Pedro Sánchez exige a Mariano Rajoy que fuerce la dimisión del presidente extremeño

Susana Díaz y Pedro Sánchez juntos por primera vez en un gran acto público en Andalucía cuatro meses después de que el secretario general llegara a Ferraz y cuando se han evidenciado dificultades para que convivan ambos liderazgos. Piropos y declaraciones mutuas de apoyo y una diana común en sus intervenciones: Mariano Rajoy. Los socialistas han dejado claro en Sevilla que no darán tregua con los casos de corrupción en las filas del contrario y que no habrá pacto de ningún tipo con el PP. “A los duros de oído o no quieren escuchar, tienes el apoyo de todos los socialistas andaluces y también mi afecto”, le declaró la dirigente andaluza a su secretario general nada más subirse al escenario de un mitin con unas dos mil personas. Él le correspondió con cumplidos similares.

Horas después de que Rajoy anunciara en Cáceres que va a comparecer en el Congreso para dar explicaciones por la corrupción, los dirigentes socialistas se le echaron al cuello. Para Sánchez esa propuesta del presidente del Gobierno llega “tarde y mal” y le emplazó a forzar la dimisión del presidente de Extremadura, José Antonio Monago, tras conocerse que realizó viajes privados con cargo al Senado. “Hace falta un presidente del Gobierno decente y dispuesto a dar la cara”, proclamó Sánchez. No se quedó atrás la presidenta de la Junta de Andalucía: “Tenemos el peor presidente del Gobierno de la historia en el peor momento, si no sabe, que se vaya”, dijo.

“El PP tiene el agua al cuello, se les está hundiendo el barco, entra agua por las bodegas, ¿ahora nos piden un pacto? No”, insistió, dejando claro que no permitirá ningún tipo de acuerdo con el partido del Gobierno.

Vídeo: Sánchez pide la dimisión de Monago

También ambos dirigentes se refirieron a Cataluña a una jornada del 9-N sin entrar en el fondo del desafío soberanista. “Os queremos Cataluña, no os queremos fuera de España sino en la vanguardia del país”, aseguró Sánchez, convencido de que solo se puede producir una votación dentro del orden legal y pidiendo la reforma de la Constitución.

De largo por el caso ERE

En el acto, que sirvió para lanzar como candidato a la capital sevillana a Juan Espadas, hubo dos grandes ausencias, las de los expresidentes Manuel Chaves y José Antonio Griñán. Después de que Susana Díaz haya indignado a la vieja guardia tras asegurar que pedirá la dimisión de todo aquel que resulte imputado en los ERE, intentó una especie de desagravio. “Hablécon el corazón”, dijo, para mostrarse convencida de “la honestidad y la honradez” de ambos expresidentes del partido.

No dijo ni media palabra Pedro Sánchez, que vio como el pasado jueves Díaz se le adelantaba y rescribía en código ético pactado por el partido. Hasta ahora el secretario general había defendido que solo se les pediría el acta sin era procesados o llamados a juicio oral, pero no en caso de imputación. Hay malestar interno en la vieja guardia.