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CCOO dio 150 millones en cursos al grupo del sobrino de un exconsejero de la Junta
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ochoa ya es un directivo principal de vértice

CCOO dio 150 millones en cursos al grupo del sobrino de un exconsejero de la Junta

El Grupo Vértice, ogró un crecimiento exponencial en su facturación gracias a adjudicaciones millonarias en cursos de formación facilitados por CCOO

Foto: El secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo. (EFE)
El secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo. (EFE)

El grupo malagueño Vértice, propiedad de Juan Cruzado y Jesús Gallardo, exsocios y examigos que mantienen un largo litigio judicial por el control de la compañía, logró un crecimiento exponencial en su facturación gracias a adjudicaciones millonarias en cursos de formación facilitados por la Federación de Comercio, Hostelería y Turismo de Comisiones Obreras. Según declaró a El Confidencial un exresponsable de la compañía, el dinero que el sindicato otorgó de una manera directa al Grupo Vértice se podría elevar “al menos a 150 millones de euros en 16 años”.

Cruzado necesitaba de aliados políticos para conseguir ese negocio. Para ello, promocionó de una manera constante a Alfonso Ochoa Oliva, sobrino de Francisco Oliva, consejero de Trabajo de la Junta de Andalucía con Manuel Chaves entre 1990 y 1993, hasta situarlo como uno de sus principales directivos como consejero delegado de IDE Instituto y Desarrollo Empresarial, una de las empresas de Vértice, después de haber sido “director de Empresa de IDE”.

Ochoa fue el encargado de negociar con Comisiones Obreras los acuerdos de los contratos-programa, junto a Carlos Mejía, gerente de la Fundación Objetivo 1, cuya madre, Mari Pepa García, fue secretaria de Oliva en la Escuela de Hostelería de La Cónsula, un consorcio formado entre la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Málaga. La estrecha relación del tándem Mejía & Ochoa (son cuñados, pues sus mujeres son hermanas) resulta clave para entender cómo Comisiones Obreras se convirtió en el principal cliente en la última década del grupo Vértice y en el responsable de transformar una academia de barrio en la zona de la Carretera de Cádiz donde se aprendía mecanografía o contabilidad (empezó con un capital de 15.000 pesetas) a facturar 25 millones de euros en 2011.

“Una minucia con lo que se movía en esta empresa”

Como referentes e interlocutores figuraban Mejía (con excelentes relaciones con el Servicio Andaluz de Empleo) y Ochoa, pero la figura de Cruzado resultó decisiva para conseguir los contratos-programa gracias a la estrecha relación del presidente del Grupo Vértice con Javier González, exsecretario general de la Federación, y Tomás Valencia, exsecretario de Formación de este poderoso organismo de Comisiones Obreras.

“Lo que se está publicando con los fondos de formación es una minucia comparado con lo que se movía en esta empresa; multiplícalo por 100 y no te quedarás corto”, asegura otro exdirectivo consultado por este diario. Tomás Valencia jugaba al golf en la Costa del Sol con Juan Cruzado, iban juntos a los toros, a fiestas y compartían espacios de ocio en el mar con sus respectivas esposas. “En Navidad les enviaban jamones a los sindicalistas”, explica un trabajador que ya abandonó la empresa.

“Todo con mucho descaro”

Tomás Valencia y Javier González consiguieron que dos de sus hijos trabajaran en la sede en Madrid del Grupo Vértice en la calle Magallanes. La relación fue a más. De hecho, en la zona de Conde Duque –también de la capital– compartían una sede la federación y el grupo de formación malagueño. “Se hizo todo con mucho descaro durante años, sin el más mínimo decoro”, apunta un exempleado del grupo.

Valencia y González ya no forman parte de la Ejecutiva de la federación. Ignacio Fernández Toxo, secretario general de Comisiones Obreras, ha montado una dirección provisional y ha prescindido de González. También lo hizo ya antes con el exsecretario de Formación. “Aquí no ha habido ninguna irregularidad, fue una decisión de política interna”, señaló a este diario un trabajador de la federación de Comisiones Obreras. El secretario general de CCOO Málaga, Antonio Herrera, no tiene “ni idea” de la vinculación del sindicato con Vértice. “Cada federación tiene un grado importante de autonomía; sólo conozco a González de alguna vez que ha venido a Málaga”, explica Herrera.

“Quien no tiene padrino no se casa”

El expresidente de la Junta Manuel Chaves.Un exresponsable de la compañía confiesa en conversación telefónica con El Confidencial que en todos los temas de formación las relaciones del grupo empresarial “siempre son muy estrechas”. Y lo expresa de un modo muy gráfico: “Quien no tiene padrino no se casa. Los agentes sociales no querían cambiar la situación porque estaban contentos con el modo de hacer las cosas”.

Otro antiguo directivo del grupo relata que el crecimiento de Vértice se debió a la falta de un procedimiento reglado. “Te lo daban a ti porque eras su amigo. La empresa no creció por su consolidación, sino por la cantidad de dinero que conseguía cada año. Si no, ¿cómo se explica que pasara de una simple academia al emporio que se convirtió hace pocos años?". Actualmente trabajan menos de 100 personas en ella. Llegó a contar con 1.000 empleados.

“Es un asunto privado”

Alfonso Ochoa, el sobrino del exconsejero de Trabajo Francisco Oliva, resaltó a El Confidencial que se trataba de “ofertas de contratos-programa y contrataciones en una relación estatal, en unos ámbitos que no tienen nada que ver con Andalucía. No sé qué pinta aquí mi tío en este asunto. Todo se basó en una relación exclusivamente profesional”, señaló Ochoa en declaraciones a este diario.

Juan Cruzado, el dueño del grupo Vértice, calificó a este periódico de “tema privado” las adjudicaciones millonarias que consiguió su compañía a través de Comisiones Obreras. “No tengo nada que decir”, repitió Cruzado, “un empresario atípico y apasionado del golf”, como lo retrataba Diario Sur en enero de 2009. En La Opinión de Málaga se mostró partidario en septiembre de 2012 de “abaratar la formación” y declaró: “Detrás de una gran empresa hay una sociedad que la ha llevado hasta allí”

El grupo malagueño Vértice, propiedad de Juan Cruzado y Jesús Gallardo, exsocios y examigos que mantienen un largo litigio judicial por el control de la compañía, logró un crecimiento exponencial en su facturación gracias a adjudicaciones millonarias en cursos de formación facilitados por la Federación de Comercio, Hostelería y Turismo de Comisiones Obreras. Según declaró a El Confidencial un exresponsable de la compañía, el dinero que el sindicato otorgó de una manera directa al Grupo Vértice se podría elevar “al menos a 150 millones de euros en 16 años”.

Manuel Chaves Málaga Facturación
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