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Los ecologistas, contra Felipe González: ‘pasa’ de presidir Doñana y no va a los consejos
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MIENTRAS PELIGRA LA CONDICIÓN DE RESERVA DE LA BIOSFERA

Los ecologistas, contra Felipe González: ‘pasa’ de presidir Doñana y no va a los consejos

A Felipe González no le interesa el incierto futuro ambiental de Doñana. A pesar de que la Junta de Andalucía le fichó para contar (presuntamente) con

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Los ecologistas, contra Felipe González: ‘pasa’ de presidir Doñana y no va a los consejos

A Felipe González no le interesa el incierto futuro ambiental de Doñana. A pesar de que la Junta de Andalucía le fichó para contar (presuntamente) con su influencia para consolidar el parque natural, el expresidente del Gobierno se ha desentendido de todo lo que ocurre en el territorio. Y eso que es el presidente del Consejo Rector de Doñana. González no cobra honorarios: sólo las dietas de desplazamiento.

Su falta de asistencia a los consejos ha irritado a las organizaciones ecologistas que piden su inmediata dimisión: “Como no trabaja, debe marcharse”, claman los verdes. González sólo ha acudido a dos de las cinco reuniones del consejo, cuando su anterior presidente, el científico Ginés Morata, no sólo acudía puntualmente a las reuniones, sino que participaba de modo activo en la gestión del parque.

Como publicó El Confidencial el pasado mes de diciembre, la Junta apoyó el nombramiento de González arguyendo su prestigio internacional, que podía redundar de forma positiva en el conocimiento de Doñana en el extranjero. Y en todo caso, se recordó, incluso, el hecho de que el ex presidente hubiera declarado con frecuencia su apego a una reserva en la que instauró las “vacaciones presidenciales”, que más tarde continuarían Aznar y Rodríguez Zapatero.

El portavoz de WWF, Felipe Fuentelsaz, recordó que cuando se nombró a González se entendió que, en base a su conocimiento sobre Doñana, podría ser "un buen embajador" pero se ha demostrado que "no ha sido así" y además de la ausencia a los plenos debería haber apoyado "ciertas cosas y no lo ha hecho", informa Efe. Fuentelsaz abunda en la necesidad de buscar para el cargo "una persona neutra, que no sea política, que realmente luche por Doñana y los acuerdos que se adopten en el Consejo".

“Estamos decepcionados porque es la tercera vez que falta y "no es justo porque todo se rodea en torno a él, él es la persona que tiene que defender y luchar por que se solucionen los problemas y amenazas en Doñana, y no ha movido ficha", añade el portavoz de WWF. Juan Romero, portavoz de Ecologistas en Acción en Huelva, cree que debería haber un nuevo perfil, "un científico independiente y con ganas de trabajar”. También opinó de González: “Como está jubilado, que disfrute de su jubilación".

El dragado del Guadalquivir y 1.000 pozos ilegales

Romero, en declaraciones a El Confidencial, lamenta que González alegue siempre problemas de agenda. “Si no puede, que dé paso a otras personas. Hay muchos conflictos por arreglar como el dragado del río Guadalquivir, que removerá el cauce aumentando la salinidad y la reconversión en un canal de paso de barcos”.

Tras celebrar que se hubiera paralizado el Oleoducto Balboa, el ecologista también recuerda el problema del “plan especial de ordenación territorial de la corona forestal de Huelva con 1.000 pozos ilegales y sobreexplotación de los acuíferos; la comunidad de regantes está expectante para aprobar el documento”. En junio de 2011 Doñana sufrió una auditoría europea, tras la alerta de todos estos problemas. “En marzo de 2013 se tendrá que demostrar que se han solucionado”, apunta Romero. Si no es así, peligraría la condición de Reserva de la Biosfera que la Unesco concedió en 1981.

Este diario ya alertó en un reportaje de 2010 del ocaso de Doñana. La presión demográfica es feroz. Situado en la provincia de Huelva, y limítrofe con Sevilla y Cádiz, está rodeada de una población de más de un millón de habitantes en un radio de menos de 100 kilómetros. La urbanización de Matalascañas construida en los setenta (cuarenta kilómetros de sus playas están incluidos en el Parque Natural de Doñana) fue, según los ecologistas, el principio del deterioro.

A Felipe González no le interesa el incierto futuro ambiental de Doñana. A pesar de que la Junta de Andalucía le fichó para contar (presuntamente) con su influencia para consolidar el parque natural, el expresidente del Gobierno se ha desentendido de todo lo que ocurre en el territorio. Y eso que es el presidente del Consejo Rector de Doñana. González no cobra honorarios: sólo las dietas de desplazamiento.