Un lobo solitario llamado Mariano Rajoy

“El día que yo nací, mi madre parió dos gemelos: yo y mi miedo”. Thomas Hobbes

¿No me gusta el trabajo que está haciendo Ada Colau porque mancha la imagen de los bancos? Pues grito a los cuatro vientos que es “filoetarra”. ¿No le viene bien a mis jefes que Eduardo Madina pueda llegar a ser líder socialista? Pues dejo caer en los medios que simpatiza con ETA. ¿Quiero vender que como ministro del Interior soy un prodigio de diligencia y eficacia? Pues suelto que he detenido a dos tipos en Murcia y Zaragoza que tienen el mismo perfil que los asesinos de Boston. Es más… ¿necesito que mi magazine matinal aumente la audiencia para superar a mis competidores? Pues monto un juicio paralelo a Ortega Cano y dejo que le llamen borracho y asesino.

A políticos y periodistas gubernamentales se les cortocircuita el tráfico neuronal cuando acusan a alguien de terrorista. La delegada del Gobierno en Madrid, el director de ABC, el ministro del Interior… Ya sólo falta que alguien, en alguna televisión, relacione a Ortega Cano con una célula terrorista chechena, y asegure que el viudo de Rocío Jurado tiene el perfil del lobo solitario islamista. Sería de las pocas cosas que faltan por decir de un hombre que en los últimos días ha sufrido un largo e intenso linchamiento mediático. Afortunadamente, una testigo ha dicho en todas las cadenas que cuando tuvo el accidente, el torero “tenía una cogorza como un mulo”, circunstancia etílica incompatible con las leyes de la religión monoteísta abrahámica, cuyo dogma se basa en el Corán.

Ya sólo falta que alguien, en alguna televisión, relacione a Ortega Cano con una célula terrorista chechena, y asegure que el viudo de Rocío Jurado tiene el perfil del lobo solitario islamistaTener perfil de lobo solitario es la última ocurrencia de los medios de comunicación para crear un personaje terrorífico. El lobo solitario es sangriento, es escurridizo, es inmisericorde, es letal… y puede esconderse en la ciudad en que vives, en tu mismo barrio, en la casa de al lado. El miedo como vieja herramienta del poder para controlar a la población, como elemento cotidiano para debilitar la voluntad de los ciudadanos, como justificación para recortar derechos y libertades: no tener trabajo o no poder pagar la casa son circunstancias terribles, pero aún lo es más que una bomba colocada en el metro mutile o mate a tus hijos. Los medios de comunicación son los amplificadores perfectos de estas señales inductoras de pánico, perfectas tapaderas de los problemas reales.

Pero el miedo tiene un antídoto, la valentía, que es tanto como decir la libertad. Para vencer estos temores inducidos es necesario recurrir a la inteligencia, y también al conocimiento, la información e incluso la insumisión. Negarse a creer lo increíble: que el legendario hombre del saco es ahora el islamista radical, el filoetarra, el escrachador, el que rodea el Congreso, el lobo solitario…

¿El lobo solitario? En España, un país con 6.202.700 parados, el auténtico lobo solitario es Mariano Rajoy, el político que en 2010 se fotografió para la portada de El Mundo en una cola del INEM y dijo aquello de “cuando gobierne bajará el paro”.