Susana Díaz coge la bandera de la universidad pública en la guerra contra Wert

Solo un día después de que los rectores en España desafiaran la reforma de la universidad planteada por el ministro de Educación, José Ignacio Wert, el Gobierno andaluz se lanzó a una foto unánime con la comunidad universitaria en contra de la nueva norma educativa. En su colapsada agenda de precampaña electoral, la presidenta de la Junta, Susana Díaz, hizo hueco para reunir de urgencia en su despacho a los diez rectores de las universidades andaluzas y a los representantes de los estudiantes para brindarles todo su apoyo en la cruzada contra el nuevo sistema de carreras universitarias, el llamado 3+2. Se prevén meses calientes de nuevo contra el ministro.

Desde el primer minuto en su cuenta de Twitter, el pasado viernes, la dirigente socialista dejó claro que plantarían cara a los grados de tres años y se puso al frente de la oposición al nuevo sistema. La educativa es la batalla en la que más cómoda se ha sentido Andalucía en los últimos años en su guerra contra el Gobierno de Mariano Rajoy. Andalucía se suma a la petición de una “moratoria activa” contra el nuevo decreto que plantea acortar a tres años las licenciaturas y complementarlas con cursos de postgrado y máster de dos años. La Junta garantizó la financiación pública a todas aquellas universidades que sigan queriendo mantener el actual modelo e ignorar la reforma del Ministerio. En los próximos meses se activarán las reuniones para plantar cara al decreto Wert.

En #Andalucía hemos alcanzado un pacto con rectores y estudiantes para decir #NOal3mas2. Trabajamos por la igualdad. pic.twitter.com/t4NxbYzGu4

Aunque la aplicación del nuevo modelo, aprobado por Consejo de Ministros, es voluntaria, las diez universidades andaluzas confirmaron que rechazarán en bloque la reforma y mantendrán el distrito único. Al menos hasta el próximo curso 2017. Reclaman una evaluación a fondo del actual plan Bolonia antes de emprender cambios. El rector de la Universidad de Cádiz, Eduardo González Mazo, advirtió que desde Andalucía la moratoria no va a ser pasiva y que se mantendrán reuniones periódicas “para tomar decisiones”.

El representante de los estudiantes, Fabricio Sanquilán, criticó duramente una reforma “totalitaria” y que promueve una universidad “elitista”, “para el que más tiene”. Advirtió además de que aunque la reforma se haya aprobado en época de exámenes, algo que consideró intencionado, los estudiantes preparan una dura respuesta a Wert desde Andalucía con varias jornadas de huelga y protestas en la calle.

Voy a proponer a la Comunidad Universitaria no aplicar esta reforma porque devalúa lo público y perjudica a los estudiantes.

No es la primera vez que Andalucía encabeza el desafío a las reformas del ministro Wert. Ya lideró la oposición a la reforma educativa en las aulas de Secundaria y Formación Profesional, posponiendo la aplicación de la Lomce un año. El consejero de Economía, José Sánchez Maldonado, cifró en 800 millones de euros el recorte encubierto en el gasto público universitario frente a la cifra de 150 millones de ahorro para las familias defendida por el ministro Wert.

Como en el resto del país, en Andalucía el grado es mucho más barato que el máster, que oscila en una media de 2.500 euros. Sin becas en los cursos de postgrado la mayoría de los estudiantes tienen que recurrir a un crédito para completar sus estudios. El compromiso del Gobierno andaluz, sin horizonte temporal, es igualar en un futuro los precios del grado y el máster como ocurre en países del entorno europeo como Francia, Alemania o Italia, donde no hay apenas diferencias económicas entre ambos.

Desde Andalucía rechazamos frontalmente una reforma universitaria sin consenso y que impone la segregación entre nuestros jóvenes.

El responsable andaluz calificó la reforma de “inoportuna, desgraciada y extemporánea”. Tanto los rectores como el Gobierno andaluz exigen una “evaluación exhaustiva” del actual Plan Bolonia instaurado hace cinco años antes de emprender ninguna reforma. Si el principal argumento del Gobierno es buscar la equiparación con los países vecinos de la Unión Europea, los rectores andaluces alertaron de que en países como Alemania se está estudiando volver al sistema que ahora mismo rige en España.

La Junta alertó de un “ataque brutal” a la igualdad de oportunidades, ya que solo las familias con más recursos podrán pagar los máster, y de un problema de homologación laboral con la reforma propuesta por el Ministerio. También subrayó el responsable del Gobierno andaluz las consecuencias que puede tener en el profesorado, ya que muchos no tienen terminada la tesis doctoral ni currículum suficiente para impartir másters. La Junta no quiso valorar la deuda de 630 millones de euros que tiene con las universidades andaluzas y que se ha comprometido a saldar en dos años.