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IU someterá a examen de los militantes el pacto de Gobierno con Susana Díaz
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HAY QUE MARCAR DIFERENCIAS CON EL PSOE

IU someterá a examen de los militantes el pacto de Gobierno con Susana Díaz

Izquierda Unida en Andalucía ha convocado una asamblea en la que someterá a examen de 500 militantesel pacto de Gobierno con el PSOE

Foto: El coordinador general de IU en Andalucía, Antonio Maíllo (eFE)
El coordinador general de IU en Andalucía, Antonio Maíllo (eFE)

Izquierda Unida en Andalucía ha convocado una asamblea el próximo 21 de diciembre en la que someterá a examen de 500 militantes y participantes el pacto de Gobierno con el PSOE en Andalucía dos años y medio después de cerrar el acuerdo. La votación se abrirá en un momento en el que IU está lanzada a una renovación en la organización de la mano de Alberto Garzón y en una apuesta clara por un acercamiento a Podemos, después de que las encuestas frustren las expectativas del partido y alerten de que podría convertirse en una fuerza irrelevante en el panorama político español y andaluz. La decisión de los socios minoritarios de marcar distancias con el PSOE no se sabe cómo puede acabar.

Aunque el documento aprobado para el debate no pregunta directamente sobre la posibilidad de romper el acuerdo, el portavoz parlamentario de IU, José Antonio Castro, ha admitido públicamente en una entrevista en 8 Andalucía en la que participó El Confidencial, que esa opción podría darse y que si la mayoría de militantes apuestan abiertamente por un cambio de rumbo habrá que someter a referéndum la continuidad en el Gobierno de Susana Díaz.

Tras cerrar el Presupuesto andaluz y después de que la presidenta de la Junta arrancara el curso político con la advertencia de que si no salían adelante las cuentas habría que convocar elecciones, PSOE e IU entraron en una fase de estabilidad que se ha visto de nuevo amenazada en las últimas semanas. Los roces van a más y tienen en los episodios de corrupción que acorralan al Gobierno el principal motivo. El mayor conflicto tuvo lugar hace apenas dos semanas cuando IU mandó frenar un acuerdo de la agencia pública IDEA que proveía fondos públicos para abonar la defensa de altos cargos imputados en los ERE.

Los socios minoritarios han pedido dimisiones y explicaciones políticas al consejero de Economía, José Sánchez Maldonado. Los socialistas aseguran que el pacto de IDEA estaba revocado antes de que IU lo pidiera y acusa a sus colegas en el Ejecutivo de “desleales”. La tensión se hizo más que evidente cuando el candidato en las primarias de IU, Alberto Garzón, acusó a la parte socialista del Gobierno andaluz de emplearse con poca contundencia contra los casos de corrupción. La presidenta Susana Díaz replicó de forma inmediata preguntándose cómo es que entonces estaban sentados con ellos en el mismo Consejo de Gobierno.

No es el único episodio en el que se han manifestado abiertamente distintas estrategias. Por ejemplo en el caso del contrato del dirigente de Podemos Iñigo Errejón con la Universidad de Málaga, en un proyecto sufragado con fondos públicos de la Consejería de Fomento (IU), los socialistas se empeñaron en una estrategia dura para tratar de desmontar al partido de Pablo Iglesias. La consejera Elena Cortés desmontó esa andanada y convenció al Gobierno de que debían cesar los ataques directos y dejar el asunto en manos de la universidad. Las tensiones crecen además conformen se acercan las elecciones municipales y los partidos entran en campaña. IU ha empezado una estrategia de acercamiento a Ganemos, marca blanca de Podemos, en las principales capitales andaluzas, que está condicionando, y mucho, su discurso político, mucho más duro y distante con los socialistas. El PSOE teme este giro y sus consecuencias.

Los miembros del comité de enlace de PSOE e IU, que velan por el pacto andaluz, aseguran que las relaciones son fluidas pero no ocultan que hay ciertas distancias y recelos. Los socialistas consideran que IU está en una estrategia de marcar distancias porque están “nerviosos” con el efecto Podemos y una posible debacle en las municipales. Además achacan a sus socios tensiones internas entre la vieja guardia del partido, que rechaza una operación que advierten de que puede acabar con la autoliquidación de las siglas de Izquierda Unida, y la actual cúpula regional, que está en plena sintonía con Garzón y su discurso de acercamiento al partido de Pablo Iglesias. Tampoco la presidenta de la Junta se priva de proclamar, cada vez que tiene ocasión, su deseo de gobernar en solitario y sin hipotecas de la federación de izquierdas. Ninguno de los dos partidos, por supuesto, admiten ganar con el pacto de Gobierno.

Apuesta por “tejer alianzas”

El documento que se someterá a votación de los militantes a final de mes consta de 21 folios en los que se proclama la necesidad de “hacer un alto en el camino” y “reflexionar”. Por eso, justifican, abren a militantes y simpatizantes la “rendición de cuentas”. Los dirigentes de IU admiten que las próximas elecciones municipales son “cruciales” y que deben aprovecharse como un ensayo para próximas plataformas electorales, para “tejer alianzas”, inciden. Un modelo que no descartan ante las próximas elecciones autonómicas y que incluso, admiten, podría acarrear un paso atrás del actual coordinador regional, Antonio Maíllo, como candidato.

IU defiende que el andaluz es un gobierno “de resistencia”, aunque admiten que la entrada en el Consejo de Gobierno junto al PSOE “no es fácil ni está exenta de contradicciones”. Los dirigentes del partido admiten que posiblemente no estén sacando suficiente rendimiento a su presencia en el Ejecutivo y hablan de la necesidad de “comunicar mejor”. El documento se arroga logros políticos en estos dos años y medio como haber frenado 20 campos de golf, con 20.000 viviendas residenciales asociadas; haber puesto freno a la financiación público-privada en la obra pública andaluza (los socialistas lamentan el parón de esta fórmula); sanciones millonarias a la banca por sus políticas de vivienda; la puesta en marcha de la ley de banca pública de Andalucía o las multas a las grandes compañías telefónicas por abusos a los ciudadanos. También reivindican algunos asuntos incómodos para los socialistas y defienden que IU ha reordenado la empresa pública de Turismo Andaluz, con la eliminación de 22 puestos directivos, o de la Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía, con el despido sin indemnización de 81 de sus 107 cargos directivos.

El grupo parlamentario de IU hace autocrítica. Concluye que en su arranque mantuvo una estrategia “errática”, debido a “un día a día abrumador y acelerado”. Pero sobre todo, marcan distancias con el PSOE en materia de corrupción e insisten en que, casos como los ERE o el fraude en la formación, son anteriores a su entrada en el Gobierno. “El PSOE se lo ha guisado, el PSOE se lo ha de comer”, recoge el documento.

IU advierte de la necesidad de “recuperar la iniciativa” en una materia tan sensible como la corrupción y admite el “desgaste” por una comisión de investigación de los ERE que fue incapaz de delimitar ninguna responsabilidad política en el macrofraude. Los socios comunistas, con 12 de los 109 diputados de la Cámara andaluza, lamentan además que el PSOE intente coartar su iniciativa parlamentaria al entender una política “de arriba abajo” en la que “el Gobierno es Dios”. Resalta la difícil relación con consejerías como la de Justicia, donde su titular es independiente, no es militante socialista, por lo que “no se siente vinculado con el pacto de Gobierno” y actúa con “indiferencia” hacia IU.

Los socios minoritarios tratarán en los próximos meses tratará de agilizar el calendario legislativo, muy retrasado respecto al pacto sellado, e “intensificará” la acción de control al Gobierno. Hay proyectos como la ley de servicios sociales que cuando lleguen al Parlamento tendrán que ser profundamente modificados, avisan.

El documento tampoco esconde uno de los momentos más difíciles en las relaciones de PSOE e IU en Andalucía, la crisis de la Corrala. El realojo de varias familias okupas expulsadas por la policía motivó que la presidenta de la Junta revocara en el BOJA las competencias de vivienda a sus socios. IU reconoce que en este episodio “estalló la contradicción de la manera más descarnada”, acusa de “una embestida desleal” a sus socios y revindica que, con el paso del tiempo, se ha demostrado que ellos tenían la razón “al cien por cien”.

Izquierda Unida en Andalucía ha convocado una asamblea el próximo 21 de diciembre en la que someterá a examen de 500 militantes y participantes el pacto de Gobierno con el PSOE en Andalucía dos años y medio después de cerrar el acuerdo. La votación se abrirá en un momento en el que IU está lanzada a una renovación en la organización de la mano de Alberto Garzón y en una apuesta clara por un acercamiento a Podemos, después de que las encuestas frustren las expectativas del partido y alerten de que podría convertirse en una fuerza irrelevante en el panorama político español y andaluz. La decisión de los socios minoritarios de marcar distancias con el PSOE no se sabe cómo puede acabar.

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