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IU cierra la puerta a otro pacto con el PSOE si el Gobierno andaluz salta por los aires
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PODEMOS PUEDE CONVERTIRSE EN UN PARTIDO CLAVE

IU cierra la puerta a otro pacto con el PSOE si el Gobierno andaluz salta por los aires

Las encuestas señalan un escenario de inestabilidad política tras unas andaluzas en las que ningún partido tendría mayoría absoluta y Podemos podría ser la llave

Foto: La presidenta andaluza Susana Díaz (i), y el vicepresidente Diego Valderas, de Izquierda Unida. (EFE)
La presidenta andaluza Susana Díaz (i), y el vicepresidente Diego Valderas, de Izquierda Unida. (EFE)

El clima político en Andalucía comienza ya a ser irrespirable. Izquierda Unida continúa defendiendo la continuidad del pacto de gobierno con el PSOE y la presidenta Susana Díaz sigue deshojando la margarita y sin anunciar una decisión que todos dan por hecha y puede llegar en horas. Mientras, lo que puede ocurrir el día después de las elecciones empieza a convertirse en la gran incógnita política. Los sondeos advierten de que ningún partido lograría mayoría absoluta en la comunidad y Podemos tiene grandes posibilidades de convertirse en el partido que se alce con la llave para formar gobierno.

En este escenario, IU ha lanzado ya su advertencia. Si el acuerdo salta por los aires, no habrá segunda parte ni reedición del pacto. Esta amenaza se ha convertido en la última carta de la federación de izquierdas para tratar de evitar lo que parece inevitable. Los socialistas querían una ruptura consensuada, un divorcio civilizado que les permitiera volver a casarse sin caer en contradicciones, pero IU no va a regalarles ese relato pacífico.

“Si alguien me echa de la casa que teníamos alquilada de mala manera y sin una justificación objetiva, ¿al día siguiente me va a llamar para que alquilemos otro piso?” Es la metáfora que ha utilizado el portavoz de IU en el Parlamento andaluz, José Antonio Castro, para dejar claro que no volverán a pactar si hay ruptura y elecciones el próximo 22 de marzo. Desde este partido alertan del “formidable ciclo de inestabilidad política” que se abre en Andalucía y que puede durar años.

PSOE e IU, además de compartir sillones en el Consejo de Gobierno, tienen alianzas en una veintena de ayuntamientos de la comunidad y en la Diputación de Huelva. Si el pacto en la Junta se quiebra, todos estos acuerdos también saltarán por los aires. No solo estará en juego entonces el gobierno de la comunidad, sino también un buen puñado de ayuntamientos que tras las municipales de mayo podrían depender de alianzas de los partidos de izquierdas si el PP no reedita sus mayorías absolutas.

Las encuestas señalan que Podemos puede convertirse en un partido clave. Muchos sondeos indican que podría ser la tercera fuerza política en Andalucía por delante de IU. La aspirante a la secretaría general de este partido en la comunidad, Teresa Rodríguez, ya ha dejado claro que jamás cerrarán un acuerdo con los socialistas e incluso han retado a IU a salir del Gobierno si querían abrir algún tipo de diálogo. También la socialista Susana Díaz ha repetido por activa y por pasiva que no pactará ni con Podemos ni con el PP. Aunque todas estas palabras puede que se las lleve el viento el día después de que los andaluces depositen su papeleta en las urnas, es cierto que la fragmentación del voto de izquierda en Andalucía dibuja un complicado panorama político. La líder andaluza de Podemos ha atribuido el adelanto al “miedo” a su partido y ha declarado que están “preparados y tensionados” para saltar al ring electoral.

El coordinador regional de IU, Antonio Maíllo, se ha reunido ya con sus ocho secretarios provinciales y ha obtenido el aval del partido para seguir reivindicando la continuidad del pacto. Sin embargo, IU, que lleva días con un discurso conciliador y extremadamente moderado para evitar echar leña al fuego, ya comienza a asumir que el adelanto electoral no tiene marcha atrás. Dentro de sus propias filas algunos alertan ya de que corren el peligro de caer en la humillación si no elevan la voz. Maíllo ha advertido de que no hay “razones sólidas y objetivas” para convocar elecciones. “Los andaluces no somos tontos”, “no cuela cualquier cosa”, ha señalado.

También el Partido Popular comienza a digerir que su candidato, Juan Manuel Moreno Bonilla, tendrá que enfrentarse a las urnas mucho antes de lo que habían calculado. Si las andaluzas se convierten en las primeras elecciones tras las europeas y antes de que los signos de recuperación económica comiencen a consolidarse, el líder andaluz corre el riesgo de ser el primero en recibir la bofetada por la gestión de la crisis de Mariano Rajoy.

El discurso del partido que ganó las últimas autonómicas ataca la “enorme irresponsabilidad” de Susana Díaz por tener Andalucía “paralizada” a cuenta de su “ambición personal”. Son las palabras de Moreno Bonilla, que habla de “disparate” y “capricho” y asegura que su partido está en disposición de ganar y que sus encuestas hablan de un empate técnico con el PSOE. Aunque la gran debilidad del candidato del PP es que prácticamente acaba de llegar y aún no ha afianzado ni su liderazgo ni su conocimiento, en torno al 60%, en su primer año, los populares insisten en que están preparados para ganar.

Lo que pueden saber ya los socialistas es que si se confirma el adelanto electoral tendrán que hacer una campaña en mitad del ruido cada vez más estruendoso sobre el salto de Susana Díaz a Madrid. Aún queda por oír y conocer cómo son de convincentes los argumentos que la dirigente socialista pondrá sobre la mesa si convoca elecciones, pero la sombra de que las adelante por su propio interés personal y el de su partido la acompañará toda la campaña. Aunque Ferraz y Pedro Sánchez intentan seguir dando signos de normalidad, cada vez más voces del PSOE miran a la dirigente andaluza como la única tabla de salvación del partido. Si hay elecciones andaluzas como todo apunta se abrirá un terremoto de alta intensidad.

El clima político en Andalucía comienza ya a ser irrespirable. Izquierda Unida continúa defendiendo la continuidad del pacto de gobierno con el PSOE y la presidenta Susana Díaz sigue deshojando la margarita y sin anunciar una decisión que todos dan por hecha y puede llegar en horas. Mientras, lo que puede ocurrir el día después de las elecciones empieza a convertirse en la gran incógnita política. Los sondeos advierten de que ningún partido lograría mayoría absoluta en la comunidad y Podemos tiene grandes posibilidades de convertirse en el partido que se alce con la llave para formar gobierno.

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