Griñán quiere un pacto de Gobierno estable, pero IU le va a hacer sudar

El candidato socialista, José Antonio Griñán se ha mostrado convencido de que “Andalucía necesita un gobierno estable”, aludiendo a la “difícil situación” económica por la que atraviesa la comunidad. Se trata de un mensaje a IU que apunta a un acuerdo serio, “un programa compartido”, al margen de otras veleidades. Desde IU, sin embargo, se intenta poner un precio elevado a un acuerdo e incluso hay sectores dentro de la coalición que prefieren no entrar en el gobierno en primera instancia hasta que se resuelvan los casos de corrupción pendientes en el PSOE.

La emoción inicial ha dado paso a la realidad. Griñán ha mostrado su perfil más realista y, consciente de las suspicacias que ha despertado en algunos sectores el acuerdo al que tiene que llegar con IU, ha pedido un pacto estable que tenga como referente la situación económica de Andalucía. Esta tesis tiene que traducirse en un programa común, pero puede chocar inicialmente con planteamientos radicales de la coalición de izquierdas, de representantes dispuestos a declararle la “guerra a los mercados”.

En cualquier caso, los mensajes sólo han empezado a fluir a modo de insinuaciones. El líder de IU, Diego Valderas, no está dispuesto a anteponer criterios que no sean los que se recogen en su programa, firmado ante notario, y en todo caso mira de reojo al sector más radical de la coalición.

En IU se ha puesto en marcha una especie de reparto de papales. Valderas es el moderado y Sánchez Gordillo, el radical. La representación está pactada y con ella, Valderas ha conseguido un aliado, Sánchez Gordillo, en quien antes era un enemigo feroz.

La prueba del algodón para la coalición será la actitud de Griñán ante la corrupción. Valderas ha prometido que pedirá comisiones de investigación en el Parlamento andaluz. Si se creara una relacionada con los ERE quizás tuviera que comparecer incluso Griñán. ¿Estaría IU dispuesta a llegar a ese límite y Griñán a permitirlo?

En cualquier caso, estos conatos de prenegociaciones tienden por parte de IU a ponerle un alto precio al pacto. La coalición votará a favor de la investidura de Griñán, aunque dice estar dispuesta a hablar con todos. Otra cosa será entrar en el Gobierno desde el primer día. Para ello. IU tendrá que procurar no quemar su crédito haciéndose cómplice indirecta de la corrupción que aún circula por el despacho de la juez Alaya.