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Artur Mas deja cada vez menos tiempo a Susana Díaz para adelantar sus elecciones
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NO QUIERE COINCIDIR CON CATALUÑA

Artur Mas deja cada vez menos tiempo a Susana Díaz para adelantar sus elecciones

El posible adelanto electoral que planea Artur Mas en su camino hacia un imposible referéndum sobre la independencia de Cataluña fijado para el 9 de noviembre no pasa

Foto: El presidente catalán, Artur Mas, y la presidenta andaluza, Susana Díaz (Efe)
El presidente catalán, Artur Mas, y la presidenta andaluza, Susana Díaz (Efe)

El posible adelanto electoral que planea Artur Mas en su camino hacia un imposible referéndum sobre la independencia de Cataluña fijado para el 9 de noviembre no pasa desapercibido para el Gobierno andaluz de Susana Díaz. La posibilidad de que unas elecciones andaluzas y catalanas coincidan en el tiempo es una opción política que ninguna de las dos fuerzas políticas que gobiernan en Andalucía apoya.

Saben que cruzar unas elecciones autonómicas en mitad del desafío soberanista de CIU al Gobierno español entrañaría “un grado de irresponsabilidad muy fuerte” y se leería como “un intento de desestabilización y fractura” en contra de Mariano Rajoy complicado de explicar, según señaló a El Confidencial un consejero del Gobierno andaluz. Nunca unas elecciones andaluzas han coincidido con las catalanas. “Susana Díaz sabe que se le agota el tiempo político para convocar elecciones andaluzas anticipadas en un calendario marcado por las catalanas y las municipales”, aseguran desde su Ejecutivo.

La presidenta de la Junta afronta el debate del estado de la comunidad al año de su llegada, en un complicado escenario político y tratando de alejar los tambores de elecciones anticipadas. Asfixiada por los escándalos de corrupción que mantienen a Andalucía en el foco nacional, con el caso ERE o el fraude en la formación, la dirigente socialista se plantará en el Parlamento con un nuevo paquete de medidas destinado a reforzar los controles y la transparencia en la gestión de los fondos públicos. Sigue construyendo su particular cortafuegos con la gestión de sus predecesores, aunque hasta que no obtenga la reválida de las urnas, la sombra de ser la elegida a dedo por sus antecesores planeará sobre su liderazgo. Ella oye voces de unos y otros sobre la conveniencia o no del adelanto y, de momento, lo descarta. Su portavoz del Gobierno, Miguel Ángel Vázquez, preguntado sobre este asunto asegura: “No estamos en eso”.

El Presupuesto, la coartada

El ruido de adelanto electoral se apoderó del escenario andaluz cuando la propia Susana Díaz señaló a finales de agosto que si PSOE e IU eran incapaces de llegar a un acuerdo para elaborar el Presupuesto de 2015 llegaría el momento de preguntarle a los andaluces y convocar elecciones. La declaración fue considerada “de Perogrullo” por sus socios de IU pero desató el nerviosismo en los partidos andaluces. El hecho de que Díaz pusiera el foco en un posible adelanto alimentó la idea de que entra en sus cálculos políticos pasar la reválida de unas elecciones andaluzas cuanto antes para dar el salto a Madrid y optar a las futuras primarias del partido que elegirán al candidato a La Moncloa el próximo 26 de julio.

La dirigente socialista, tras el revuelo levantado, ha hecho todo lo posible en sus declaraciones públicas por alejar esa idea de adelanto y descartarse en ese proceso de primarias socialistas. Las andaluzas tocan en marzo de 2016. Ella insiste en que se queda, de momento, en Andalucía. Sin embargo, IU no acaba de creérselo y la posibilidad de que Susana Díaz convoque elecciones andaluzas estará ahí hasta el 30 de octubre, fecha tope para que la Junta saca adelante un Presupuesto muy complicado donde deberá volver a recortar 600 millones de euros “por los recortes del Gobierno de Rajoy”, insisten. “Hasta esa fecha hasta el rabo todo es toro”, ironiza un dirigente andaluz de IU.

En marzo de 2016

La presidenta andaluza ha descartado que vaya a utilizar el debate sobre el estado de la comunidad que se celebrará en el Parlamento para anunciar que convoca las elecciones. El calendario, marcado por los más que posibles comicios catalanes y por las municipales de mayo, no acompañaría esta propuesta. Si es impensable que Andalucía convoque de la mano de Cataluña también lo es que celebre autonómicas junto a las municipales y coincidiendo con las autonomías del 143, otro escenario que nunca se ha dado en Andalucía.

Tampoco, insisten desde el Gobierno andaluz, hay “argumentos de ruptura”. Llamar a las urnas por puro cálculo político, solo porque las encuestas indican que Díaz es la candidata más conocida y valorada frente a adversarios recién llegados, con muy bajo nivel de conocimiento entre los andaluces, entraña muchos riesgos políticos, advierten desde el círculo político de la dirigente socialista. Las encuestas que llegan ahora mismo a la sede regional de San Vicente sitúan al PSOE-A en un 30% de apoyos a ocho puntos del PP de Juan Manuel Moreno Bonilla.

El líder de la oposición, sin escaño en el Parlamento andaluz y todavía inmerso en la tarea de aquilatar un liderazgo difuso en sus propias filas, ha pedido públicamente que no haya adelanto e incluso ha ofrecido al PP para pactar las futuras cuentas autonómicas y dar estabilidad al Gobierno. A Moreno, que aterrizó en Andalucía hace seis meses y tiene aún un grado de desconocimiento del 60% entre el electorado, no le interesan unas elecciones en este momento y no lo ha disimulado. Los socialistas andaluces, pese al efecto Díaz, tampoco están en su mejor etapa y en las pasadas europeas por primera vez en la historia se quedaron por debajo del millón de votos en Andalucía.

Los dirigentes de IU, amenazados también por el poderoso efecto de Podemos en Andalucía, apuestan por convocar elecciones, cuando toque, “de común acuerdo” y con un relato consensuado en el que culparían de la ruptura al Gobierno de Mariano Rajoy. Sobre todo, porque tendrían que volver a pactar. Los socialistas, no obstante, subrayan que la potestad de convocar elecciones corresponde en exclusiva a la presidenta de la Junta. IU, que ya ha iniciado en Andalucía un proceso de integración política con siglas como Ganemos ante las próximas municipales, asegura que estas alianzas no deben interferir en el pacto y exigirá que se aceleren y se cumplan todas las medidas incluidas en el pacto de gobierno.

Quienes en la ejecutiva de Díaz animan a un adelanto electoral manejan argumentos como los efectos directos de una recuperación económica en el electorado, que beneficiaría al PP, o la preocupación por una posible imputación de los expresidentes Manuel Chaves y José Antonio Griñán por el Tribunal Supremo en el caso ERE.

Díaz, que decidió asumir en primera persona la voz del PSOE en el debate soberanista, se entrevistó personalmente con Artur Mas el pasado febrero en Barcelona y reclamó diálogo y un plan para desatascar el desafío independentista. Sin embargo, en ese diálogo, la presidenta de Andalucía siempre ha advertido de que no tolerará contrapartidas económicas para Cataluña que puedan perjudicar a Andalucía. Su último mensaje fue para Mariano Rajoy, a quien animó a “convencer y no vencer a los secesionistas”. Ahora, quizás Mas se haya entrometido en sus planes políticos inmediatos.

El posible adelanto electoral que planea Artur Mas en su camino hacia un imposible referéndum sobre la independencia de Cataluña fijado para el 9 de noviembre no pasa desapercibido para el Gobierno andaluz de Susana Díaz. La posibilidad de que unas elecciones andaluzas y catalanas coincidan en el tiempo es una opción política que ninguna de las dos fuerzas políticas que gobiernan en Andalucía apoya.

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