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El PP no descarta un Gobierno de salvación 'in extremis' con Griñán
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PARA EVITAR LA RUINA EN ANDALUCÍA

El PP no descarta un Gobierno de salvación 'in extremis' con Griñán

Las negociaciones para conseguir un pacto de Gobierno o apoyo parlamentario en Andalucía entre PSOE e IU van a derivar en una barricada política frente a

Foto: El PP no descarta un Gobierno de salvación 'in extremis' con Griñán
El PP no descarta un Gobierno de salvación 'in extremis' con Griñán

Las negociaciones para conseguir un pacto de Gobierno o apoyo parlamentario en Andalucía entre PSOE e IU van a derivar en una barricada política frente a los recortes de Rajoy. Ambos partidos han iniciado una campaña de oposición al Gobierno central, apoyada en el agravio regional, frente al proyecto de presupuestos presentado por Cristóbal Montoro. Al margen del reparto de consejerías, lo que se juega en Andalucía es la desobediencia institucional a las directrices de la Unión Europea sobre el déficit, que Montoro tendrá que lidiar con amenazas de intervención de las cuentas autonómicas. En el PP, por su parte, no se descarta un Gobierno de salvación regional si la situación deriva en crítica y la comunidad se hunde estallando las cifras de paro.

Andalucía está llamada a convertirse en la reserva de la izquierda frente a la política de Rajoy. Esta tesis, que hace meses sólo era una teoría, está tomando cuerpo de forma paralela a las negociaciones para el pacto PSOE-IU. La ofensiva de la izquierda andaluza se apoya en la misma estrategia que se utilizó por parte del PSOE frente al Gobierno de Aznar. En primer lugar, se denuncia el hecho de que en los presupuestos no se incluya un volumen de inversión en Andalucía acorde con el porcentaje de población de la comunidad autónoma respecto a la española. Y, por otra parte, se muestra una fuerte oposición a la política de recortes del Gobierno central sobre todo en Educación y la Dependencia, entre otros.

IU está dispuesta a desarrollar el papel de dique frente a la imposición de los mercados, entendiéndose por ello una oposición radical a las exigencias sobre el control del déficit. Tanto es así, que en algunos sectores de la coalición de izquierdas no se quiere entrar en un Gobierno de coalición con el PSOE y limitarse a apoyar a Griñan desde el Grupo parlamentario para no verse implicados en la política de recortes que la Junta va a tener que aplicar.

La barricada política que se prepara

Frente a la barricada política que se prepara en Andalucía, a la sombra del pacto de Gobierno de la izquierda, Montoro ya ha advertido que el Gobierno central está dispuesto a intervenir las cuentas autonómicas si no observa una disciplina económica en materia de control de déficit. Este control no se impondrá sólo en Andalucía, sino en cualquier otra comunidad autónoma que traspase las reglas impuestas por la UE, donde hay una especial preocupación por los desfases autonómicos en España.

Frente a la estrategia del pacto de izquierda, en el PP de Andalucía hay sectores que no descartan incluso que a medio plazo hubiera que llegar a un Gobierno de coalición con el PSOE para salvar a la comunidad de la ruina. Al margen de las propuestas que se han lanzado desde el PP-A para que Griñán acepte un acuerdo de gobernabilidad, la situación económica a medio plazo puede degradarse en Andalucía hasta el punto de dejar en aguas de borrajas el pacto de izquierdas y obligar a un Gobierno de salvación regional para que la comunidad no se hunda definitivamente con las consecuencias que de ello se derivarían para el empleo en una región que ya cuenta con más de 1,2 millones de parados.

De hecho, cada día son más insistentes los temores expresados públicamente por sectores sociales y económicos. Este es el caso de los empresarios de la CEA, que se muestran preocupados por el incierto futuro que depararía para la región un pacto de izquierdas apoyado en el fundamentalismo político. Diego Valderas, líder de IU, ya ha advertido que no está dispuesto a aceptar “presiones” de estos sectores económicos. Sin embargo, Valderas se encuentra cada día más presionado por la verdadera situación económica andaluza, la obligación de respetar los límites impuestos por el Gobierno central, subsidiario en este caso de las directrices de la UE, y los sectores de su propia coalición, donde hay una variedad de criterios sobre la conveniencia o no de amarrarse al PSOE en una situación tan compleja como la que atraviesa Andalucía.

Las negociaciones para conseguir un pacto de Gobierno o apoyo parlamentario en Andalucía entre PSOE e IU van a derivar en una barricada política frente a los recortes de Rajoy. Ambos partidos han iniciado una campaña de oposición al Gobierno central, apoyada en el agravio regional, frente al proyecto de presupuestos presentado por Cristóbal Montoro. Al margen del reparto de consejerías, lo que se juega en Andalucía es la desobediencia institucional a las directrices de la Unión Europea sobre el déficit, que Montoro tendrá que lidiar con amenazas de intervención de las cuentas autonómicas. En el PP, por su parte, no se descarta un Gobierno de salvación regional si la situación deriva en crítica y la comunidad se hunde estallando las cifras de paro.

José Antonio Griñán