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El PSOE y Susana Díaz ordenan no hablar de la abstención hasta "cerrar heridas"
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NUEVA ETAPA EN LA CASA SOCIALISTA

El PSOE y Susana Díaz ordenan no hablar de la abstención hasta "cerrar heridas"

Dan orden de no hablar hasta que se calmen los ánimos porque temen que se rompa la unidad del voto. Será Javier Fernández quien lidere el debate de la abstención

Foto: Javier Fernández conversa con Susana Díaz y Guillermo Fernández Vara, en el comité federal del PSOE del pasado 30 de enero. (EFE)
Javier Fernández conversa con Susana Díaz y Guillermo Fernández Vara, en el comité federal del PSOE del pasado 30 de enero. (EFE)

El PSOE andaluz está oficialmente “reflexionando”. Hasta los dirigentes que, hace pocos días y casi prácticamente desde la noche electoral, admitían en privado que tenían clarísimo que ir a terceras elecciones era hacer más fuerte al PP y que había que explicar bien y a fondo los motivos de la abstención, de repente tienen dudas. Susana Díaz, una vez más, midió al milímetro sus palabras. Sigue sin tocar hablar de este tema y se mantiene firme en lo dicho hasta ahora. Que con 85 diputados toca oposición y que hay que evitar ir a terceras elecciones. ¿Entonces? “Ya hablaremos en el comité federal, el órgano correspondiente”. Y punto final.

La orden en las filas socialistas es dejar pasar tiempo y enfriar los ánimos después del bochornoso espectáculo del sábado. Temen que la fractura se traslade al grupo del Congreso y han marcado como prioridad preservar esa unidad con cesiones. Desde Sevilla, el número dos del PSOE-A, Juan Cornejo, dijo prácticamente lo mismo que el presidente de la gestora, el asturiano Javier Fernández. En el PSOE saben que hay una profunda división en el partido y un hondo malestar en la militancia, y esto último les preocupa especialmente. "Aquí no puede romper la disciplina de voto nadie", advirtió el andaluz. Dirigentes del partido en Andalucía consultados por este periódico dejan claro que hay que alejar como sea el argumento que ha utilizado Pedro Sánchez en los últimos días y que sostenía que todas las maniobras internas de los barones, en el ala derecha de la casa socialista, iban encaminadas a derrocarlo para dar paso al PP. En eso se muestran firmes al unísono: “Es absolutamente mentira”.

Díaz aboga por dejar trabajar a la gestora para que abra sendero de confianza

La caída de Sánchez la precipitó su intento de blindarse en el cargo con un congreso extraordinario, pero el temor a que el líder socialista cerrara un acuerdo con Podemos y los independentistas para formar Gobierno también influyó de forma determinante. “Lo tiene hecho, lo tiene hecho, es una locura”, se ha oído en miembros del PSOE andaluz con sillón en Ferraz. Todavía las heridas están muy abiertas. Hay socialistas en ‘shock’. A nadie en el partido le duelen prendas en admitir que el espectáculo ha sido lamentable. En las filas andaluzas hay autocrítica y también un hondo pesar, sufrimiento, por la imagen que ha dado el socialismo. La consigna es clara: “Si respetamos todos las reglas del juego a rajatabla, todo saldrá bien”. Eso lo traducen como posponer el debate hasta que haya un comité federal y, por ahora, respetar lo acordado: no a Rajoy y no a los independentistas.

Foto: Javier Fernández, durante su primera rueda de prensa como presidente de la gestora del PSOE, este 3 de octubre en Ferraz. (Reuters)

El milagro PNV

Los socialistas insisten en su escenario perfecto con el PNV votando al candidato del PP y salvando a un PSOE roto de tener que tragarse el sapo de abstenerse ante la derecha. Pero no pueden dar por hecho que eso vaya a ocurrir y lo saben. Quienes ocupan el puente de mando del PSOE-A admiten que hay argumentos a favor y en contra de la abstención. Reconocen también que hay una parte de los barones que prefieren el no e ir a terceras elecciones. Pero cuando se explayan, se detecta que en el argumentario hay ya muchas más razones en el platillo de la abstención. Para ir a terceras, el PSOE necesita un candidato que no tiene e ir a primarias en pocas semanas. Susana Díaz no va a ser cartel electoral en ese envite, dejan claro. Habría que buscar a un tercero que quisiera someterse a ese desgaste.

En el PSOE-A admiten que hay argumentos a favor y contra la abstención. Reconocen también que parte de los barones prefieren el no e ir a terceras elecciones

“Al PSOE le parecería muy importante que no hubiera terceras elecciones, pero ha vivido muchas confrontaciones y siempre ha tenido la capacidad de resurgir con mayor fuerza. El PSOE puede volver a ganar las elecciones en este país”. Así terminó el dos del PSOE-A su rueda de prensa de este lunes en la sede regional de San Vicente. La realidad es que temen que Rajoy y el PP se crean con fuerza y traten de imponer sus condiciones. Tienen muy claro que son los socialistas, con 85 diputados, los que deben de ser capaces de fijar líneas rojas, y consideran que tienen margen para situarse en la oposición y promover “cambios y reformas muy importantes”. “Podemos tener la última palabra en el Presupuesto”, insisten desde la dirección del partido en Andalucía.

Fernández reunirá a los barones para ver cómo evitan terceras elecciones

Fernández, dispuesto a asumir el desgaste

El peso del discurso a partir de ahora va a recaer en Javier Fernández. Él está de salida, no se va a volver a presentar a otras elecciones y puede asumir el desgaste de dar ese paso. Desde el PSOE andaluz insisten en que “la abstención no será una decisión personal de nadie” sino una postura que nazca del debate colegiado en el órgano correspondiente. Queda claro que Susana Díaz y su equipo van a trabajar a todo tren para evitar que se achaque a la dirigente andaluza esa decisión que quemaría su futuro político inmediato.

Un congreso federal en primavera le permitiría aspirar al liderazgo del PSOE sin tener que dejar la Junta. Ganaría tiempo para ultimar su relevo

De haber abstención, la baronesa socialista dispondría de un plazo cómodo para asumir las riendas del partido. Un congreso federal en primavera le permitiría aspirar a la secretaría general del PSOE sin tener que dejar la presidencia de la Junta. Ganaría tiempo para ultimar su relevo en el feudo socialista andaluz y amarrar su sucesión con garantías y minimizando daños. Dejaría el Gobierno andaluz cuando tuviera que presentarse a elecciones, y eso no sería antes de año y medio o dos años. Si el no a Rajoy gana en el debate interno, los planes se verían alterados. Unas primarias deberían decidir el candidato y todos los que rodean a la presidenta andaluza aseguran que no sería ella.

Susana Díaz cuenta además con los argumentos que dio a la oposición a favor de la abstención cuando ella misma intentó sin éxito su investidura en Andalucía durante más de 80 días. La entonces candidata tendió la mano a todos los partidos, pidió responsabilidad y dejó muy claro en muchas ocasiones que abstenerse no era apoyar nada sino evitar el bloqueo. Cualquier repaso a la hemeroteca deja decenas de pronunciamientos en ese sentido que algunos de sus compañeros más políticos insisten en recordar ahora a los periodistas. “Se ha pervertido el sentido y el valor de la abstención política”, machacan en su círculo. “Rajoy tiene que hacer como ella y presentarse muchas veces”, insiste un dirigente del PSOE-A.

Calma, tiempo y debate, esa es la consigna oficial. Ahora hasta los socialistas que defendían la abstención aseguran que están "reflexionando"

Y si no es tiempo aún para destapar las cartas y hablar de abstención, mucho menos lo es para dejar claro si Díaz se presentará al próximo congreso federal. La ambigüedad calculada sigue siendo la tónica. Si quieren defender la abstención como posición política, lo lógico sería pensar que es mejor empezar ya a ganar terreno para colmar de argumentos sólidos una opción difícil de explicar. Hasta que estalló el cruento capítulo final del ‘Juego de tronos’ socialista, los dirigentes andaluces admitían en privado que el camino era abstenerse. Ahora piden calma, tiempo y debate, y evitan dar sus opiniones personales. Susana Díaz, dicen, “no ha salido dañada” y “el daño es al PSOE”. Pero saben que en el último año la imagen política de la presidenta de la Junta ha sufrido graves daños y tienen que evitar como sea que se siga deteriorando, porque sí que admiten que ella es ahora mismo “el único liderazgo de verdad capaz de ponerse al frente del partido”.

El PSOE andaluz está oficialmente “reflexionando”. Hasta los dirigentes que, hace pocos días y casi prácticamente desde la noche electoral, admitían en privado que tenían clarísimo que ir a terceras elecciones era hacer más fuerte al PP y que había que explicar bien y a fondo los motivos de la abstención, de repente tienen dudas. Susana Díaz, una vez más, midió al milímetro sus palabras. Sigue sin tocar hablar de este tema y se mantiene firme en lo dicho hasta ahora. Que con 85 diputados toca oposición y que hay que evitar ir a terceras elecciones. ¿Entonces? “Ya hablaremos en el comité federal, el órgano correspondiente”. Y punto final.

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