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El "clamoroso" silencio de Susana Díaz sobre si quiere elecciones o daría paso al PP
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El "clamoroso" silencio de Susana Díaz sobre si quiere elecciones o daría paso al PP

La dirigente ha defendido públicamente hasta ahora el rechazo a un pacto con Podemos y a un presidente del PP aunque Rajoy se haya encomendado a los barones y confíe en su papel

Foto: La presidenta de Andalucía, Susana Díaz, durante la reunión del comité federal del PSOE, el pasado 28 de diciembre. (EFE)
La presidenta de Andalucía, Susana Díaz, durante la reunión del comité federal del PSOE, el pasado 28 de diciembre. (EFE)

“¿Dónde está la reina de la equidistancia”, "¿Por qué Susana Díaz guarda un clamoroso silencio?”. La advertencia es del presidente del PP andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla, antes de dar paso a su ‘jefe’ en un acto de partido en Córdoba. Esa llamada del líder de la oposición a salir a escena fue llamativa porque precisamente el presidente de los populares andaluces critica a Susana Díaz por estar dedicada a asuntos de partido y de política nacional y no gobernar Andalucía. En el PP aplauden la jugada política de Mariano Rajoy y la entienden como un órdago que ni lo descarta ni lo inhabilita y sí arrincona al PSOE y obliga al partido a decidir sobre un posible pacto con Podemos y “los separatistas”. El presidente del Gobierno y su equipo confían en que los barones del PSOE y los históricos del partido, con Felipe González y Alfonso Guerra, frenen a Pedro Sánchez en su intención de formar Gobierno.

En el propio PP hablan mucho del papel de Susana Díaz y le atribuyen la capacidad de liderar un frente que aborte un pacto con Pablo Iglesias. Pero a día de hoy, después de su repliegue hace unas semanas, la baronesa andaluza sigue callada y el PSOE andaluz mide con cautela cada señal que emite. Sin embargo en algo sí coinciden de momento con Ferraz sin titubeos, en el no al PP. Sobre que esto solo conduce a nuevas elecciones aclaran que “no hay que descartar otros escenarios”, desde la cúpula del PSOE andaluz piden tiempo y se preguntan retóricamente que “por qué no un Gobierno del PSOE y Ciudadanos ante el que se abstenga el PP apelando a la misma responsabilidad que ahora piden”. Esa fórmula añaden funciona además de forma impecable en Andalucía.

El pasado martes, durante una reunión de la interparlamentaria delPSOEandaluz, a puerta cerrada, SusanaDíazse quejó defiltraciones interesadasdesde el PP yFerrazpara situarlaal ala derecha del partidoy dar por hecho que facilitaría un Gobierno del PP como última posibilidad antes de ir a elecciones. Lo negó. Una opción que ya ha abrazadoAlfonso Guerraa través de la revista 'Tiempo'. Una hipótesis en la que podrían situarse otros históricos del partido, desdeFelipe González a Alfredo PérezRubalcabaaunque aún no se hayan decantado públicamente, a los que por cierto sí se han dirigido los barones para pedirles que den un paso al frente. Por ahora, SusanaDíazha defendido ante la opinión pública una sola postura respecto al PP, el no. Desdela primera noche electoraldejó claro su doble no a Podemos y al PP. Días más tardeenfatizóque ni aRajoyni al PP, para cerrar dudas sobre quépasaría si el presidente en funciones da un paso atrás. ¿Es ahora ese no tan rotundo?

Sus primeras intervenciones públicas conducían sin remedio a unas nuevas elecciones, la hipótesis que agarró con más fuerza en el PSOE andaluz tras el 20-D. Una postura matizada en los últimos días cuando la presidenta de Andalucía ha dicho públicamente que ir a unas nuevas elecciones sería “un fracaso colectivo” que habría que evitar. Sólo con dar ese mensaje se activaron de nuevo las alarmas para quienes creen que Susana Díaz decantaría la balanza del PSOE a favor de una abstención frente a un Gobierno del PP. En su equipo siguen negándolo con contundencia. En los análisis de puertas adentro del partido, la presidenta de la Junta baraja dos escenarios: o un Gobierno del PP o nuevas elecciones. Fuentes socialistas próximas a Díaz insisten en que son los dos caminos a los que conduce la actual aritmética parlamentaria pero niegan que sea una opción posible. De hecho insisten en jugar la carta de Ciudadanos. La comunicación o los escenarios posibles están de momento constreñidos al documento que arrojó el Comité Federal del pasado 28 de diciembre, negociado por los barones con Pedro Sánchez, y que deja claro en su primero punto el rechazo al Partido Popular tanto comoa una negociación con Podemos sin líneas rojas, recuerdan.

Para los socialistas andaluces el comunicado emitido por Ferraz era "imprescindible" y añadió contundencia a una respuesta de Sánchez que vieron algo tibia

La indignación contra Pablo Iglesias ha recorrido la federación andaluza sin excepciones. Es difícil encontrar a un socialista, de la dirección, de la vieja guardia o de la militancia de base que no arremeta con dureza contra la actitud de Podemos. Si de algo ha servido la escenificación de la formación morada y el paso atrás de Rajoy es para que la diana de las críticas esté en estos dos partidos y no en Ferraz o Pedro Sánchez. El comunicado emitido por el PSOE y que no ha sido pactado con las federaciones aunque sí “coordinado”, según dicen fuentes de la ejecutiva federal, templó los ánimos de los socialistas andaluces que habían pedido una respuesta “más firme y contundente” frente a la “humillación” de Iglesias. Aunque están muy contenidos, sí que la vertiginosa tarde del viernes era fácil detectar que se exigía una reacción más firme a la que había ofrecido Pedro Sánchez en rueda de prensa. “Confiamos en que haya un gesto”, pedían. Desde Ferraz aseguran que se trata de dar al líder socialista un papel “más institucional”, sin caer en la “provocación” de Iglesias. Desde Andalucía deslizan que las propias ganas de Sánchez de formar gobierno contribuyeron a una primera reacción a la que le faltó, aseguran, “firmeza”.

Su mejor jugada personal

Susana Díaz, a la que tanto mira el Partido Popular, sigue en la actitud “prudente” a la que se acogió tras considerar que su primera arremetida contra Pedro Sánchez se le había podido volver en contra y deteriorar la imagen pública y ante la militancia que quiere tener. Sus críticos aseguran que pensando en su futuro político y en su propio rédito partidario el mejor escenario que puede escoger es un Gobierno del PP al que hacer una oposición dura en una legislatura corta. “Ella no quiere que Pedro sea presidente de ninguna manera”, leen sus críticos. Esto le permitiría ganar tiempo para hacerse con la secretaría general del PSOE, lo que muchos consideran que es su gran ambición y lo que de verdad quiere ser de mayor además de presidenta de Andalucía. Otra cosa es que lo vaya a decir públicamente, advierten quienes ven con recelo los movimientos de la baronesa andaluza dentro del partido. “Ella preferiría que otros dirigentes del PSOE como Felipe González salgan a abanderar esa opción de dar paso al PP y asuman ese desgaste porque además apuesto a que el 80% de la militancia del partido no querría ahora mismo de ninguna manera un Gobierno del PP”, reflexiona un exdirigente socialista que estuvo muchos años en la primera línea del partido.

Por ahora Susana Díaz calla y desde su equipo insisten en que se hablará en los órganos del partido, piden esperar al Comité Federal del próximo sábado 30 de enero y exigen que se cumpla la hoja de ruta interna pactada y se agoten las etapas en un intento de manejar los tiempos. Este “clamoroso” silencio de la presidenta de Andalucía, como dice el PP, tiene una sola pregunta sin responder porque el rechazo absoluto a un Gobierno con Podemos que solo conduciría a engullir y acabar con el PSOE, insisten los socialistas andaluces, se da por más que sabida. La pregunta ahora es ¿quiere Susana Díaz ir a nuevas elecciones o cómo cree el PP abrazará 'in extremis' la posibilidad de un Gobierno popular con Ciudadanos? “De momento”, y recalcando el “de momento”, no al PP, insisten desde la primera fila del PSOE de Andalucía.

“¿Dónde está la reina de la equidistancia”, "¿Por qué Susana Díaz guarda un clamoroso silencio?”. La advertencia es del presidente del PP andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla, antes de dar paso a su ‘jefe’ en un acto de partido en Córdoba. Esa llamada del líder de la oposición a salir a escena fue llamativa porque precisamente el presidente de los populares andaluces critica a Susana Díaz por estar dedicada a asuntos de partido y de política nacional y no gobernar Andalucía. En el PP aplauden la jugada política de Mariano Rajoy y la entienden como un órdago que ni lo descarta ni lo inhabilita y sí arrincona al PSOE y obliga al partido a decidir sobre un posible pacto con Podemos y “los separatistas”. El presidente del Gobierno y su equipo confían en que los barones del PSOE y los históricos del partido, con Felipe González y Alfonso Guerra, frenen a Pedro Sánchez en su intención de formar Gobierno.

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