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“La perito fue forzada a entregar el informe incompleto de los huesos”
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DOS AÑOS DEL ASESINATO DE RUTH Y JOSÉ

“La perito fue forzada a entregar el informe incompleto de los huesos”

Josefina Lamas “fue forzada por un superior para que sólo en unas horas entregase el informe de los restos”, aseguran fuentes cercanas a la investigación

Foto: Fotografía de archivo en la que una técnico abandona con el georradar la finca Las Quemadillas de Córdoba. (EFE)
Fotografía de archivo en la que una técnico abandona con el georradar la finca Las Quemadillas de Córdoba. (EFE)

Josefina Lamas, la policía especializada en antropología forense que emitió el primer informe pericial sobre los huesos de la hoguera de Las Quemadillas y que afirmó que pertenecían a animales, y no a los hijos de José Bretón, “fue forzada en espacio y tiempo por un superior para que sólo en unas horas entregase el informe de los restos”.

Eso es lo que aseguran a El Confidencial, cuando se cumplen dos años de la desaparición de los niños Ruth y José, fuentes policiales muy cercanas a la investigación. Las mismas aseguran que ella siempre mantuvo “que estaba incompleto y que debía seguir, porque tenía dudas. Había muchos restos de animales en la hoguera y otros que, al final, resultaron ser humanos”.

Lamas ha sido señalada como la culpable de que el caso se alargara un año y se prolongara la agonía de la madre de los pequeños. Compañeros de la perito insisten hoy en que ella “habló con el comisario que llevaba el caso, Manuel Piedrabuena, para comunicarle que en sólo unas horas que le habían dado ella no podía precisar exactamente la naturaleza de los huesos encontrados en Las Quemadillas”.

La conversación entre la perito y el comisario tuvo lugar de madrugada y, según testigos presenciales, el comisario Piedrabuena le preguntó: “¿Va a ir a estudiar los huesos a la Comisaría?”. La perito contestó que “a estas horas, 4:30 de la mañana, no puedo seguir investigando: estoy agotada y no tengo medios. Mañana me llevaré los huesos a Canillas (Madrid) para hacer más pruebas y estudiarlos detenidamente con otros compañeros”. El comisario fue tajante: “Los huesos se estudian en Córdoba”. Ante el argumento de la perito de que “aquí no se pueden estudiar, no tengo el instrumental que necesito. Debo llevarme la caja a Madrid”, Piedrabuena contestó que “no es mi problema. Los huesos no salen de Córdoba. Pida usted lo que necesite y se le facilitará”. Aunque la forense continuó argumentando que no contaba ni con las instalaciones ni con el material para realizar un estudio correcto, el comisario tajantemente cortó la conversación diciendo que al día siguiente se estudiarían los huesos en Córdoba.

José Bretón, declarado culpable de la muerte de sus hijos. (EFE)Fuentes cercanas a la investigación indican que con toda probabilidad “si la perito no hubiera estado tan presionada en los plazos por el comisario que dirigía, Josefina Lamas podría haber seguido trabajando y las arcas del Estado se habrían ahorrado un buen montante monetario, así como un año de agonía para los familiares”.

El comisario, apartado del caso

A los pocos días de que la antropóloga hiciera el informe de los huesos, la cumbre de altos mandos de Interior decidió retirar del caso al comisario Piedrabuena, por entonces responsable de la Policía Judicial en la Jefatura Superior de Sevilla, quien se había desplazado desde la capital andaluza a Córdoba para intervenir en las pesquisas.

Parece ser que su presencia produjo malestar entre los investigadores, puesto que se da el caso de que otro compañero jefe de la Udyco también había remitido a Asuntos Internos una queja sobre Piedrabuena argumentando que estaba obstruyendo la investigación policial del supuesto robo de documentos denunciado por Iván Chaves, hijo del expresidente de la Junta y exministro Manuel Chaves, tras saltar a la luz pública el escándalo sobre sus negocios como conseguidor ante la Junta de Andalucía.

Un error grave de la perito

Pero dos años después de la desaparición de los niños, son muchos los que siguen señalando a Lamas como la principal responsable de que Bretón estuviera un año ‘jugando’ con las autoridades. “Que José Bretón era culpable de la muerte y desaparición de sus hijos era un asunto que estaba claro, y que si no hubiera sido por el error de la perito de la Policía, que se equivocó al confundir los huesos de los niños con los de animales, se habría resuelto muchísimo antes. No se podía trabajar por la presión mediática que había”, aseguran esas fuentes.

La antropóloga está apartada de sus labores en la Policía Científica y realiza sus funciones burocráticas en Recursos Humanos. Lamas es consciente del “sambenito” que le han colgado. Pero muchos compañeros que trabajaron con ella en el caso la defienden y argumentan que ha habido “muchos errores en el proceso y no se puede culpar a una sola persona”.

La perito ya destacó en el juicio que la hoguera había sido manipulada cuando ella llegó a la finca por primera vez, en comparación con las imágenes de la hoguera tomadas por sus compañeros anteriormente. Ella precisó que había "una serie de elementos que no estaban en el mismo lugar" y, además, sus propios compañeros le dijeron que la hoguera "había sido removida".

“Los huesos se fueron de copas”

Otra de sus famosas frases es que escuchó decir que "los huesos se fueron de copas", esto es, que se sacaron de la comisaría madrileña donde estaban custodiados para ser “enseñados en un bar o local de restauración al doctor Etxeverria” (el forense que determinó sin lugar a dudas que eran humanos).

Esta declaración fue contestada por Etxeverria -"es un disparate", “a mí nadie me enseñó antes los huesos y menos en un bar"- y le ha costado a Lamas que el juez le dedujera testimonio para investigar lo sucedido. La perito tendrá que personarse en los próximos meses en los juzgados de Córdoba por esta causa.

El episodio de los huesos fuera de la comisaría sucedió, según diversas fuentes, entre el 26 de julio y el 2 o 3 de agosto de 2012. “Se los enseñaron en un bar cercano, al parecer, varios funcionarios policiales que habían ido a recoger al Dr. Etxeverria al País Vasco”, aseguran fuentes muy cercanas a la investigación.

A la supuesta ruptura de la cadena de custodia de los huesos se suma, para dividir a la Policía, que el comisario Serafín Castro puso al frente de la investigación del caso a un joven inspector, hijo de un comisario principal que fue su jefe, con escasa experiencia y que había jurado su cargo en la academia de Ávila hacía un par de años.

La pasada semana este inspector recibía la Cruz al Mérito Policial con distintivo blanco, mientras que otros compañeros que participaron muy activamente en la investigación desde el principio y le dedicaron muchas horas ni siquiera han sido felicitados.

Hoy, cuando se cumplen dos años de la desaparición de los niños, las cicatrices que el caso ha dejado en los policías que lo investigaron distan mucho de estar cerradas.

Josefina Lamas, la policía especializada en antropología forense que emitió el primer informe pericial sobre los huesos de la hoguera de Las Quemadillas y que afirmó que pertenecían a animales, y no a los hijos de José Bretón, “fue forzada en espacio y tiempo por un superior para que sólo en unas horas entregase el informe de los restos”.

José Bretón Ruth Ortiz Córdoba
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