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El prófugo y presunto chivato de Malaya podría volver con los cargos prescritos
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tendría que cumplir tres años y medio de prisión

El prófugo y presunto chivato de Malaya podría volver con los cargos prescritos

La exalcaldesa de Marbella Marisol Yagüe ya se quejó ante el tribunal de que Carlos Fernández “esté viviendo a cuerpo de rey” mientras los demás daban la cara en el banquillo

Foto: Carlos Fernández
Carlos Fernández

Carlos Fernández, el teniente de alcalde que presuntamente dio el chivatazo en el caso Malaya, lleva prófugo de la justicia desde el 27 de junio de 2006. Sus compañeros de banquillo tienen muy claro que fue él la persona que “nos vendió a cambio de su impunidad y de que la policía le dejara intacto”, según afirma uno de los condenados por el Supremo a El Confidencial. “La ley es una vergüenza. Debería habérsele juzgado e impuesto pena aunque no se haya personado. Y cuando lo encontrasen que la cumpliera. Por esa regla nos hubiéramos fugado todos y hoy no tendríamos que ingresar en prisión”.

El hecho de no haberse sentado en el banquillo ha impedido que la sentencia incluya una condena en su contra, pese a que en las conclusiones del fiscal se asegura que, por los hechos que se juzgan en este caso, cometió los delitos de malversación de caudales públicos, prevaricación administrativa y cohecho pasivo, por los que podría haber sido condenado a entre ocho y diez años de prisión.

placeholder Juan Antonio Roca durante sus declaraciones en la Audiencia Provincial de Málaga. (EFE)

La exalcaldesa Marisol Yagüe se quejó durante su declaración ante el tribunal que juzga el caso Malaya de que Fernández estuviera viviendo a cuerpo de rey en un país sudamericano. En la sentencia dictada hace unas semanas por el Tribunal Supremo se aplicó a los concejales en su misma situación un tipo delictivo más grave. Es decir, los 13 exconcejales acusados en el proceso por haber cometido cohecho han visto aumentada su pena por ese delito de dos a tres años y medio al considerar el Supremo que los actos por los que cobraron sobornos fueron ejecutados, al contrario de lo que consideró la sentencia original dictada por la Audiencia de Málaga. Carlos Fernández era uno de ellos. El juez instructor encontró indicios de que también figuraba en la contabilidad en la que Juan Antonio Roca apuntaba los sobornos que pagaba a los políticos.

Además de Malaya, Carlos Fernández tiene otras causas, entre ellas el cumplimiento de una sentencia firme por apropiación indebida, por la que fue condenado a dos años de prisión.

Una fuga delirante

Hace nueve años que la policía se presentó en casa de los padres de Carlos Fernández en Cabopino (Marbella) para detenerlo. No lo encontraron en Villa Carmencita porque estaba haciendo el Camino de Santiago y le ordenaron que se presentara en la comisaría más cercana. “Yo hablé con él al poco tiempo y ya me anunció que se haría la segunda tanda de detenciones de Malaya. ¿Cómo sabía los nombres de los arrestados si aún no había ocurrido? A los pocos días nos detuvieron", explica uno de los condenados a este periódico. "El numero de teléfono desde el que me llamó era del extranjero con prefijos. Ya debía haberse fugado. Y la Policía sabe muy bien donde está”.

De hecho, su familia, cada cierto tiempo, informa sobre su hijo. Sin ir más lejos su padre, Manuel Fernández, se lo dijo muy claro a El Confidencial: “Mi hijo se ha exiliado de este país. Cuando alguien no está de acuerdo con el sistema, pues se va. Eso es lo único que ha hecho Carlos, porque él es inocente. Si los demás han querido cumplir una prisión preventiva están en su derecho pero él no iba a pagar por algo que no ha cometido”. Su progenitor dice que le ve asiduamente y su hermano Tony alardea de que "tiene muchas amistades". "Cuando era concejal se movía muchísimo, por Dubai, por los Emiratos Árabes… Carlos tiene gente muy poderosa que está con él porque valoran su lealtad", aseguraba a Diario Sur el año pasado. Entre estas idas y venidas del prófugo, el hermano cuenta que estuvo en la “beatificación del Papa” y que se mueve por Marruecos y Argentina. La familia llega a afirmar que no ve al exedil tan asiduamente como le gustaría pero revelan que ha entrado en algunas ocasiones en España, la última vez hace unos meses con motivo del funeral de un amigo. Pero la Policía no parece saber nada.

Carlos Fernández, el teniente de alcalde que presuntamente dio el chivatazo en el caso Malaya, lleva prófugo de la justicia desde el 27 de junio de 2006. Sus compañeros de banquillo tienen muy claro que fue él la persona que “nos vendió a cambio de su impunidad y de que la policía le dejara intacto”, según afirma uno de los condenados por el Supremo a El Confidencial. “La ley es una vergüenza. Debería habérsele juzgado e impuesto pena aunque no se haya personado. Y cuando lo encontrasen que la cumpliera. Por esa regla nos hubiéramos fugado todos y hoy no tendríamos que ingresar en prisión”.

Juan Antonio Roca Caso Malaya
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