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los incentivos no bastan

El talento fugado se resiste a volver

Siete profesionales han regresado a Andalucía desde que se aprobaron hace año y medio los incentivos para facilitar la vuelta de universitarios. La oferta laboral no es atractiva

Foto: Pasajeros caminan frente a un tablero electrónico en el aeropuerto de Fráncfort. (EFE)
Pasajeros caminan frente a un tablero electrónico en el aeropuerto de Fráncfort. (EFE)

Volver del extranjero no es tan fácil. Sobre todo porque la oferta laboral en Andalucía sigue lejos de cumplir las condiciones que ofrecen fuera de nuestras fronteras para perfiles muy especializados y con alta cualificación. El programa de retorno del talento fue aprobado por el Gobierno andaluz en marzo de 2015. Un año y medio después, según los datos oficiales, sólo siete profesionales han regresado a casa. Otros diez están tramitando sus solicitudes.

El decreto para el retorno del talento incluye una serie de ayudas para facilitar que emigrantes menores de 45 años regresen y se incorporen al mercado laboral andaluz. Se contemplan incentivos a la contratación para empresas y ayudas para el traslado y la residencia de estos andaluces que llevan años fuera del país. Las empresas que contraten a estos trabajadores, que tienen que ser universitarios con un contrato laboral en el extranjero en el momento de tramitarse las ayudas, podrán embolsarse hasta 40.000 euros. A cambio adquieren el compromiso de un contrato indefinido a jornada completa por un mínimo de 24 meses.

Según los últimos datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística, difundidos a finales de junio y correspondientes a 2015, un total de 98.934 españoles emigraron el pasado año, pese a los primeros indicios de recuperación económica en las tablas macroeconómicas. De éstos, 64.136 eran nacidos en España y 21.367 eran andaluces. La mayoría eligieron Reino Unido, Francia, Alemania y Estados Unidos. Fueron más hombres que mujeres (52,1% frente al 47,9%), la inmensa mayoría entre los 25 y los 44 años.

Se van el doble de los que vuelven

Frente a estos datos, regresaron 52.227 personas con nacionalidad española, de ellos 24.060 nacidos en España. Tras años de crisis con un éxodo importante de jóvenes con perfiles profesionales cualificados, sigue saliendo más del doble de los que deciden regresar. El patrón es muy parecido. Acaban la universidad, buscan trabajo sin éxito y salen fuera a probar suerte. Muchos encuentran un trabajo con unas condiciones que aquí sin ofrecerse para estos perfiles profesionales. Esto ocasiona que muchos, aunque quieran regresar a casa, retrasen su vuelta.

Entre las ayudas que Andalucía da para los retornados se contemplan hasta 5.000 euros para gastos de desplazamiento, 12.000 euros durante un año para afrontar un alquiler y en el caso de familias con hijos se podrán disfrutar para la escolarización hasta 2.000 euros por menor con un techo máximo de 5.000. Se podría volver con una media de 20.000 euros en el bolsillo para afrontar gastos y un contrato fijo y sin embargo no hay una avalancha de solicitudes.

El programa andaluz para el retorno cuenta con 8 millones de euros de los que se han ejecutado 500.000 con siete emigrantes regresados

Este programa, que fue aprobado por el Gobierno andaluz junto a otros incentivos para el empleo de parados de larga duración y con perfiles radicalmente distintos a estos, cuenta con 8 millones de euros de presupuesto. Hasta hoy, según fuentes de la Consejería de Empleo, se han gastado unos 500.000 euros. Si se tiene en cuenta que han vuelto siete trabajadores, cada uno habría costado más de 70.000 euros. Sin embargo desde el Gobierno andaluz aclaran que parte de este dinero se ha destinado a poner en marcha el decreto y la plataforma web para resolver las solicitudes.

Dos años fuera

Los requisitos son estrictos y las ayudas elevadas porque se corresponden a un perfil muy específico, admiten desde la Junta. Para poder regresar, ya que el beneficiario de esta ayuda tiene que demostrar un cambio real de domicilio, hay que acreditar que se ha estado un mínimo de dos años en el extranjero con un contrato laboral correspondiente a su titulación que debe seguir de alta en el momento en el que se pide ser un retornado. En el caso de las empresas que reciben una ayuda, deben ofrecer un contrato laboral indefinido y por un importe igual o superior al del incentivo que recibe. Además debe acreditarse un incremento de plantilla respecto al año anterior.

Foto: (EFE)

En 2015 se recibieron un total de 13 solicitudes. Siete siguieron adelante y seis fueron desestimadas. En el balance de este año las cifras suben y sólo en el primer semestre hay diez en estudio. La Junta no considera que sean pocas ni que el programa haya tenido un efecto llamada más bajo de lo esperado. Desde la consejería de Empleo insisten en que “las solicitudes van creciendo de manera exponencial” y subrayan que “se ha multiplicado el número de consultas”. Además señalan que hay que tener en cuenta que se trata de un programa “muy específico”, “con un alto nivel de requisitos” y admiten que todavía se está en plena labor de difusión para que estas ayudas se conozcan en el extranjero, lo que no está siendo tan fácil.

Volver desde Reino Unido

El pasado año quienes pidieron regresar tenían contratos en Reino Unido, Francia, Estados Unidos, Irlanda, Alemania, Chile y Brasil. En 2016 se repiten estos países pero se suman otros como Canadá, Países Bajos y Colombia. El programa sirve para quien haya emigrado a cualquier lugar del mundo.

Respecto a las empresas que han ofrecido contratos, la mayoría buscan ingenieros. Es el perfil con más facilidades para volver igual que fue uno de los currículum más demandados fuera de nuestras fronteras. Se han beneficiado empresas del sector TIC, agroindustrial, metalúrgico, relacionadas con la energía, el sector aeroespacial, el transporte, el turismo, la consultoría, el comercio electrónico y el marketing digital.

Fracaso de otros programas

La comunidad de Navarra o el ayuntamiento de San Sebastián también han estrenado este año ayudas para el retorno del talento fugado. El resultado es muy similar a lo ocurrido en Andalucía, volver es difícil. Otros programas de retorno como el promovido por Formetal, vinculada a la Federación Vizcaína de Empresas del Metal, también arrojan datos desoladores. Hay muchas solicitudes, se interesan por las condiciones pero en el momento de cerrar las ayudas no aceptan. Los contratos directivos o de cargos intermedios siguen teniendo peores condiciones que las que disfrutan en el extranjero.

El PSOE registró el pasado año una iniciativa en el Congreso con incentivos para recuperar a 10.000 jóvenes investigadores españoles que ejercen en el extranjero. El programa era casi un calco del que está en marcha en Andalucía. También Podemos vendió en la campaña electoral un programa para el retorno de exiliados económicos. Hasta ahora ninguna de estas iniciativas ha prosperado y cuando lo han hecho se certifica que los incentivos no son la panacea, retornar el talento sigue siendo una asignatura pendiente.

Volver del extranjero no es tan fácil. Sobre todo porque la oferta laboral en Andalucía sigue lejos de cumplir las condiciones que ofrecen fuera de nuestras fronteras para perfiles muy especializados y con alta cualificación. El programa de retorno del talento fue aprobado por el Gobierno andaluz en marzo de 2015. Un año y medio después, según los datos oficiales, sólo siete profesionales han regresado a casa. Otros diez están tramitando sus solicitudes.

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