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Huelga de basura en Málaga y tensión contra los empleados de limpieza: "¡Alcalde, échalos!"
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DOS VECINOS, EN PRISIÓN POR ALTERCADOS

Huelga de basura en Málaga y tensión contra los empleados de limpieza: "¡Alcalde, échalos!"

La ciudad andaluza acumula ya 4.000 toneladas de residuos y nueve días de paro. Este miércoles se han concentrando 300 vecinos contra el hedor. Hay riesgo de insalubridad alto

Foto: Unas 300 personas se manifiestan contra la huelga de basura en Málaga. (EFE)
Unas 300 personas se manifiestan contra la huelga de basura en Málaga. (EFE)

“¡Alcalde, échalos!”, gritan al unísono. El sueldo del empleado que menos cobra de Limasa, la empresa de limpieza de Málaga, asciende a 27.000 euros. El salario medio se sitúa en 35.000 euros. Los datos los aporta el concejal de Limpieza, Raúl Jiménez, justo cuando acaba de terminar la concentración contra la huelga que inunda de hedor Málaga en las puertas del ayuntamiento. Llevan nueve días de paro. ¿El resultado? 4.000 toneladas de residuos en la ciudad en vísperas de la Semana Santa, uno de los grandes atractivos turísticos de la segunda ciudad andaluza.

Son 300 vecinos, muchos de ellos jubilados y estudiantes. También hosteleros, directivos y empresarios del sector turístico y comerciantes hartos de una huelga que ya está provocando incidentes. El martes por la noche se quemaron 61 contenedores. El juez del Juzgado de Guardia de Málaga, a petición del fiscal, ha acordado la prisión provisional -comunicada y sin fianza- para J.C.G y J.L.F., dos vecinos de la avenida de Europa detenidos en las revueltas. Los dos hombres detenidos -uno de 64 años y el otro de 40 años- están siendo investigados por los presuntos delitos de desordenes públicos, contra la seguridad vial y daños. “Esto es una sinvergonzonería. Pagamos nuestros impuestos y ellos ganan mucho dinero”, apunta una señora de 55 años. Justo al lado, José Luis Rodríguez Monzón, profesor de inglés, siente “vergüenza” ante lo sucia que está la ciudad y se la enseña a algún amigo o familiar de fuera. “Y no solo ahora, como es lógico”, apunta.

Protestan contra la huelga de basura en Málaga

¿Qué pide el comité de empresa? Exige el abono de los 1.431 euros de la paga de productividad, que figuraba en el convenio de 2010. No la cobran desde 2013. También reclaman que el personal fijo descanse todos los sábados y domingos. Quieren recuperar la cesta de Navidad y que los días que han hecho huelga puedan recuperarlos con trabajo extra. Desde 1989, está incluida una cláusula polémica en el convenio: los empleos son hereditarios: pasan de padres a hijos o entre familiares directos.

Fali Doblas, un activista de la plataforma Stop Represión, se enfrenta a los gritos contra los empleados de Limasa. “¡Derecho a huelga!, ¡derecho a huelga!”, grita Doblas. Empujan al activista y le increpan: “¡Fuera, granujas, canalla!”. La tensión es máxima a las 11 de la mañana. El ayuntamiento, que ya ha tenido que recurrir a una empresa externa para limpiar los puntos más conflictivos, deja claro que el viernes se podría llegar "a niveles de insalubridad altos”, tras el análisis de 58 contenedores de los 12.000 que hay en la ciudad. Otra huelga de Limasa (en 2002) acabó tras un laudo del catedrático Jesús Cruz Villalón, que ordenó unos servicios mínimos del 100%. En diciembre de 2013 también hubo una huelga que se saldó con 1.200 toneladas acumuladas, 30 contenedores incendiados y unos daños que alcanzaron los 25.000 euros.

"Cobráis más que médicos; es una mafia"

“¡Cobráis más que los médicos”. “¡No más chantajes!”. “¡Son una mafia, échalos a todos!”. Las consignas no paran en la concentración delante de la Casona del Parque, como se denomina popularmente al ayuntamiento. Alba Cánovas, de 34 años, era jardinera en Parques y Jardines del ayuntamiento. Lleva ocho años en paro. “Cobran más que los polis locales, es una corrupción, una mafia, están enchufados”, critica. “¿Por qué no dejan el puesto a los que sí queremos trabajar? Yo he estado un año limpiando portales cobrando una nómina de 108 euros al mes”. Una señora de unos 60 años entra en la conversación de Alba. “Mi hijo es traumatólogo y yo no le he podido dejar el puesto en herencia, como sí hacen ellos, y cobra mucho menos. ¡Basta ya de chantajear!”.

El alcalde Francisco de la Torre, el alcalde de gran ciudad española que lleva más tiempo en el cargo (desde el año 2000), aprovecha el escenario muy favorable para él para recordar que las negociaciones se encuentran “en punto muerto” y que “no se puede agredir, hundir o fastidiar a una ciudad”. “He notado mucho afecto y cariño”, dice a este diario tras dar la mano y dos besos a los vecinos en plan “Paco, sé fuerte”. “¡Estamos contigo! ¡Ese es nuestro alcalde!”.

Alejandro Peña, de 34 años, es camarero y lleva puesta una mascarilla. Sujeta una pancarta contra la huelga. “La situación es complicada. Con lo bien que estamos en la ciudad esto es un atraso. La huelga es descabellada y vienen los turistas y se llevan una impresión muy mala. A ver si ellos están dispuestos a echar 12 horas como yo por 1.000 ‘pavos”. Cristina Bravo, 24 años, que trabaja para un bar histórico del centro, también tiene otra mascarilla. “No se pude pasar por algunas calles; se está dando muy mala imagen”.

Se paralizan las reservas hoteleras

El sector turístico alerta de la paralización de las reservas hoteleras en Málaga y el presidente de la Agrupación de Cofradías de Semana Santa de Málaga, Pablo Atencia, teme que las 320.000 personas que vendrían a la ciudad y la creación de 15.000 empleos para estas fechas se podrían reducir de manera drástica. “Hay que ser optimistas y esperar a que se produzca alguna solución”, destaca Atencia.

El portavoz de Ciudadanos en el grupo municipal, Juan Cassá, lamenta que el alcalde malagueño asuma en solitario las negociaciones con el comité de empresa. “De la Torre no tiene que estar negociando. ¿Dónde están los privados? [FCC y Sando]”, se pregunta Cassá, que adelanta que tratará este asunto en la comisión de investigación de Limasa. La Junta de Andalucía no es partidaria de la ampliación de los servicios mínimos.

Pepe Carretero, jubilado de 72 años, pasea por la Plaza de Uncibay, una de las zonas más afectadas por la huelga. “Esto es un gran desprestigio para la ciudad”, abunda. En una pizzería de la misma plaza, un grupo de veinteañeras que parecen del norte de Europa dan un bocado entre el hedor que asola Unicibay. Justo en la entrada de la Plaza de la Merced, donde nació Picasso, exactamente igual. ¿Hasta cuándo?

“¡Alcalde, échalos!”, gritan al unísono. El sueldo del empleado que menos cobra de Limasa, la empresa de limpieza de Málaga, asciende a 27.000 euros. El salario medio se sitúa en 35.000 euros. Los datos los aporta el concejal de Limpieza, Raúl Jiménez, justo cuando acaba de terminar la concentración contra la huelga que inunda de hedor Málaga en las puertas del ayuntamiento. Llevan nueve días de paro. ¿El resultado? 4.000 toneladas de residuos en la ciudad en vísperas de la Semana Santa, uno de los grandes atractivos turísticos de la segunda ciudad andaluza.

Semana Santa Málaga Basura
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