La mano derecha de Óscar López se refugia en la desmemoria en el TS: "No puedo recordar"

El juicio contra el fiscal general ha abordado este miércoles, en su última jornada de esta semana, el conocimiento por parte de Moncloa y el PSOE de Madrid del correo electrónico en el que la defensa de la pareja de Isabel Díaz Ayuso reconocía haber cometido dos delitos fiscales. El tribunal ha escuchado los testimonios del exsecretario general del PSM, Juan Lobato, y de la asesora de Óscar López, Pilar Sánchez Acera. Esta última tuvo y difundió el contenido del email que buscaba el pacto de conformidad. Se ha refugiado en la desmemoria a la hora de precisar de dónde le vino.

Según el relato de Sánchez Acera, fue alguien de "un medio de comunicación" quien le envió a primera hora del 14 de marzo un pantallazo de ese correo electrónico. "No puedo recordar de qué medio era el periodista que me realiza ese envío", ha indicado en respuesta a las preguntas formuladas por el abogado de Alberto González Amador. Cuando se le ha pedido que trate de refrescar sus recuerdos, ha explicado que no ha podido comprobar después quién fue porque cambió de teléfono móvil cuando abandonó su anterior responsabilidad.

No solo cambió de teléfono. Según ha detallado, tampoco le es posible revisar sus mensajes, puesto que borró el contenido de sus conversaciones de WhatsApp. Si ha podido precisar que la persona que le remitió el pantallazo estaba ligada a la prensa regional de Madrid. Ha descartado de forma tajante -con un "imposible"- que quien fuera le indicara que la información procedía de la Fiscalía General del Estado o de Álvaro García Ortiz.

Sánchez Acera ha tratado de centrar buena parte del interrogatorio en diferenciar la imagen del correo electrónico que le enviaron a su teléfono de la que después se publicó en El Plural, a lo largo de esa misma mañana. De hecho, ha asegurado que nunca recibió el email "que es objeto de investigación". "Yo nunca lo recibo, nunca lo he tenido", precisa y asegura que lo que le mandan a ella y reenvía a Lobato "es una imagen de un documento distinto". "Hemos visto en la prensa el email y en él se figura quien lo recibe y el destinatario", ha detallado. La imagen que le remiten a ella no contiene esos detalles. En concreto le falta el encabezado que evidencia que se trata de un email.

Lo que sí ha quedado claro es que remitió esa imagen a Lobato para que este la empleara en la Asamblea de Madrid esa mañana y, al hacerlo, levantó las suspicacias de este que temió que no se hubiera obtenido de forma "legítima". A las ocho de la mañana del 14 de marzo de 2024, el exsecretario general del PSOE de Madrid le lanzó esta pregunta. "¿La carta cómo la tenemos?", le respondió Lobato mostró al no entender cómo lo habían conseguido.

Durante la fase de instrucción, este intercambio llevó al magistrado Ángel Hurtado a asegurar que el email partió de la Fiscalía y llegó a Presidencia. "Con salida de la Fiscalía General del Estado y destino Presidencia del Gobierno, circuló el mismo correo", advirtió. En ese intercambio de mensajes que Lobato llevó ante notario, Sánchez Acera le incitaba: "Se puede sacar. Sácasela en la pregunta. Un '¿quién miente señora Ayuso, usted o su novio? Parece que usted'".

Sin confirmación de las sospechas de Lobato

Antes de la que fuera asesora de Presidencia, se sentó ante el tribunal el propio Lobato. La acusación que ejerce la pareja de Ayuso no logró arrancarle una confirmación sobre sus sospechas respecto a que el email que tenía Acera procedía de la Fiscalía, como dejó reflejado ese día cuando trató de que le aclararan de donde venía. "Parece que me la da la Fiscalía", dijo entonces.

Sánchez Acera le concretó que tenía esa imagen "porque llega" y "la tienen los medios". "¿Cuándo vio eso creyó que venía de la Fiscalía?", le preguntó el abogado de González Amador. "No es que creyera, es que, por criterio de prudencia, pensé que si no estaba certificado el origen, mejor no utilizarlo", respondió Lobato. Justificó poco después que decidió acudir a un notario para acreditar que había dos documentos distintos, uno A y otro B. "Uno es el que se publica en los medios y otro no. No tenía claro el origen de uno de ellos", explicó.