Los padrinos de la sangrienta mafia irlandesa se reorganizan en la Costa del Sol

La mafia irlandesa vuelve a ser una de las principales preocupaciones para el Ministerio del Interior. La organización criminal, que opera en la Costa del Sol, está considerada como uno de los grupos delictivos de mayor peso a escala internacional. Los últimos crímenes acaecidos por ajustes de cuentas en la zona de Marbella están vinculados a una “reorganización” de dichas bandas, según apuntan fuentes policiales a El Confidencial.

“Los últimos tiroteos en Marbella apuntan a que estos asesinatos entre bandas de narcos atienden a una perfecta estructura y organización. Los padrinos de la mafia irlandesa matan a balazos a los que no respetan su imperio económico”, señalan estas fuentes. La crueldad del último asesinato concuerda con el modus operandi habitual de esta organización. Los sicarios dispararon a su víctima doce balas en el cuerpo y la remataron en el interior de un establecimiento, que se encontraba a escasos metros del Hotel Don Carlos en el que se celebró el foro España-Estados Unidos, en medio de grandes medidas seguridad.

El hecho de que la zona estuviera peinada por agentes de la Seguridad del Estado incita a pensar a los investigadores en “la necesidad que la organización tenía de acabar con la víctima. La operación era peligrosa porque había mucha policía en la zona y el crimen sucedió a 500 metros del hotel. Aun así, sabiendo los riesgos que corrían, decidieron cumplir su objetivo. Está claro que la prioridad de acabar con la vida de este irlandés estaba por encima de cualquier otro asunto”. Se da el caso de que el ministro de defensa, Pedro Morenés, y otras personalidades de la vida social y económica de EEUU se encontraban en el hotel.

La hora perfecta

Los sicarios tenían perfectamente localizada a su víctima: Gerard K., un irlandés de 44 años a que la policía vincula con el crimen organizado. El hombre intentó protegerse en cuanto vio a sus asesinos en la terraza, y entró en el interior del pub irlandés; los criminales le siguieron y alcanzaron con más de doce disparos. Los testigos que observaron el suceso apuntan que todo ocurrió en cuestión de minutos. Los sicarios, vestidos de negro, llevaban capuchas; sin mediar palabra, comenzaron a disparar hasta rematarlo en el interior del establecimiento con un tiro de gracia en la cabeza.

Los balazos sembraron el pánico entre las pocas personas que deambulaban a esa hora por la zona. Un vehículo aparcado a unos treinta metros del lugar y propiedad de un vecino recibió un impacto de bala en la parte delantera. Los asesinos huyeron a pie. Momentos después, un turismo marca BMW aparecía ardiendo cerca de Marbella. La policía investiga ahora si esta organización guarda alguna relación con las otras muertes violentas de irlandeses en la Costa del Sol acaecidas últimamente. Hace una semana, en un bar, mataron a tiros a otro hombre, y los autores del crimen se dieron a la fuga. Y hace menos de un mes apareció en la zona de Bellavista un cadáver carbonizado en el maletero de un coche abandonado. Este es el segundo ajuste de cuentas que se produce en el entorno de Marbella en menos de diez días. Miembros de la Unidad Contra las Drogas y el Crimen Organizado (UDYCO) y agentes de homicidios continúan con las investigaciones.

La “gran redada”

Una gran redada hace unos años en la Costa del Sol daba por desmantelado a uno de los mayores grupos integrados en la mafia irlandesa, con conexiones en al menos veinte países. Uno de los principales líderes criminales de Irlanda gobernaba desde Estepona una red internacional de narcotráfico. Con más de 30 detenciones y casi un centenar de propiedades de lujo intervenidas, los agentes que participaron en este despliegue coordinado entre España, Reino Unido e Irlanda pensaban que, de alguna manera, se había erradicado la célula principal de la organización.

Pero no ha sido así. Según ha sabido El Confidencial de fuentes policiales, “en estos años la banda internacional se ha ido reorganizando y vuelve a ser fuerte”. “Estas bandas organizadas se centran en el narcotráfico. No tocan ni la prostitución ni el tráfico de armas. Su fuerte es el blanqueo de capitales a escala mundial”, añaden dichas fuentes.

La red erradicada en la Costa del Sol había extendido sus tentáculos por medio mundo. Además de España, Inglaterra e Irlanda, se han hallado conexiones con Bélgica, Holanda, Francia, Chipre, Grecia, Letonia, Polonia, Gibraltar, Suiza, Liechtenstein, Marruecos, Sudáfrica, China, Dubai, Panamá, República Dominicana, Brasil y Estados Unidos. Desde 2008, los agentes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) y de la UDYCO-Costa del Sol rastrearon más de doscientas sociedades mercantiles que se habrían utilizado para canalizar los fondos obtenidos en los turbios negocios de la organización.

La mayor parte del dinero lo habrían invertido en el sector inmobiliario en la Costa del Sol y, en otros lugares del mundo “debido a la ingente cantidad de beneficios obtenidos por el narcotráfico, la red se ha introducido en el sector de las energías renovables, las infraestructuras, el reciclaje, las telecomunicaciones o las actividades lúdicas”. Ahora, tras los últimos ajustes de cuentas de la banda, la policía intensifica su labor y apunta que “estos sujetos son muy difícil de identificar; actúan cuando ya están integrados en la sociedad de Marbella y pasan desapercibidos”.