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La otra cara de la perito del caso Bretón: un crimen de hace 20 años
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DE UN ERROR A LOGRAR REABRIR UN ASESINATO

La otra cara de la perito del caso Bretón: un crimen de hace 20 años

Josefina Lamas era portada hace un año por sus errores en la causa Bretón. Se equivocó a la hora de determinar que los huesos hallados eran humanos

Foto: Fotografía de archivo de máquinas excavadoras en la finca de Las Quemadillas. (EFE)
Fotografía de archivo de máquinas excavadoras en la finca de Las Quemadillas. (EFE)

Josefina Lamas era portada hace un año por sus “errores” en la causa Bretón. La doctora se equivocó a la hora de determinar que los huesos encontrados en la finca de Las Quemadillas eran humanos. Su equivocación le costó su puesto en Policía Científica, pero mientras se investigaba la desaparición de los niños, el Juzgado de Instrucción número 7 de Córdoba reabrió el caso de Soledad Donoso, una chica que había aparecido muerta hacía 20 años y cuyo “caso era oscuro y todo apuntaba a un asesinato que estaba por prescribir”.

La juez comentó a Lamas las dificultades en las que se encontraba la investigación y cuáles podían ser otras vías de estudio para tratar de encontrar nuevas pruebas. Ella apuntó la posibilidad de que se realizara un nuevo examen del cuerpo. La idea ofrecía una nueva vía de investigación que la juez consideró esperanzadora. Y así, amparándose en el secreto del sumario, el juzgado solicitó a la Dirección General de la Policía que autorizara a la técnico a desplazarse a Córdoba y examinar el cuerpo.

El 30 de julio de 2012, mientras los agentes levantaban el suelo de la casa de José Bretón, se exhumó el cadáver de la chica en el cementerio de San Rafael. Allí mismo, en una sala dispuesta a tal efecto, la perito examinó el cuerpo de Soledad Donoso. Fue entonces cuando descubrió las lesiones que indicaban la violencia que rodeó su muerte. Todos estos datos los plasmó en un informe que envió al juzgado el 14 de agosto de 2012.

Según ha podido saber El Confidencial de fuentes de la investigación, “los nuevos hallazgos de golpes en la cabeza y la rotura de dientes fueron determinantes para concluir que la joven cordobesa cuyo cadáver fue hallado junto al río Guadalquivir en la capital hace más de 22 años, fue asesinada”. Y se reabrió de nuevo la investigación.

Desde esa fecha, en los familiares de Soledad se ha abierto un atisbo de fe y han vivido con la esperanza de que el asesino de su hija aparezca. Pero las demoras en el proceso judicial siguen dilatándose. De ahí la contundencia ayer en las puertas de los juzgados de Córdoba para pedir que se agilice el recurso que está pendiente de resolución en la Audiencia de Córdoba. La madre y las hermanas Donoso no cejarán en el empeño hasta que se encuentre al criminal que golpeó salvajemente a Soledad hasta matarla y abandonarla en la ribera del río.

Un Golf GTI rojo

Los Donoso anuncian que seguirán protagonizando actos de protesta hasta que se reactive el caso. Según ellos, la clave está en un coche, un Golf GTI rojo, posiblemente modelo de 1991. “Ese es el eslabón que falta para resolver el crimen”. Los investigadores privados contratados por la familia opinan que el asesino pudo llevar a la joven en ese coche hasta la zona cercana al río, donde se encontró su cadáver.

Hace unos meses, en rueda de prensa el criminólogo Félix Ríos, que ayuda a la familia Donoso al esclarecimiento del suceso, manifestaba haber logrado determinar quién era el dueño del coche. “La persona que nos ayudó a encontrar esta pista estaría dispuesta a declarar en el caso”, sostiene Ríos. Por eso, ni el investigador ni la familia entienden que la juez instructor haya decidido no investigar más. “Le hemos ofrecido todas las pruebas que hemos recabado. Sólo tiene que hacer dos o tres entrevistas para seguir con la instrucción”.

La abogada de la familia, Penélope Castejón, pide que se agilice el recurso porque “en el escrito le explicamos a la magistrada que hemos encontrado el vehículo sospechoso y el vínculo que puede haber con el imputado”.

Los familiares de Soledad siempre han tenido palabras de elogio para la perito Josefina Lamas. Sin su dictamen nunca se habría reabierto este caso. Las conclusiones que obtuvo la científica tras examinar el cadáver fueron, según ha sabido este diario, que “en la cara tenía lesiones por el impacto de un objeto que le produjo una fractura en los huesos de la nariz, en la zona interna de la órbita, en la mandíbula y en otras partes del interior del cráneo. Eso produjo una hemorragia importante que era visible en el cráneo cuando realizaron la autopsia y fueron estas lesiones las que le produjeron la muerte”. También concluyó que Soledad “antes de morir se defendió del ataque de su agresor”.

Estos extremos fueron corroborados por el Instituto Nacional de Toxicología en contra de los dos forenses que no quisieron contradecir la primera autopsia que se hizo en 1992, en la que no se determinaba la causa de asesinato.

Sin vértebras y sin mano derecha

Soledad Donoso fue encontrada sin las vértebras y sin la mano derecha. Sin embargo, no se investigó el cadáver científicamente. A pesar de que los estudios actuales han sido taxativos, hace 20 años no se llegó a saber si las heridas habían sido producidas por mordeduras de animales o por otros factores. Y durante años siguió sin saberse a ciencia cierta qué le ocurrió ni cómo murió.

La madre y hermanos de Soledad siempre se quejaron de la investigación policial realizada entonces, por laxa y llena de lagunas. Siguen convencidos de que la persona de la que siempre sospecharon y hoy está imputado fue el verdugo de Soledad. María del Mar, hermana de la fallecida, sigue preguntándose por qué la juez se negó a analizar un mechero encontrado al día siguiente cerca del cadáver. Otro misterio es para ellos que se hayan perdido “varios pelos” que se encontraban sobre el cadáver, cuyo ADN no se analizó.

El Juzgado de Instrucción número 7 de Córdoba, encargado de la causa, ha dictado auto de conclusión del sumario sin procesamiento. Ello significa que no se ha podido acusar a nadie de la muerte de la joven, a pesar de que hace un año se imputó a un antiguo novio de la fallecida. Sobre este extremo es por el que debe ahora pronunciarse la Audiencia Provincial. La hermana avisa de que “cueste lo que cueste, nosotros vamos a seguir reclamando justicia”.

A la convocatoria de la familia Donoso acudieron ayer casi un centenar de personas con fotos de la fallecida y bajo la leyenda “Yo también soy Sole”. Y reclamaron a viva voz a los responsables de la Audiencia que mantengan las investigaciones.

Josefina Lamas era portada hace un año por sus “errores” en la causa Bretón. La doctora se equivocó a la hora de determinar que los huesos encontrados en la finca de Las Quemadillas eran humanos. Su equivocación le costó su puesto en Policía Científica, pero mientras se investigaba la desaparición de los niños, el Juzgado de Instrucción número 7 de Córdoba reabrió el caso de Soledad Donoso, una chica que había aparecido muerta hacía 20 años y cuyo “caso era oscuro y todo apuntaba a un asesinato que estaba por prescribir”.

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