Susana Díaz eludirá apoyar a Pedro Sánchez hasta después de las elecciones de mayo

Una cosa son las declaraciones al micrófono y otras las reflexiones internas que se suceden en el Partido Socialista. Las diferencias entre el PSOE andaluz que capitanea Susana Díaz y el secretario general, Pedro Sánchez, no son ya ningún secreto. Ambos se encargan de airearlas en sus círculos más próximos. Hay que leer entre líneas porque los dardos se lanzan con la mejor de las sonrisas y el aviso de que ahora hay que dejar atrás las cuitas internas y centrarse en ganar los próximos comicios. Mientras, los movimientos internos se suceden y las encuestas vomitan datos que preocupan en el partido, asustados por la irrupción de Podemos.

Pese a que públicamente se trate de acallar la pugna interna y se hable de un apoyo del cien por cien al actual líder socialista, las declaraciones de cortesía no pasan de ahí. Será muy difícil, por no decir imposible, oír a Susana Díaz defenderlo como candidato a las generales hasta que se resuelvan las próximas elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2015. Tampoco se sabrá si será ella o un tercer candidato respaldado por los socialistas andaluces quien emerja en caso de un pinchazo electoral que encienda las alarmas, aunque el plan B abanderado por varios barones apunta al desembarco de Díaz en Madrid. Sánchez tampoco se corta ya en sus declaraciones. Ayer retó a cualquier “compañero o compañera que se sienta capacitado para concurrir a las primarias” a que se presente. El mensaje iba dirigido directamente a Susana Díaz, o al menos así lo entendieron en el entorno más directo de la dirigente andaluza, que no ocultó su malestar por ese aviso.

El número dos del PSOE andaluz, Juan Cornejo, dejó ayer claro que no apoyarán a Pedro Sánchez como candidato a las elecciones generales hasta que pasen las municipales y autonómicas de la próxima primavera. En declaraciones a un grupo de periodistas que fueron convocados a un desayuno en San Vicente, sede del PSOE andaluz, Cornejo eludió reiteradamente dar su apoyo a Sánchez en las primarias convocadas para el próximo verano. “Eso no toca ahora”, reiteró en varias ocasiones. Argumentó que “no se sabe qué va a pasar dentro de siete u ocho meses”. Dependerá de lo que ocurra en los comicios de mayo y también de quién finalmente se presente a esas primarias para elegir al candidato a la Moncloa. Tras mucha insistencia, algo más avanzó el secretario de organización de la federación más potente del partido: “Ya veremos el 24 por la noche o el 25 por la mañana, según los resultados”.

Susana Díaz resta importancia a su ronda de encuentros con los secretarios generales del PSOE en las distintas comunidades. Tampoco va a cambiar su agenda. En sus contactos ha estado Eduardo Madina, el candidato alternativo a Sánchez al que precisamente el PSOE andaluz cortó el paso; el secretario general del PSC, Miquel Iceta; o los barones de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, y Castilla-La Mancha, Emiliano García Page. El miércoles estará en Toledo en un desayuno informativo junto a este último barón. Ella lo enmarca dentro de la más absoluta normalidad y los suyos defienden que sólo ejerce su papel como presidenta del Consejo de Política Territorial del PSOE. Un papel terciario en otras ejecutivas federales pero que, según aseguran, ella pactó con Pedro Sánchez que iba a ejercer con poder. También se asegura ahora que el definitivo apoyo de los socialistas andaluces al actual secretario general nunca llevó aparejado el respaldo a que fuera candidato en las primarias, pese a que la tradición del PSOE es que ambos papeles recaigan en la misma persona. Sánchez y Díaz volverán a coincidir en un segundo acto en Sevilla en marzo ante las municipales.

El poder de la federación andaluza

El PSOE andaluz se siente poderoso y no lo oculta. “Como federación somos los más importantes”, subrayó su número dos. No sólo aseguran que son los que tienen más peso en el partido, sino que también recuerdan que atesoran el gobierno más importante, el de Andalucía, y la líder mejor valorada en las encuestas. Los fontaneros de San Vicente escudriñan sondeos con tracking mensuales, trimestrales y semestrales. Han monitorizado al electorado andaluz y están convencidos de que ellos aguantan mejor el embate de los de Pablo Iglesias que el resto. Habrá que verlo. Lo achacan a la gestión del Gobierno andaluz y sobre todo a la marca de Susana Díaz. No ocultan que creen que falta diálogo con Ferraz y lamentan que Pedro Sánchez no ponga en valor las medidas y acciones del Gobierno andaluz. Señalan episodios concretos como el plan para parados mayores de 45 años lanzado por el secretario general, que ignora la medida puesta en marcha en Andalucía para este colectivo y que, además, es contradictoria con la acción de la Junta.

Frente a esto, Susana Díaz seguirá teniendo una presencia activa en los medios nacionales, tendrá un papel destacado en las próximas elecciones, asumiendo en primera persona la campaña, y reivindicará contra viento y marea la gestión de su Gobierno, junto a Izquierda Unida, en Andalucía. Hoy está previsto que baje a dar la rueda de prensa habitual de los martes tras el Consejo de Gobierno y comunicará cuál es su agenda para su próximo encuentro con Mariano Rajoy en la Moncloa, previsto el 22 de diciembre. A nadie se le escapa que la dirigente andaluza volverá a reunirse con el presidente del Gobierno, por segunda vez desde que accedió al cargo, mostrándose como la interlocutora directa con el líder del PP después de que este haya denostado públicamente a Sánchez con su “el PSOE estaba mucho mejor con Rubalcaba que con usted”.