Roca: “La moción de censura se llevó a cabo por la aventura extraconyugal de Julián Muñoz”

Isabel Pantoja fue quien derrocó a todo un gobierno municipal. Al menos así lo cuenta Juan Antonio Roca en la última sesión del proceso Malaya este miércoles en la ciudad de la justicia de Málaga: "La moción de censura se llevó a cabo por la aventura extraconyugal de Julián Muñoz, por su forma de hacer política y mostrarse ante España”. Dentro de la línea que mantiene de “no admitir el delito de soborno”, alegó que no pagó a los concejales para que se sumaran a la moción. Sin mencionar el nombre de Isabel Pantoja, Roca hizo referencia a la famosa tonadillera.

Con este argumento, el considerado cerebro de la trama justifica que no hubo que pagar para que se produjera la ruptura del gobierno municipal, porque que fueron los propios concejales, furiosos, los que decidieron arrebatarle la alcaldía a Muñoz por voluntad propia. Pantoja tendrá que declarar acusada de blanqueo de capitales, en una pieza separada el próximo mes de mayo en Málaga. 

La inesperada y sorprendente declaración acaeció cuando el letrado del Ayuntamiento de Marbella, Alberto Peláez, increpó a Roca por haber pagado a los ediles que formaron el tripartito para que desbancaran a Julián Muñoz del gobierno. Roca lo negó todo y volvió a repetir lo de siempre: que los pagos a concejales que él reconoce son todos posteriores a 2004. Por activa y por pasiva matiza cada vez que puede que “no existe ningún pago asociado a la moción de censura. La moción se hizo de forma libre y espontánea porque el resto de los concejales pensaron que la política de Muñoz no era la correcta en Marbella, por la postura ante la opinión pública que estaba trascendiendo de la aventura extraconyugal y por la política de hechos de Julián Muñoz”.

“Pinceles rosas”

La historia de desencuentros de Isabel Pantoja y Julián Muñoz ha sido utilizada este miércoles como el eslabón perdido del proceso. Pero su momento culmen no ha llegado. Aunque ahora  Roca quiera tildar el asunto de “golpe de estado” con “pinceles rosas”, el autentico motivo por el que en su día se promueve la moción de censura es muy diferente. Julián Muñoz, henchido de poder, había pactado a espaldas de todos, en verano de 2003 con la Junta de Andalucía, la elaboración de un nuevo Plan General de Ordenación Urbana. Y todo ello sin hacer participe ni a Roca, ni a Gil. Este plan fue su verdadera guillotina. Y en vez de cortarle la cabeza a Roca, como le propusieron “sus allegados de Sevilla”, se la seccionaron a él arrebatándole el Ayuntamiento.

Cierto es que la “aversión a la tonadillera”, era compartida por Roca con el fallecido Jesús Gil.  En un almuerzo de trabajo en el restaurante Antonio de Puerto Banús con Juan Antonio Roca, Pedro Román y Jesús Gil, el fallecido alcalde increpaba a su entonces asesor de urbanismo: “Hay que tener cuidado. Este fantoche de Julián es como uno de los muñeco de José Luis Moreno en manos de un conejo… espabilar (sic)”. De esta manera, dura y fría, se refería, el maestro a Roca a la relación sentimental entre Julián Muñoz y la artista.

Salvado de la quema

El todopoderoso cerebro de urbanismo, una vez terminado con el “affaire Pantoja”, advirtió a la sala que él podría haberse salvado de la quema de este juicio: “Si yo hubiera querido quitar algo de mi documentación, hubiera quitado los archivos Maras y posiblemente no estaríamos aquí sentados. Dentro del cierre de la sesión, el cerebro de la trama negó que hubiera archivos en su contabilidad personal que hicieran referencia a los pagos relacionados con la moción de censura. Se auspicio en que si estos archivos hubieran existido, la policía los hubiera encontrado, como hizo con los documentos que reflejan pagos a los concejales desde 2004 o aportaciones de empresarios a la campaña electoral del GIL.