Hacienda no se fía de las cifras de Griñán y atará en corto un futuro gobierno PSOE-IU

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, está dispuesto a intervenir las cuentas de la Junta de Andalucía si el futuro Gobierno de Griñán no cumple con el límite de déficit impuesto, dentro del marco de la política económica de la UE. Montoro ha desconfiado siempre de la actitud de Griñán y ha puesto en cuestión sus datos sobre la deuda y el déficit andaluz.

Las dudas sobre las cuentas andaluzas vienen de lejos. Desde que accedió a la cartera de Hacienda, el ministro viene emitiendo mensajes que cuestionan la actitud del Gobierno andaluz. Y, por otra parte, Griñán le ha dado a veces motivos para la sospecha.

En primer lugar, el presidente andaluz, hoy en funciones y pendiente de un pacto con IU, llegó a cifrar el déficit de la comunidad en un 1,4%, un día antes de que su propia consejera de Hacienda lo desmintiera situándolo en el 3,2%.  La diferencia entre los datos expuestos por dos miembros de un mismo Gobierno, uno de ellos el propio presidente, nunca fue explicada con claridad.

La consejera de Hacienda andaluza, Martínez Aguayo, trató de salir por la tangente meses después, restando del déficit del 3,2% la deuda pendiente del Gobierno con Andalucía por las inversiones no realizadas y comprometidas en los presupuestos de Zapatero.

Deudas con proveedores

Posteriormente, Cristóbal Montoro tuvo otro elemento más para abonar sus sospechas sobre las cuentas del Gobierno andaluz. Después de semanas pidiendo que Griñán hiciera pública la deuda de la Junta con los proveedores, el ministro de Hacienda se  enteró por una fuente externa a la Administración andaluza de que esa deuda ascendía a 3.000 millones de euros.

Este dato se dio a conocer en plena campaña electoral a las andaluzas, y el ministro de Hacienda insinuó, como solía hacer el candidato del PP, Javier Arenas, que a estos 3.000 millones reconocidos habría que sumar una cantidad no determinada de facturas no contabilizadas que podrían quedar en los cajones. Si así fuera, ahora tendrá que ser Griñán quien las contabilice, una vez que acceda de nuevo al Gobierno tras el pacto que está negociando con IU en Andalucía.

El déficit al que tiene que someterse Andalucía, como el resto de las comunidades, es el 1,5%. El temor del Gobierno central, expuesto por Montoro en varias ocasiones, es que la política expansiva de la Junta rompa esas previsiones de déficit. Si eso ocurriera, el ministro ha anunciado que intervendrá las cuentas de la comunidad andaluza, como haría si cualquier otra llegar a romper los límites establecidos.