las instituciones. No nos ha pedido que abandonemos las calles, por supuesto, pero desde luego hay que tener un pie en cada lado porque si no nunca vamos a ser útiles a la gente. La lógica de la resistencia de los compañeros de Izquierda Anticapitalista solo tiene un fin, el agotamiento de la gente. A mí sí me gustan las instituciones de este país, no quiero liquidarlas sino ponerlas al servicio de la gente”.

La vieja izquierda

Cuando se le pregunta qué separa a Plaza a plaza de Teresa Rodríguez señala que ellos “hablan textualmente de construir nuevos sentidos comunes”. “Nosotros creemos que eso ya se consiguió con el 15-M, las distintas mareas o la PAH (Plataforma de Afectados por las Hipotecas) y debemos ser ahora un instrumento. No creo que tengamos que ir a dar lecciones a los movimientos sociales o decirle a la sociedad qué debe querer. Tenemos que ir a escucharlas y trasladar sus demandas a las instituciones donde antes no estaban representados. Creo que son dos lógicas totalmente diferentes. La clásica de la extrema izquierda española de ir a los espacios públicos a las calles a dar lecciones frente a la lógica de traducir lo que ya ha instalado el 15-M a los parlamentos. La izquierda pedagoga y aleccionadora frente al nuevo modelo. Es una lógica vieja”. Niega que su modelo sea más centralista. “Es mentira”, declara. “Hablamos claramente de pedir en un plazo de tres meses a la dirección nacional un grupo propio en el Congreso y un CIF propio en Andalucía”.

Pascual no comparte la oposición que Teresa Rodríguez hace al PSOE y apuesta por lanzar "propuestas radicalmente mayoritarias"

Pascual no comparte discursos ‘guerracivilistas’ como el que hizo Teresa Rodríguez, con el aplauso de Iglesias, en el debate del estado de la comunidad, advirtiendo a Susana Díaz de que tienen que pedir perdón “a los socialistas que tienen a sus abuelos enterrados en las cunetas”. “Cada uno tiene su estilo y el mío es el de mirar hacia delante, al futuro. Creo que ahora mismo el PSOE tiene contradicciones suficientes como para que tengamos que mirar al pasado”. Haría una oposición andaluza con un Podemos lanzando “propuestas radicalmente mayoritarias”. “Tendríamos que enfrentar al PSOE a sus propios demonios y obligarles a dejar claro si están con la gente o con las élites económicas”, señala. “Creo que en política hay que ser coherente, serio y fiable. He sido funcionario y soy un servidor público, creo en el Estado de derecho y creo que las reglas del juego no se pueden cambiar a cada momento”.

Sergio Pascual, el exsecretario de Organización de Podemos que fue destituido de forma fulminante el pasado mes de marzo, asegura que no respira por ninguna herida. Su destitución avanzó la guerra interna que hoy ha estallado en las tripas del partido. “Eso está completamente superado”, señala, aunque admite que desde entonces no ha tenido oportunidad de hablar cara a cara con Pablo Iglesias. ¿Ni cinco minutos? “No compartimos espacios”, alega aunque está sentado a pocos metros de su escaño. Pascual, mano derecha de Errejón hasta su destitución, es diputado por Sevilla y ha vuelto estas semanas a la primera línea en clave andaluza. Se integra en una de las tres candidaturas que pelearán por disputar la secretaría general de Teresa Rodríguez. Para muchos en Andalucía, como en Madrid, se libra el primer asalto de la verdadera batalla, la que librarán Iglesias y Errejón, en el congreso nacional de febrero o marzo.

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