Es noticia
Rajoy sentenció a Arenas en una comida tras perder su pulso con Cospedal
  1. España
  2. Andalucía
HACE DOS SEMANAS PUSO FIN A SU ETAPA EN ANDALUCÍA

Rajoy sentenció a Arenas en una comida tras perder su pulso con Cospedal

La sentencia sobre el futuro de Javier Arenas se produjo en una comida del líder andaluz con el presidente Mariano Rajoy, hace dos semanas. Arenas, en

Foto: Rajoy sentenció a Arenas en una comida tras perder su pulso con Cospedal
Rajoy sentenció a Arenas en una comida tras perder su pulso con Cospedal

La sentencia sobre el futuro de Javier Arenas se produjo en una comida del líder andaluz con el presidente Mariano Rajoy, hace dos semanas. Arenas, en su intento por convertirse en coordinador general del partido, como adelantó El Confidencial, perdió el pulso con María Dolores de Cospedal, que públicamente -como insistió ayer- aseguró que el puesto del político andaluz era el de vicesecretario general, y que no estaba previsto que ocupara más espacio.

Con la advertencia de Cospedal y un fuerte malestar en el PP de Andalucía por la inacción de su líder, Arenas se reunió con Mariano Rajoy, compartiendo con él mesa y mantel. En ningún momento, según las fuentes consultadas por El Confidencial, se hizo alusión en ese encuentro a puesto alguno en el partido para Arenas, ni Rajoy insinuó nada que desautorizara a Cospedal.

Sin embargo, sí se habló sobre la conveniencia de que Arenas aclarara su futuro. Rajoy había asegurando meses antes, en un acto público y tras el fiasco de Arenas en Andalucía, que había que ser persistente; se había dado por hecho, con el consentimiento del presidente, que Arenas se presentaría a la reelección como líder regional del partido, pero no se aclaró nada de su candidatura a la Presidencia de la Junta en las próximas elecciones autónomas.

Traslado a Génova del malestar en el PP-A

Por otra parte, a la dirección nacional del PP  habían llegado en las últimas semanas mensajes sobre el malestar existente en el partido en Andalucía ante la posibilidad de que Arenas quisiera elegir a un heredero a dedo para las elecciones próximas, y controlarlo desde la presidencia regional del partido, algo a lo que no estaban dispuestos determinados líderes andaluces, entre ellos algunos alcaldes con poder.

En esta tesitura y con el partido cada vez más desorientado tras el golpe que supuso no conseguir un Gobierno de la Junta que se consideraba más que seguro, Arenas ha optado por tirar la toalla, a la espera de que Rajoy le encuentre un hueco en Madrid. A pesar de que desde el entorno de Arenas se asegura que el presidente del Gobierno podría darle a un ministerio en una próxima crisis, desde la sede nacional en la calle Génova 13 se descarta esta hipótesis asegurando que no es precisamente Arenas ahora la prioridad de Rajoy.

El elogio envenenado de Cospedal

La secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, que ha elogiado la figura de Arenas tras su decisión de abandonar la presidencia del PP-A, tiene motivos para considerarse vencedora de un pulso con su peor enemigo en la dirección del partido, que no consiguió de Rajoy el aval para convertirse en coordinador general. Cospedal se ha mostrado “contenta” por el hecho de que el partido pueda disponer a partir de ahora de una mayor dedicación de Arenas, pero como vicesecretario general de Política Municipal y Autonómica, cometido en el que hizo especial hincapié la secretaria general.

En uno de sus últimos gestos como líder andaluz del PP, Arenas ha querido salvar a su fiel escudero, el secretario general, Antonio Sanz, buscándole un puesto en el partido en Madrid, no definido aún. En la etapa que se abre en el PP andaluz, Sanz habría sido una presa fácil para la gran cantidad de enemigos internos que ha cosechado, sobre todo por el interés de Arenas de erigirlo en muralla frente a aspirantes de más valía que podrán haberle hecho sombra al líder regional. 

La sentencia sobre el futuro de Javier Arenas se produjo en una comida del líder andaluz con el presidente Mariano Rajoy, hace dos semanas. Arenas, en su intento por convertirse en coordinador general del partido, como adelantó El Confidencial, perdió el pulso con María Dolores de Cospedal, que públicamente -como insistió ayer- aseguró que el puesto del político andaluz era el de vicesecretario general, y que no estaba previsto que ocupara más espacio.

Mariano Rajoy María Dolores de Cospedal Javier Arenas