Los empresarios vaticinan una fuga de capitales con el ‘impuesto de Griñán’

Los empresarios andaluces vaticinan una fuga de capitales tras la intención anunciada ayer por el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, de gravar los depósitos a las entidades financieras (0,3% hasta los 150 millones en depósitos; el 0,4% hasta los 600 millones y el 0,5% para más de 600 millones). “Se perjudicarán los ahorros de los andaluces y se propiciará la huida de capitales hacia entidades financieras de otras comunidades”, adelantó la CEA (Confederación de Empresarios de Andalucía).

Para la patronal andaluza, que rechaza “tajantemente” todas las subidas fiscales anunciadas el miércoles por el presidente de la Junta, la comunidad autónoma necesita medidas que estimulen la captación de ahorro y “atraigan inversiones, mientras que el anuncio del Gobierno está en la dirección opuesta”.

Carmen Martínez Aguayo, consejera de Hacienda del Ejecutivo socialista, dio por seguro en un primer momento que el Gobierno Central recurrirá ante el Tribunal Constitucional la nueva figura impositiva, y recordó que ya en 2002 el Gobierno de José María Aznar llevó hasta el Alto Tribunal un impuesto extremeño muy similar al anunciado ahora por la Junta. El Gobierno argumentó que con este nuevo tributo se vulneraban las competencias estatales, ya que afectaba a bienes situados fuera del ámbito de esa comunidad autónoma.

Preguntada ayer por esta cuestión, fuentes de la consejería aseguraron a este diario que las declaraciones de Martínez Aguayo sobre el recurso ante el Tribunal Constitucional “no se referían al impuesto a las entidades, sino al céntimo sanitario”, otra de las medidas anunciadas por Griñán.

En el PSOE andaluz están muy despistados ante este nuevo impuesto y ya hay quien lo critica públicamente. Uno de ellos es José María Martín Delgado, presidente de la Ejecutiva municipal del PSOE de Málaga capital y ex consejero de Cultura de la Junta, que dejó muy claro que el tributo que grava a las entidades de crédito no era “competencia” del Gobierno de Andalucía. “No creo que tenga efecto y creo que se recurrirá. Esas son competencias del Gobierno Central”, señaló Martín Delgado en Punto Radio.

El vicepresidente primero de Unicaja, Manuel Atencia, calificó en esta misma emisora la medida de “fuera de sentido”. Y la criticó con dureza: “Es perjudicial”, enfatizó. Además, Atencia, consejero del PP en la caja malagueña, explicó que ahora cualquier ciudadano podría llevar a otra comunidad autónoma su cuenta corriente.

La Consejería de Hacienda de la Junta de Andalucía prevé unos ingresos por este impuesto de 132 millones de euros que afectará a 70 entidades financieras que operan en Andalucía. Son los bancos y las cajas de ahorros, y no los clientes, quienes tendrán que hacer frente a este pago.

A Griñán no le quedó más remedio que aclarar, en la última sesión del debate sobre el estado de la comunidad autónoma, que el impuesto pretende “crear empleo y que fluya el crédito a empresas y familias”. Del gravamen, siempre según el Gobierno andaluz, podrán estar exentas las entidades que inviertan en proyectos como Andalucía Sostenible, en obras socio-culturales y en el préstamo de dinero a pymes.

“El impuesto tiene que servir para que también las entidades contribuyan a la salida de crisis, porque precisamente el tipo impositivo se puede amortizar o sustituir dando crédito a iniciativas que creen empleo estable”, destacó Griñán.

Los empresarios andaluces no centraron su crítica en el impuesto a las entidades. También se mostraron contrarios a la aplicación de un tributo a las bolsas de plástico. “Se ha optado por el camino opuesto al que habría que seguir, porque lo que realmente demanda el momento económico es la reactivación del consumo”. Añadió la patronal: “La reducción del déficit debe producirse de la  mano de la contención del gasto, donde hay mucho margen de recorte, y no incrementando los impuestos”.