Susana Díaz resucita las afiliaciones en el PSOE andaluz con 942 militantes nuevos

Donde va -por ahora- triunfa. En dos semanas se celebra el Congreso Regional de Granada que aupará a Susana Díaz como secretaria general del PSOE andaluz. Díaz, presidenta de la Junta de Andalucía, sustituirá a José Antonio Griñán al frente de la todopoderosa federación socialista andaluza, la más importante de toda España. Su victoria orgánica vendrá acompañada de otro triunfo más soterrado, pero no menos importante: el aumento en el número de afiliados en Andalucía.

Para las elecciones primarias a la candidatura a la Presidencia de la Junta del pasado mes de julio el censo se cerró con 45.733 militantes. Cuatro meses después se eleva a 46.675 personas, 942 más que en julio, según los datos facilitados a El Confidencial por el PSOE de Andalucía. Estos datos reflejan cómo el huracán Susana continúa sin pausa. Su mensaje ha calado en la militancia.

El escándalo de los ERE, el enfrentamiento entre Chaves y Griñán por el liderato del partido, y el agravamiento de la crisis económico provocó en 2011 un fuerte descenso en la militancia, pero el revulsivo de Susana Díaz, unido a una tímida recuperación de empleo, explica esta subida. En la Agrupación Centro de Sevilla se ha notado este aumento de afiliados, “desde gente de Juventudes Socialistas a veteranos que han vuelto al partido”, indica a este diario un socialista sevillano con un destacado cargo institucional.

Si se efectúa una comparativa con 2002, la fecha en la que el entonces jefe del aparato de la Ejecutiva Federal, José Blanco, establece que para ser militante del PSOE hay que estar al corriente de las cuotas y pagar por cuenta corriente, el socialismo andaluz ha sufrido muchas bajas en el camino. Antes de la ‘reforma orgánica Blanco’ el PSOE de Andalucía contabilizaba 127.290 afiliados. Tras el ajuste, la militancia socialista andaluza se quedó en 44.017 personas.

Tras contabilizar los datos de las 1.000 agrupaciones locales socialistas andaluzas, al final se quedaron fuera del partido 83.473 personas “bien porque han fallecido, no están al día en sus recibos o no han rellenado aún las nuevas fichas de militancia en las que se reclama la cuenta corriente para el abono bancario de la cuota que sustituye a la tradicional cartilla y los tampones de sellos”, según publicó El País en mayo de 2002.

Prohibido al acceso y ‘pucherazo’

Acceder al censo de militantes se convirtió en uno de los secretos mejores escoltados por el aparato de la Ejecutiva Regional de la calle San Vicente de Sevilla, la sede del PSOE andaluz, en el proceso de frustradas elecciones primarias a la Junta de Andalucía en la que venció Díaz frente a Luis Planas, exconsejero de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente. Planas denunció con insistencia al aparato socialista sureño que no podía acceder al censo.

“Recientemente, al convocar las primarias de julio de 2013 se habla de 45.733 afiliados, 81.557 menos que en 2001, aunque no ha habido con la antelación suficiente un certificado que indicara con precisión el número exacto, a pesar de que la cifra era fundamental para concretar el número de avales que eran necesarios para presentar candidatura en las elecciones primarias”, critica el blog Senatus Trianae, un colectivo de veteranos socialistas de Sevilla.

“Los datos no admiten discusión”, añade este blog, “en relación a las cifras de 2001 la disminución de afiliados fue del 58% en 2011 y del 64% en la actualidad. La pregunta es la siguiente: ¿En qué porcentaje bajará la militancia cuando los afiliados actuales tomen conciencia del último pucherazo de los órganos directivos del partido en la comunidad autónoma?”.

“Aire fresco” frente a la “moqueta” de ‘Pepe’ Griñán

Los susanistas opinan todo lo contrario. Según indica a El Confidencial un miembro de la Ejecutiva regional del PSOE, Susana Díaz supone un “aire fresco” que se ha notado en la militancia, al pertenecer a una generación distinta a la de Griñán, quien suponía “una continuidad a Chaves y menos ilusión, a pesar de los esfuerzos del expresidente por hacerse cercano e intentar que todos les llamáramos Pepe y no José Antonio”.

Ser mujer y joven (39 años) son valores fuertes que Díaz ha conseguido llevar a su terreno, al conseguir que la militancia la vea como uno de los suyos, y no como alguien de fuera, como era el caso de Griñán, un político acostumbrado a pisar moqueta, frente a la número 1 in pectore del PSOE andaluz, acostumbrada a fajarse en las agrupaciones, toda una experta en el aparato socialista, que ha intentado en dos meses que lleva gobernando la Junta desterrar –aún imposible de olvidar– su imagen de killer.

“En los peores momentos tampoco se produjo una bajada brusca de la afiliación, fue paulatina. El dato de una subida récord en la afiliación es muy bueno. Susana genera una ilusión en las ocho provincias y las nuevas incorporaciones tienen que provocar un cambio en el PSOE que necesitamos”, señalan a este diario fuentes socialistas andaluces, muy satisfechas del discurso de apertura de la presidenta de la Junta en la Conferencia Política de Madrid. Ahora queda por ver en qué medida aumentará la militancia antes de que acabe el año y si lo de Susana calará aún más entre los simpatizantes socialistas.