Los comunistas presionan a Valderas para que IU no se ‘pringue’ en un Gobierno con Griñán

La fase previa a la negociación entre PSOE e IU en Andalucía para establecer las bases de un acuerdo de gobierno están generando un forcejeo dentro de la coalición de izquierdas que lidera Diego Valderas. Los comunistas del PCE, que tienen un importante peso en IU, están presionando para evitar un pacto de gobierno con reparto de consejerías desde el primer momento. Se trata de una estrategia de precaución ante la resolución aún pendiente de casos de corrupción en el PSOE, como el de los ERE, y los recortes que Griñán va a tener que hacer en la Junta, donde no hay fondos para mantener la estructura administrativa mastodóntica que se ha construido en las pasadas legislaturas.

La oposición del PCE a un matrimonio desde el minuto uno está apoyada por el partido de Sánchez Gordillo, aunque esta fuerza no es determinante. El secretario general del PCE, José Luis Centella, y Felipe Alcaraz, entre otros, están empujando a Valderas para que sea prudente. La estrategia que defienden pasaría por votar a Griñán en la investidura y después llegar a acuerdos puntuales desde el Grupo Parlamentario. Mientras tanto, Griñán tendría que reestructurar la Administración autónoma hasta encajarla para no superar el déficit impuesto por el Gobierno de Rajoy (1,5%) y esperar asimismo a que se sustancien los casos de corrupción en los juzgados. El proceso judicial se haría coincidir con una comisión de investigación en el Parlamento sobre el caso ERE, que pedirá IU, en la que podría tener que declarar el propio Griñán e incluso el ex presidente Manuel Chaves.

Consejerías, Presidencia del Parlamento y Canal Sur

En ese tiempo, en torno a un año, el PSOE se vería debilitado hasta el punto de que el apoyo de IU le saldría a Griñán mucho más caro que en un primer momento de la legislatura. Valderas, sin embargo, no descarta pasar a formar parte del Gobierno. Para ello, sobre la mesa se pondrá no sólo el acceso a varias consejerías, al menos tres, sino la Presidencia del Parlamento andaluz, que podría ser para el propio Valderas, quien ya ocupó este puesto en la legislatura de la pinza, y un reparto del control en Canal Sur.

La clave del pacto que se pretende, ya sea apoyo parlamentario o reparto de poderes, pasa por evitar una imagen de inestabilidad que le permitiera al PP albergar esperanzas de que la legislatura pueda reventar anticipadamente. Valderas ya ha asegurado que no estará nunca en una estrategia de inestabilidad, consciente de que IU se juega una oportunidad única para demostrar que puede ser una fuerza de gobierno, y no sólo de oposición o incluso antisistema.

Preocupación de sectores económicos por la presencia de IU

De hecho, en Andalucía está tomando cuerpo un estado de opinión a partir del cual hay sectores que creen que una coalición PSOE-IU va a deparar graves consecuencias en el plano económico, con inversores saliendo de la región y empresas negándose a llegar a una comunidad muy necesitada de dinero para crear empleo.

Las negociaciones para llegar a un acuerdo, sea de poder compartido o apoyo parlamentario, se inician esta semana, e IU ha establecido tres mesas por lo que a la coalición se refiere, compuesta por representantes de todos los partidos presentes en ella. Posteriormente, la alternativa que se decida será expuesta a las bases, aunque la forma de apoyo al PSOE en el Gobierno de la Junta será decisión de la dirección de IU en Andalucía. Ni Cayo Lara ni las propias bases decidirán si se opta por un reparto de consejerías o por esperar a que Griñán se fría en la salsa de la corrupción pendiente y los obligados recortes para entrar en un Gobierno compartido con más fuerza a la vuelva de un año.