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Las grietas en el A400M ponen en jaque el programa estrella de la aeronáutica europea
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YA HA COSTADO 20.000 MILLONES DE EUROS

Las grietas en el A400M ponen en jaque el programa estrella de la aeronáutica europea

Todos los aviones de la multinacional deberán ser inspeccionados. El problema, ocultado por la compañía durante cuatro años, ralentizará los nuevos pedidos de los clientes

Foto: Un Airbus A400M. (Reuters)
Un Airbus A400M. (Reuters)

Las grietas aparecidas en el fuselaje del Airbus A400M, cuya línea de Ensamblaje Final (FAL) se ejecuta en Sevilla, han puesto en jaque la viabilidad del programa estrella de la aeronáutica europea que ha costado 20.000 millones de euros, con 8.000 millones de sobrecoste. Todos las unidades que están en vuelo y las pendientes de entrega se tienen que inspeccionar para detectar cuáles tienen fallos, en qué grado y si podrían aparecer nuevos problemas técnicos.

“Las piezas han roto por fatiga debido a una elección incorrecta de la aleación de aluminio de las cuadernas por parte de la oficina de diseño de Airbus Alemania, responsable del fuselaje del avión”, subrayan a El Confidencial fuentes próximas a Airbus. Un portavoz oficial de la multinacional lo niega: “No tiene nada que ver que sea Alemania o España. Se debe a un problema en la elección del material en ciertas partes del fuselaje. Sabemos lo que es y lo que hay que hacer”. Las grietas se detectaron en 2011. La compañía asegura que informó "de manera regular" a las autoridades las investigación de las grietas. Pero hasta el año pasado no lo hizo público y, ahora, cinco años después, lo difunde.

“Las cosas se han hecho con prisas”

Un representante sindical de la planta de Airbus en Getafe lamentó en declaraciones a este diario la falta de rodaje del programa A400M. “Se debería haber ensayado mucho más antes de entrar en producción. Las cosas se han hecho con prisas y, claro, para ser competitivos se ha corrido demasiado; es muy preocupante lo que está ocurriendo. Si no le dan una pronta solución, se pone en jaque todo el programa”. La dirección de Airbus insiste en que el problema con el fuselaje “no está afectando a la seguridad del vuelo y no requiere medidas inmediatas”.

Airbus sigue pendiente de la investigación del trágico accidente de hace un año. La explicación oficial del trágico accidente fue un fallo en el sistema electrónico de tres de sus cuatro motores, pero la investigación judicial sigue abierta. Los sindicatos consideran que el accidente del A400M fue “por un cumulo de causas”. “Creemos que se han comprendido adecuadamente y se han tomado las medidas correctoras para que no se vuelva a producir”.

“El motor no funciona bien; tiene problemas de sobrepeso, no se puede repostar en vuelo y también sufre en el lanzamiento de carga”, abunda un experto del sector. “El programa está en situación crítica. Gracias a que 2015 ha sido un buen año para el grupo [Airbus obtuvo un beneficio de 2.696 millones de euros en 2015, un 15% más que en 2014], se ha podido absorber el impacto del A400M, pero el programa está en situación crítica”.

Airbus ya destituyó el pasado mes febrero a Pilar Albiac, vicepresidenta ejecutiva y jefa de la división de operaciones y transformación de Airbus Defence & Space, debido “a problemas en el ratio de entregas en tiempo y plazo y de calidad” en el avión A400M, el modelo siniestrado en Sevilla el 9 de mayo de 2015, según confirmaron a El Confidencial fuentes de la propia compañía.

El avión A400M continúa "con problemas con los motores de suministro, además de fallos técnicos. Todo esto incide en los puestos de más responsabilidad en la cadena de mando”, confirmó a este diario un representante sindical de la compañía. Albiac ya estaba en la cuerda floja desde que en una reunión en la que participó el presidente de Airbus España, Fernando Alonso, se le deba “un crédito de unos meses a la vicepresidenta” y si no respondía a las expectativas “se la echaba y punto”, ratificaron fuentes sindicales.

Las grietas aparecidas en el fuselaje del Airbus A400M, cuya línea de Ensamblaje Final (FAL) se ejecuta en Sevilla, han puesto en jaque la viabilidad del programa estrella de la aeronáutica europea que ha costado 20.000 millones de euros, con 8.000 millones de sobrecoste. Todos las unidades que están en vuelo y las pendientes de entrega se tienen que inspeccionar para detectar cuáles tienen fallos, en qué grado y si podrían aparecer nuevos problemas técnicos.

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