Sevilla hace el agosto en febrero gracias a los congresos de PSOE y PP

Entre la maraña de crisis, listas y navajazos en los partidos, ya hay quien puede decir que la política sirve para algo. Los congresos nacionales del PSOE y PP (éste arranca hoy), se han convertido en el gran negocio de Sevilla. Los taxistas no reparan en colores, “nos han salvado el mes de febrero”, y todos son por unos días de aquel que celebra su cónclave. Los hoteles superan las previsiones de la temporada baja, y el Palacio de Congresos y Exposiciones de Sevilla, Fibes, aspira a mitigar los números rojos con los que tenía previsto cerrar el año en curso. El gran negocio de los congresos se ha convertido en un brote verde al pairo verdiblanco de las elecciones andaluzas.

Hotel NH Renacimiento. Isla de la Cartuja. 38 congreso del PSOE. Rubalcaba, entre golpe y golpe al Vaticano, saluda a los camareros y les envía un mensaje cariñoso en su discurso final por las horas extras que han tenido que hacer para que los socialistas compongan la Ejecutiva a base de cafés. Los camareros, sin embargo, parecen contentos. El precio del alquiler del hotel y otros servicios le ha costado al partido en torno a los 600.000 euros. En temporada baja esto es un milagro. Los precios de las consumiciones, con servicios subcontratados, estuvieron a la altura de una gran empresa como es el PSOE. Y, en total, entre instalaciones y consumiciones, el partido, con los tres mil asistentes de su congreso, ha podido dejarse en Sevilla en torno al millón de euros.

Zoido hace rebajas en las multas

El recorte en el presupuesto del partido, que contará con un 20% menos de subvención pública, y el descenso en el número de afiliados obliga a ser austeros. El PSOE no llega ya al cuarto de millón de militantes que pagan cuotas. Cada delegado, y hubo 987, tuvo que pagarse parte de sus gastos de estancia; eligieron hoteles de tres estrellas frente a las modernas habitaciones y suites que ocupaba el aparato en el NH Renacimiento. Todo quedó en Sevilla… Hasta las multas. La Policía municipal de Juan Ignacio Zoido hizo varias introspecciones por los espacios de aparcamientos cercanos al hotel: cientos de multas a coches mal aparcados a 200 euros el vehículo. Eso sí, si la sanción se paga antes de que termine febrero, se reduce en un 50%. Todavía están a tiempo. Zoido aprieta, pero no ahoga.

Los taxistas andan como locos este mes llevando a políticos de toda España de rincón a rincón de Sevilla. “Ojalá durara esto mucho tiempo; nos va a arreglar el mes”, dice uno de ellos que traslada al cliente desde la Plaza de Cuba al Barceló Renacimiento. “¿Usted es del partido?”, pregunta el taxista. No, no; qué va... “Bueno, a mí me da igual…” Ya. Los socialistas prefieren los bares de tapas si son delegados de base y los buenos restaurantes si son de la cúpula. Sevilla siempre fue el origen gastronómico del partido, desde la aparición del clan de la tortilla. Hoy en el PSOE ya no se lleva el librito de las añadas de los vinos, entre otras cosas porque hay menos cargos oficiales en los congresos después de la avalancha azul de populares en toda España, pero sigue habiendo clases dentro de la casa común. Ya sean de la base proletaria o del aparato, todo queda en Sevilla.

El PP salva el Palacio de Exposiciones

El PP ha elegido el Palacio de Exposiciones y Congresos, Fibes, para el cónclave que hoy se abre. Esta institución tiene graves problemas económicos. Ha cerrado su último ejercicio con 1,3 millones de pérdidas y espera terminar el año en curso con 800.000 euros en números rojos. La crisis es aguda, las empresas cierran y las ferias se suprimen o reducen. El Ayuntamiento es copropietario de las instalaciones. El congreso del PP, por tanto, le va a hacer un buen servicio a la ciudad.

Los populares prometen ser más rentables que los socialistas en el negocio que Sevilla ha abierto a costa de la política y sus circunstancias. El partido de Rajoy, con unos 800.000 afiliados, va a llegar a Sevilla 3.172 compromisarios, muchos más por tanto que los 987 delegados del PSOE. Es decir, que entre compromisarios, invitados, prensa y demás familia, la asistencia al congreso popular puede rondar las cinco mil personas, y todo a pesar de que el secretario general de UGT de Andalucía, Manuel Pastrana, ha declinado la invitación que le ha hecho el partido de Rajoy para que asista como invitado trastrocando así las previsiones.

El único bigotes que se espera es el de Aznar

El último congreso nacional celebrado en Valencia por el PP le costó al partido 568.511 euros. ‘El Bigotes’ consiguió un pico del presupuesto. En el congreso de Sevilla no habrá bigotes que no sea el de Aznar; todo se hará con los medios de la casa y algunas subcontratas controladas. El coste, al margen de lo que cada cual gaste por su cuenta, puede rondar también los 600.000 euros, aunque este dato es oficioso. Es decir, se trata de un congreso austero, aunque los compromisarios y sus familias podrán hacer turismo por Sevilla, para lo cual se les facilita una amplia guía de lugares interesantes, restaurantes e incluso coches de caballos.

El PP de hoy no tiene nada que ver con el que celebró el congreso de Valencia. Todo es poder y moqueta, aunque procurarán que no se vean muchos coches oficiales. Sin embargo, como al PSOE, el presupuesto del partido tiene que descontar el 20% en el capítulo de subvenciones públicas. Hay que apretarse el cinturón, aunque Juan Ignacio Zoido, que es quien presidirá el congreso, procurará que sus compañeros “vivan la ciudad”. No es previsible que en este caso haya una caza generalizada del coche mal aparcado, entre otras cosas porque en el entorno de Fibes no hay tantas posibilidades para la libreta del guardia municipal.

Aunque nadie quiere arriesgar datos concretos, sobre todo a priori, este congreso puede dejar en Sevilla más de un millón de euros, por lo que se puede añadir al capítulo de eventos que Zoido ha puesto en marcha desde que es alcalde, y entre los que figuran la final de la Copa Davis, aunque aquí el personal se incline al pádel.