Susana Díaz exigirá a Sánchez una nueva deuda histórica si pacta con Compromís

Susana Díaz no se lo va a poner fácil a Pedro Sánchez ni va a permitir ningún tipo de acuerdo bilateral con comunidades autónomas o con nacionalistas si Andalucía sale perjudicada del mismo. Eso fue lo que se dejó claro desde el Gobierno andaluz poco después de que se conociera que el PSOE había cerrado un preacuerdo con Compromís, que negociando al margen de Podemos estaría dispuesto a apoyar la investidura del líder socialista a cambio de cerrar un calendario de pago de la deuda histórica de la Comunidad Valenciana, tal y como avanzó ‘El Mundo’. La consejera de Hacienda, María Jesús Montero, advirtió de que son solo “conversaciones preliminares” ante la formación de un posible Gobierno en España, pero dejó claro que Andalucía está “permanentemente alerta para que no se produzca ninguna tentación de llegar a acuerdos bilaterales que perjudiquen a la comunidad autónoma andaluza”. Desde el Gobierno de Susana Díaz, alertaron de que no se permitirán conversaciones de este tipo, “las protagonice quien las protagonice” y avisaron de que Andalucía frenará cualquier acuerdo donde salga “perjudicada o no beneficiada de la misma manera”.

La Comunidad Valenciana reclama una deuda de 16.000 millones de euros en inversiones pendientes del Estado, según ha cifrado el presidente de la Generalitat, el socialista Ximo Puig. Tras conocer el ‘enfado’ de Andalucía, Puig salió a recordar sus “buenas relaciones” con Susana Díaz -ambos se sitúan en el frente de barones críticos con Pedro Sánchez-, y aseguró que “los andaluces no deben tener ningún problema con un acuerdo que beneficie a los valencianos”. Esa deuda histórica valenciana, cifrada el pasado noviembre, responde a una infrafinanciación de la comunidad en los últimos años. La coportavoz de Compromís, Mònica Oltra, también criticó a Susana Díaz por suponer que “algo bueno para los valencianos tenga que ser algo malo para los andaluces”.

Los andaluces exigen 2.500 millones

Desde Andalucía, el Gobierno recordó que esta comunidad también tiene una deuda pendiente de 2.500 millones de euros que reclamarán a Pedro Sánchez en caso de que llegue a ser presidente. Esta cantidad corresponde a las inversiones pendientes desde el Estado en el periodo comprendido entre 2008 y 2016, según informó la Junta. Andalucía incluyó una cláusula en su Estatuto de Autonomía, aprobado en 2007, que condicionaba la inversión en los Presupuestos del Estado al peso de la población andaluza en el conjunto del Estado (cerca del 18%). Contrarrestaba la cláusula catalana, que ligaba la inversión al peso en el PIB estatal. En las cuentas andaluzas nunca se cumplió, ni siquiera en la etapa de los gobiernos socialistas de José Luis Rodríguez Zapatero. Lo máximo que consiguió la Junta fue que en 2008 y 2009 la Intervención General del Estado acreditara que había cantidades pendientes de recibir. El Gobierno de Rajoy jamás admitió este pago pendiente. En junio de 2010, el Tribunal Constitucional falló respecto al Estatut catalán dejando claro que la política de inversiones del Estado no estaba vinculada por estas cláusulas.

Esa cantidad se ha ido engordando cada año en Andalucía, avivando la confrontación con Rajoy en cada Presupuesto y alimentado la batalla por un nuevo modelo de financiación autonómica aparcado por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. El actual, que tuvo el beneplácito y el aplauso de la comunidad andaluza y fue aprobado en tiempos de Pedro Solbes como ministro de Economía, ha arrojado a la larga un déficit en las aportaciones del Estado, según insiste el Gobierno andaluz. Esta es una nueva deuda histórica. La original ya se cobró tras décadas de litigios políticos y en los tribunales. En marzo de 2010, Zapatero y el entonces presidente de la Junta, José Antonio Griñán, firmaron con todos los oropeles posibles un acuerdo que suponía finiquitar esta deuda con Andalucía. El nuevo Estatuto incluía una cláusula que daba un margen de tres años para que se saldara. Esta deuda, fijada en 1.204 millones, provenía de la norma estatutaria de 1981, que reclamaba inversiones extraordinarias para Andalucía por sus “especiales circunstancias socioeconómicas”.

Aquel pago cerrado con el Gobierno amigo de Zapatero resultó ser un negocio poco rentable. La Junta descontó de la cifra de la deuda un anticipo de 420 millones de euros abonados en 1996 y 2008. El pago de los 784,21 millones restantes aceptó que fuera en especie y no en metálico. El Estado dejó en manos de Andalucía la empresa pública Agesa, que gestionaba el legado de la Expo’92, y 22 solares que todavía siguen sin venderse y que se han convertido en una carga más para la comunidad. Desde la Consejería de Hacienda admiten que estos suelos siguen en venta, pero afrontaron el estallido de la crisis. La Junta de Andalucía puso en marcha una operación de venta de patrimonio que saldó con éxito tras varios años intentándolo. Estos solares cedidos por el Estado tuvieron que salir del paquete patrimonial vendido en una operación de 'sale and leaseback' para que pudiera consumarse con éxito. La Junta confía en que tras la crisis pueda sacar rentabilidad económica a los solares, y mientras tanto se apunta una nueva deuda histórica de 2.500 millones por el nuevo Estatuto de Autonomía.

Díaz tendrá agenda en Madrid y Valencia

No solo fue Susana Díaz quien dejó claro que piensa ponerle difícil cualquier acuerdo a Pedro Sánchez para su investidura, si depende de acuerdos bilaterales que privilegien a unas comunidades frente a otras. También el presidente de Aragón, Javier Lambán, dentro del bloque de críticos con el líder socialista, salió al paso para reclamar el pago de la deuda de su comunidad, informa Juanma Romero. "Esperemos a ver qué tipo de compromisos se han adquirido, y desde luego si pasara eso, yo sería el primero que levantaría la voz, pero estoy seguro de que eso no va a ocurrir en absoluto. Sería absolutamente intolerable para una comunidad autónoma como la de Aragón", señaló durante el pleno en las Cortes autonómicas de este jueves.

Andalucía aceptó con Zapatero cobrar su deuda en solares, que se han convertido en una carga inmobiliaria más y no han podido ser vendidos

La presidenta de Andalucía reclamó a Mariano Rajoy que deje paso a un Gobierno de Pedro Sánchez mientras continúa dirigiendo los preparativos de un 28-F, Día de Andalucía, que ha convertido frente a Podemos en una reivindicación de la unidad de España y la igualdad de todos los territorios. El PSOE andaluz celebrará un gran acto político en el Casino de la Exposición de Sevilla el 27 de febrero, en la antesala de los actos institucionales del día de la comunidad andaluza y en la fecha prevista para una consulta a la militancia sobre un posible pacto de gobierno de Pedro Sánchez.

Pero la agenda de la baronesa andaluza volverá a cruzar Despeñaperros y a desplegarse por toda España. Díaz tiene previsto participar en un acto por el Día de Andalucía en Madrid el próximo martes y en otra celebración en la Comunidad Valenciana este domingo, donde llegará en plena polémica por la deuda histórica. La baronesa andaluza no solo sigue muy de cerca y en la retaguardia las negociaciones de Pedro Sánchez, vigilante con las concesiones a los nacionalistas, sino que volverá a actuar como defensora de la unidad de España en todo el territorio nacional mientras el secretario general trata en el tiempo de descuento de cerrar un acuerdo que lo sitúe en La Moncloa.