Para empezar, sentemos una base esencial: las energías renovables son primordiales en el sistema energético español. Esto no es una tendencia a futuro ni una declaración de intenciones, sino una realidad: en 2023, las renovables ya supusieron el 50,3% del mix energético de nuestro país, mientras que en 2024 ascendieron hasta el 56,8%, según los datos de Red Eléctrica de España (REE).
Dentro de este auge renovable, los gases verdes figuran entre los mejor posicionados para constituir una alternativa a las fuentes energéticas actuales. El informe Impact of the use of the biomethane and hydrogen potential on trans-European infrastructure, elaborado por la Comisión Europea en 2020, se planteaba tres posibles escenarios a 2030 y a 2050. Cada uno de ellos estaba centrado en un vector energético concreto: la electricidad, el biometano y el hidrógeno.
En lo que respecta al biometano, dicho informe establecía una clara evolución: el biometano tenía una escasa influencia en el escenario de 2018, dominado por las importaciones de gas natural. De cara a 2030, dicho gas cobraba una incidencia de 356 TWh al año. El golpe definitivo llegaría en 2050: para dentro de dos décadas y media, y dentro de este escenario, la Comisión Europea se plantea que el biometano sea una de las energías predominantes, con un alcance de 1.442 TWh anuales.
Evolución de la presencia del metano en el sistema energético europeo
En España, el Estudio de la capacidad de producción de biometano en España, elaborado por Sedigas, incluso eleva el optimismo. Asegura que el potencial de producción de biometano de nuestro país es de hasta 163 TWh anuales, que permitirían cubrir el abastecimiento de más de 46 millones de hogares. Esta producción se constituiría a base de residuos procedentes de la agricultura, la ganadería, las fracciones orgánicas de residuos sólidos urbanos, las estaciones depuradoras de aguas residuales, el sector agroalimentario, los cultivos intermedios, los vertederos y los residuos forestales.
Distribución de la producción de biometano en España
El análisis de Sedigas parte de una premisa: pese a la relevancia de la electricidad como alternativa al gas natural, lo cierto es que cerca del 40% de las emisiones de CO2 generadas en España no tiene una alternativa electrificable, es decir, se necesita otra variante.
En este sentido, el biometano no solo asumiría esa sustitución, sino que iría más allá: Sedigas calcula que permitiría cubrir el 43% de la demanda de gas natural en nuestro país, equivalente a un 100% del consumo doméstico y un 48% del consumo industrial en España.
Como decíamos al principio, no es que el biometano aspire a convertirse en una fuente energética a futuro, sino que, de hecho, ya lo es en diversos contextos. En los próximos dos años, AENA asumirá la compra de, al menos, 20 GWh de biometano, cuyo uso estará destinado a la calefacción de sus terminales.
Inditex también recurre a este gas verde en sus instalaciones en Arteixo y Laracha. En 2024, la compañía empezó a recibir el suministro de todo el biometano producido en la estación depuradora EDAR de Bens, ubicada en A Coruña. Merced a esta iniciativa, el grupo textil cubre el 75% del consumo energético que, hasta entonces, se correspondía con el uso de gas natural en dichas instalaciones.
La papelera Lecta, asimismo, recurre al biometano en su actividad diaria. Concretamente, en sus centros de producción de Leitza (Navarra) y Zaragoza, donde parte del consumo energético de la compañía es asumido con este gas verde.
En lo referente a la parte residencial, el biometano también va abriéndose paso. Grandes inmobiliarias españolas como Aedas Homes, Habitat Inmobiliaria y Hercesa | Hi Real Estate han firmado acuerdos con Nedgia, la distribuidora de gas del grupo Naturgy, para promover el uso del biometano en sus nuevas promociones de viviendas.
Estos acuerdos se basan en que las constructoras se encarguen de la instalación de equipos habilitados para la recepción y uso de biometano en las viviendas de nueva construcción. En estos casos, el gas verde se emplearía en la calefacción, la cocina o el agua caliente sin que los propietarios tengan que realizar una inversión añadida. La compañía, a día de hoy, cuenta con once plantas que inyectan biometano en su red, a las que se sumarán próximamente otras 53 que ya han contratado capacidad de inyección, sumando en su conjunto 3.365 GWh. Esta cifra es equivalente al consumo de más de 670.000 hogares.
Como habrás podido ver con lo que te he venido contando, el biometano está más presente en tu día a día de lo que seguramente creas. No solo empieza a asumir un protagonismo creciente como fuente energética y alternativa al gas natural, sino que, además, empieza a ocupar su propio espacio en el sector industrial y en el residencial.
Aprende más sobre el biometano
Buena Huella
Buena Huella es un proyecto colaborativo de Naturgy y El Confidencial en el que la lucha contra el cambio climático y la reducción de la huella de carbono se convierten en nuestro objetivo. Además de ofrecer publicaciones de calidad y de interés general para informar y concienciar, nuestro grupo editorial ha desarrollado un compromiso propio con el medio ambiente.